sábado, octubre 27, 2007

Dietario, 28 Octubre 2007

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 28 Octubre

19-X-07
Asistimos en San Juan de Mozarrifar (Zaragoza) a una celebración, “música y palabra”, rezaba la invitación personalizada, que no es boda aunque la evoca, sin más ceremonia que un magnífico concierto de violonchelo a cargo del grupo del maestro Demetri Motatu y nuestra paisana Gracia Seguí, y unas palabras del novio Jesús quien expresa, en un discurso entrecortado por la emoción, lo que ha significado para él encontrarse en la vida con Cristina, el nacimiento de su hija Elena, y compartir tanta alegría con sus buenos amigos. Ni un cura, ni un juez, ni un alcalde. Ni un estridente ¡viva los novios!, ni una foto de familia…
Fiesta de música y palabras (y un festín para gourmets) que ahuyenta mi recurrente temor de encontrarme secuestrado en un bodorrio a kilómetros de la civilización y a altas horas de la madrugada, rodeado de beodos y con los oídos destrozados por las estridencias de Bisbal o Enrique Iglesias. Ni siquiera se otea en el horizonte de la noche el sobrecogedor peligro de que te hagan bailar la conga. Bien al contrario, conversación tranquila, humor inteligente y emoción contenida bajo el cielo estrellado de la noche aragonesa. Una de las mejores veladas en la vida de un noctífugo.

20-X-07
En el tren de vuelta (¿irrumpiremos en la Sagrada Familia, en el Nou Camp, quizá?) me lamento del encanto perdido. No sólo circula demasiado rápido, sino que cualquier intento de ensoñación es un esfuerzo baldío por el implacable cacareo de los teléfonos móviles. Acceso de nostalgia por aquellos trayectos de cuatro horas en la confortabilidad de un tren “talgo”, envuelto en un silencio sólo fragmentado por el traqueteo de los vagones, en los que tenías tiempo de leer un par de periódicos y medio libro, charlar con una viajera desconocida en el bar…
En fin, recuerdos melancólicos de un siglo ya pasado mientras escuchas el culebrón: “Hola, cariño, estamos llegando a Lérida (me llamo Lleida, diría Carod )”, “Sí, sí, tenemos que ser más agresivos en publicidad”, “No sabes cuánto deseo verte”, “¿Cómo está mi cielito?” Tampoco tengo suerte en el avión, donde los hados del teclado nos colocan entre un grupo de vocingleros turistas del Inserso de los que me vengaré cuando los vea, cautivos y desarmados, paseando su letal aburrimiento el domingo por tarde en la Explanada.
El repaso de la prensa isleña de hoy me trae la mala noticia del fallecimiento de Bernardo Sintes, el hombre que propiciara la transición del socialismo histórico mahonés a la época de Borja Carreras y cuyas endiabladas pestañas me obligaron a múltiples intervenciones profesionales. Descanse en paz el buen Bernat.

21-X-07
Acudo tempranero al quiosco para hacerme con un ejemplar del nuevo (?) El País (regalan un reloj y los parroquianos corremos serio peligro de quedarnos sin ejemplar, desgracia difícil de soportar en un domingo desapacible).Tipografía más desahogada, con más espacios blancos, pero afortunadamente ahí siguen Vargas Llosa, Javier Marías, Sol Gallego-Díaz, Manuel Vicent y la viñeta de El Roto. Que algo cambie para que todo siga igual, la eterna canción.
Apacible mañana de lectura (también Enric Juliana de La Vanguardia se me hace imprescindible los domingos) después de sortear los ruidosos intentos de Tronya y Allen para que los saque a pasear. “Ya tenéis vuestro jardín, dejadme a mí en el mío, aunque sea de papel”, les digo, y se van cabizbajos. Pero la dicha dura poco, porque me sobresaltan las exclamaciones de la intrusa que lleva más de treinta años en mi casa: “¡Bravo Vive Menorca, hoy sí!”, y acudo presuroso, parece que hoy toca. Pero no.
Por la tarde, sigo de reojo (cuando hay alguna interrupción en mi irrenunciable partido de la liga inglesa) el mundial de Fórmula 1, y no puedo decir que lamente el resultado: Mc Laren, la escudería de Hamilton y Alonso ha hecho suficientes méritos para el fiasco. Y de paso nos libramos de una orgía patriotera, lo cual no deja de ser reconfortante en tiempos de exaltaciones.

22-X-07
Veo el documental del nobel Al Gore sobre el cambio climático y escucho a Rajoy. Bien, parece que hay inexactitudes y algo de brocha gorda alarmista en el planteamiento de Gore, pero globalmente (todo es global hoy, rediez), la comunidad científica está de acuerdo en sus líneas maestras. No creo que se deba frivolizar.

23-X-07
Me relajo para la jornada de Champions escuchando la Misa en Do Menor de Mozart, por consejo de mi melómano de cabecera Francisco Félix, que tiene razón: el Incarnatus est pone los pelos de punta. Una erección del espíritu que no contribuye a mantener luego el partido del Barça. Por cierto, ¿qué le pasa a Henry, en quien tenía puestas todas mis complacencias?, ¿cómo puede convertirse un jugador tan estratosférico en algo tan ramplón?

24-X-07
El video del energúmeno del tren de cercanías de Barcelona apaleando a una inmigrante es aterrador, no sólo por su violencia brutal y gratuita sino por la pasividad del otro pasajero, quien no creo que sea un desalmado sino que el miedo es libre (¿cómo hubiéramos actuado usted y yo?). El reverso de la moneda lo ofrecen esos pasajeros de otro convoy que abuchearon a un revisor por pedir el billete solamente a un viajero negro (un médico cubano que iba a su consulta del ambulatorio) y que obligaron a parar el tren una hora como protesta. Dos ejemplos contrapuestos y, sin embargo, en las portadas de los periódicos sólo aparece el vándalo agresor, ufano de haber conseguido sus quince minutos de gloria. No sé que es peor, si la acción en sí o la actitud los medios que le sacan en portada y le entrevistan.

viernes, octubre 26, 2007

Esquitxos

No parece científicamente muy discutible la tesis de Al Gore sobre el cambio climático y sus consecuencias sobre el medio ambiente, aunque de ninguna manera deba tomarse como dogma de fe. Una cosa es discutir algunos aspectos, que debe hacerse y sin duda se hará, entre la comunidad científica, y otra muy distinta soltar patochadas de tertulia de barra de bar por parte de un líder político que aspira a gobernar un país de la UE.
Pero también hay aspectos de la cuestión que mueven a la sonrisa irónica, como la misma parafernalia de Al Gore, con su ejército de guardaespaldas, su jet privado, la ausencia de prensa en sus conferencias y los 200.000 euros del ala de su cachet. ¿Y qué me dicen de su audiencia? Hoteleros, constructores, promotores turísticos, y otras especies expertas en la protección del medio ambiente y capaces de pagar una cena, o lo que fuere, de 200.000 pelas. Mundo de paradojas, éste.

domingo, octubre 21, 2007

Que alguien encienda la luz

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 20 de octubre

El navegante de Internet se encuentra con infinitas posibilidades, diversas singladuras y fascinantes periplos, pero muchas veces queda varado en un sórdido mar de sargazos, repleto de información inútil, anónima, distorsionadora, falaz, o directamente incinerable, como las páginas de pornografía infantil, torturas a animales y toda la panoplia del horror humano. Hacía referencia el otro día a los blogs ciberfachas -que por cierto los hay de izquierdas y de derechas-, término acuñado por Juan Cueto en un memorable artículo, y que campan a sus anchas por la red, vertiendo en ella sus delirios como si fuera teoría científica. En una de esas páginas pude ver el otro día un video de desfiles nazis y cámaras de gas para referirse a…la asignatura de “Educación para la ciudadanía”.
Pero eso no es todo, el mundo del arte, antes reducto del buen gusto, presenta también síntomas alarmantes: según relataba el otro día Rosa Montero en su columna de El País, un artista costarricense, Guillermo Vargas hizo una exposición en una galería de Managua y, tras atar un perro a una pared, lo dejó morir de hambre y más de un crítico habló de “libertad creativa”. Cuesta entender tanta memez en un mundo en que la inteligencia parece haberse tomado unas largas vacaciones para dejar paso al imperio de la banalidad “cargadora de pilas” en la dura batalla por el consumo desaforado y la euforia perpetua. Del valle de lágrimas al parque temático del disfrute, una especie de jardín de infancia global en el que la felicidad está en las estanterías repletas de cachivaches y en ese cacareo continuo a través del teléfono móvil en cualquier lugar y situación (en plena consulta del médico, sin ir más lejos).
Y qué decir de la política, que ha pasado de ser un arte-es un decir claro- donde la dialéctica era afilada pero brillante y cortés, a ese tratado de pornografía en el que los portavoces de los partidos ofrecen diariamente un forcejeo tan mecánico y falsario como el de las propias películas de la especialidad, mientras los ciudadanos se enrocan en posturas impermeables a la persuasión, inasequibles al desaliento, como se decía antes, y lo que es peor, inmunes a la propia realidad. Parece tener razón George Lakoff y su teoría de los marcos conceptuales, según la cual, la ciudadanía obedecería a esquemas simples y si la realidad no los sigue, tanto peor para ella. Quien se atreve a pensar por sí mismo y manifiesta un criterio independiente se convierte inmediatamente en un sospechoso o recoge el sambenito de intelectualoide.
Cuantos ingenuos llegamos a creer en la Ilustración progresiva de la humanidad, vemos con desesperanza la deriva actual en que los prejuicios y los fanatismos de toda índole imperan por doquier. Dice Amos Oz en su interesante opúsculo “Contra el fanatismo” (Edit. Siruela, 2003) que la semilla del fanatismo siempre brota al adoptar una actitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo porque está empeñado no en persuadir con argumentos sino en obligar a cambiar al Otro por su bien, en una especie de altruismo perverso: los fanáticos, nacionalistas o religiosos, siempre están dispuestos a sacrificarse para la salvación de los demás.
Y el problema es que los antídotos para tales actitudes son débiles y están devaluados. El eslogan a pie de encuesta barre a la reflexión sosegada y fundamentada y sigue sin hallarse un fanático con sentido del humor, o sea, capaz de reírse de uno mismo y de sus estupideces. ¿Alguien lo ve posible en quienes se envuelven todavía en el siglo XXI en banderas y patrias? ¿ o en quienes anteponen una pretendida ley natural a las propias de los hombres? ¿ o en quienes persisten en creer que los diferentes son o están enfermos?Necesitamos que alguien encienda la luz.

jueves, octubre 18, 2007

Esquitxos

No creo que hiciera falta una ley para corregir algunas anomalías históricas de nuestro país de países. Con arbitrar medidas para que los vencidos en la guerra civil pudieran honrar a sus muertos, retirar símbolos de la dictadura de calles y plazas (ningún país de nuestro entorno democrático los ostenta) y reparar las injusticias procesales del franquismo mediante un solemne pronunciamiento en Cortes que no comprometiera la seguridad jurídica, creo que hubiera sido suficiente, pero como siempre, en nuestro desmesurado país o quemamos iglesias o nos bañamos en agua bendita y, mientras desde algunos sectores se intenta glorificar a la II República-un régimen fallido, al fin y al cabo por sus propios errores- como el no va más democrático, desde otros (Mayor Oreja dixit) vuelve la cantinela de que los cuarenta añitos de nacional catolicismo no estuvieron tan mal. Decididamente, vivimos en un sainete perpetuo.

sábado, octubre 13, 2007

Ardua tarea

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 13 de Octubre
La verdad es que no sé por dónde empezar, o lo que es lo mismo, cómo hincarle el diente a una realidad, que se escabulle como una pastilla de jabón después de un corto viaje mediterráneo y unos meses de evasión intelectual bajo el ullastre, esta vez en compañía de don Marcel Proust, con quien he buscado gozosamente el tiempo perdido. Tampoco puedo echar mano del tópico de la “rentreé” y sus diversos lugares comunes porque un día nos juramentamos con Tomeu Gili y el inolvidable Miquel Vanrell para no utilizarlo en las aperturas de curso (uno de mis primeros artículos en Es Diari a los quince añitos se titulaba “Retorno a la normalidad”, uff), y mucho menos quiero entrar al trapo de las concurrentes y minoritarias descalificaciones de la Monarquía por parte de extremistas de izquierda y de derecha ( con las juventudes de ERC y el inefable e incombustible Federico al frente).
Así que lo tengo realmente crudo para llevar a cabo un análisis concreto de la realidad concreta, máxime si desayuno todos los días con diferentes versiones del Apocalipsis, que, asilvestradas emisoras aparte, incluso invaden páginas normalmente tan cautas como la de mi querido e imprescindible Diari . Además está mi blog cuya parcela he seguido labrando durante el verano, y en la que menudean los prejuicios, eslóganes y algún que otro exabrupto, amparado en el anonimato o en el paraguas colectivo de los ya numerosos blogs ciberfachas. Es como si una plaga de alérgicos a la reflexión sosegada y fundamentada, expertos en falacias de todo tipo, se hubiese adueñado de los medios en esta agitada legislatura bajo un gobierno errático que se encontró con un poder que no esperaba, y una oposición histérica que no acaba de digerir su derrota electoral.
Los asuntos que han suscitado mayor debate en mi blog han sido los identitarios, en clara correspondencia con lo que se vive en la calle en que la gente se muestra sumamente entretenida lanzándose patrias a la cabeza. Un día escribí al respecto que, salvo improbables reencarnaciones, yo ya no vería una solución, si la hay, al feliz encaje democrático de Catalunya y Euskadi en España o a su eventual salida y, aunque me costó una torrentera de descalificaciones cibernéticas, me mantengo en ello. La ensalzada Transición parecía que lo acabaría consiguiendo, pero el café para todos, es decir una autonomía igual para todas las regiones españolas no colma, treinta años después, las aspiraciones de buena parte de los ciudadanos de aquellas nacionalidades, ¿naciones? Esto es así, y aunque todo sería mucho más fácil (operativo, se dice ahora) si tuviéramos el sentido nacional de los franceses, todos ellos orgullosos de su francesidad, la realidad es tozuda, y por si fuera poco, confundimos demasiadas veces Estado (entramado legislativo-ejecutivo-judicial asumible por cualquier ciudadano demócrata), con Nación (un sentimiento que no puede imponerse y que en nuestro país-Estado es diverso y multiforme, como en Bélgica, Canadá o incluso Gran Bretaña) y ahí está el funesto equívoco, origen de tanta zozobra.
En cuanto a nuestra querida isla y su interminable debate turístico ¿quiénes somos, qué turismo queremos?, creo que urge un gran pacto de Estado menorquín sobre infraestructuras y transportes para dejar de tirarnos diques, autopistas y compañías aéreas a la cabeza. Debate técnico y soluciones técnicas auspiciadas por la Administración, con Joana al frente, y consensuadas entre partidos e instituciones cívicas, normas urbanísticas claras, de ejecución sencilla y transparente( sin seguridad jurídica no hay inversiones) y lo demás, las tareas de modelo turístico y promoción dejarlo en manos de la sociedad civil, que ya se ocupará de explotar la singularidad de una situación geográfica privilegiada, a dos horas escasas de las capitales europeas, su acusada personalidad cultural, su proverbial seguridad, sus playas incomparables (acabo de estar en Portofino, paraíso de la jet internacional, y aún no sé dónde toman sus baños de mar), su museo arqueológico al aire libre…
¡Quina feinada!

martes, octubre 09, 2007

Esquitxos

Jorge Wagensberg nos habló ayer en el Ayuntamiento de Mahón del llamado "gozo intelectual", esa vibración del espíritu que puede producirse tanto a través del conocimiento científico (comprensión del mundo) como de la intuición (creación artística). Se refirió a los estímulos necesarios, y a la imprescindible conversación para llegar al auténtico gozo, y me vino a la memoria de una de esas frases leídas en algún sitio y que por puro estímulo intelectual acuden presurosas a tu mente: "Deseo y curiosidad son los dos cristales a través de los que el hombre contempla el mundo con los más atractivos colores; son ellos los que hacen bellas a las mujeres e interesantes a los fósiles" (R.L. Stevenson en "El Dorado")
Por otra parte, amigos escritores de la isla marchan a la Feria del libro de Frankfurt y me preguntan si a mí me gustaría. Claro que sí, pero no me parece mal que vayan los representantes de la literatura catalana, es decir los que escriben en catalán. Los idiomas minoritarios están en grave peligro de extinción y un acontecimiento como la Feria más importante es un altavoz importante. No, no me siento marginado como escritor, ya tuve mis minutos de gloria cuando fui invitado a la feria del libro de Madrid.

sábado, octubre 06, 2007

Esquitxos

Te vas una semana del país y, al volver, te lo encuentras hecho unos zorros: hogueras de fotos reales, redadas de batasunos, tornados en Mallorca ( por cierto, si hubiera arrasado Son Espases, le hubiera quitado un dolor de cabeza al president Antich).
Mis amigos y saludados me reciben muy preocupados por la situación, y claro, será por el relax postvacacional, pero yo trato de quitar hierro al asunto, que para mí empieza con la desgraciada intervención del fiscal en el caso del desafortunado chiste de El Jueves. De no haber intervenido, el asunto hubiera pasado con más pena que gloria, pero la sobreprotección a la figura real ( un auténtico papanatismo en España) ha dado alas a las tropelías de los radicales independentistas. De todas formas, y para seguir quitando hierro: en USA, uno de los países más patrioteros de la tierra, quemar la bandera de las barras y estrellas es un derecho constitucional, amparado por la libertad de expresión...
En cuanto a la redada de batasunos, no es más que otro episodio del síndrome de Penélope que arrastramos desde la Transición: tejer y destejer, ahora aprieto ahora aflojo. Lo que cada vez tengo más claro es que no llegaré a ver la salida al laberinto vasco( desde luego, un referéndum mientras persista la amenaza terrorista es una aberración), y mucho me temo que tampoco al catalán.