sábado, noviembre 28, 2009

El rábano y las hojas

Menuda zapatiesta se ha montado con el editorial conjunto de la prensa catalana sobre la ¿inminente? sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Siendo discutible, como todo, el propio texto, su oportunidad en víperas de una sentencia, su misma unanimidad, para este comentarista nada patriotero (más bien alérgico a dioses y patrias), lo más preocupante es la desmesurada reacción de la brunete mediática madrileña, repleta de insultos y descalificaciones de grueso calibre, que llegan hasta la petición de cárcel por "intimidación al alto tribunal" que expresó el presidente del consejo editorial de El Mundo, ¡Collons! La estupefacción que algunos sentimos la expresa hoy con lúcido desenfado Enric Juliana en las páginas de La Vanguardia.
La articulación de Catalunya en España es la gran asignatura pendiente de nuestra democracia (el terrorismo etarra es un problema de orden público) y yerran el tiro quienes se soliviantan porque los catalanes se sientan "nación" y quieran plasmarlo en su Estatut o quieran proteger su lengua ( lo discutible en este caso es el "cómo"). El problema no es ese sino la pretensión de bilateralidad del Estatut en la relación de Catalunya con España. Esto es lo realmente grave...y serenamente discutible porque no hay Estado que pueda resistir diez, doce o dieciesiete bilateralidades. Sería una pena que España, nuestro país de países perdiera su enésima oportunidad de articular un federalismo que debe ser simétrico en derechos de ciudadanía y en la relación de sus partes con el Estado, pero que puede y debe ser asimétrico en sus competencias en razón de los puntos de partida de cada autonomía(unas tienen lengua propia y otras no, unas tienen concierto económico y otras no, unas tienen derecho civil propio y otras no etcétera). Por mucho que algunos se empeñen y se encabriten apelando a sagradas esencias, España no es Francia, con su sentimiento de grandeur compartido, y hay que apechugar con una realidad testaruda y complicada. Empeñarse en recortar lo accesorio, es coger el rábano por las hojas y acabar perdiendo el tubérculo.

miércoles, noviembre 25, 2009

Fútbol no es sólo fútbol

Permítanme que este culé irredento se explaye. Fútbol es fútbol, dijo Boskov,en un alarde de metafísica gallinácea, porque en realidad fútbol es más que fútbol. Por ejemplo, ayer, con el barcelonismo revisitando a sus fantasmas ante una hipotética eliminación europea y la semilla de la duda germinando. ¿Y si Pep se equivocó echando a Eto'o?, ¿y si el triplete no fue todo más que el sueño de una noche de verano y las cosas vuelven rápidamente a su sitio?
Pues no, el fútbol demostró ser más que un simple juego azaroso. Anoche triunfó el método, el trabajo...el estilo. Con las estrellas en el banquillo, Pep Guardiola dio una lección de la necesaria primacía del conjunto sobre las individualidades, la fidelidad a un estilo sobre falsarias razones prácticas, el llamado "resultadismo", la confianza en los chicos de la cantera sobre el talonario, y lo hizo pasando por encima del mito del "ganador nato" que creía ser ese apóstol de la racanería futbolístico José Mourinho.
Y el domingo viene "El Clásico", con un Real Madrid ahíto de las urgencias históricas que le ha traspasado el Barça, con urgente necesidad de borrar la afrenta de un triplete que, por pedigree le hubiera correspondido a él, pero al que ya no podrá aspirar esta temporada tras "el alcorconazo". Va a ser un domingo especial porque se enfrentan los galones de la aristocracia de toda la vida con la pujanza de la juventud y la fidelidad a una forma de entender el juego que ha dado la vuelta a la tradicional aureola mundial del club blanco. Hoy día, el club más admirado del planeta viste de azulgrana y lo es por por su inimitable estilo.
Bien, "El Partido" ya está aquí y, repito, es algo más que un mero juego, porque con el fútbol uno ve representados muchos aspectos de la vida, la suerte, la injusticia, la solidaridad, la venganza, el dinero, el coraje... Una narración enciclopédica en la que desfilan grandes categorías morales, como nos hizo ver Albert Camús, y enormes riadas sentimentales de alborozo o frustración, aunque haya mucha gente que aún no lo pueda entender.
El domingo, las zozobras de la vida, que no son pocas en estos tiempos turbulentos, se suspenderán durante hora y media, porque sólo existirá "La Zozobra" por el resultado. Y eso no es malo sino todo lo contrario, porque sus consecuencias", sean las que sean, serán insignificantes. Nada sustancial cambiará gane el que gane, ni en nuestras vidas ni en la propia competición. Así que salud y a disfrutar, que pocas oportunidades de soñar en cantares de gesta tenemos en este mundo caótico. Y por una vez en la vida, que gane el mejor.

sábado, noviembre 21, 2009

La ciudad que amaba a los columpios

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 21 noviembre
Suele ocurrir que la rutina obnubile nuestros ojos. Vamos de aquí para allá, trajinamos con esto o aquello, saludamos a diestro y siniestro (delicias de pueblo que uno echa de menos a los tres o cuatro días de un viaje cualquiera), sin apenas saber gran cosa del fardo que pueda llevar a cuestas el conocido/a. Y es que andamos abismados en nuestras pequeñeces, magnificadas porque son nuestras, y volvemos a casa para el reposo del guerrero / a sin casi haber prestado atención a nuestras andanzas callejeras.
Por eso es muy útil hablar de vez en cuando con gentes de fuera dotadas de curiosidad y perspicacia, capaces de descubrirte detalles de tu hábitat vital que uno de puro verlas las ha convertido en paisaje. Me pasó la otra noche cenando con un amigo escritor de la meseta castellana, viajero atento, observador sagaz con objetividad contrastada en sus libros de análisis de la realidad ibérica:
-Mahón sería una ciudad con encanto-me espeta-, pero los indígenas parecéis empeñados en una labor de destrucción de sus plazas más emblemáticas. Fíjate si no en la inhóspita Explanada, en la desolada plaza del rey Alfonso, en el mamotreto de la Miranda, balcón de la ciudad al puerto, en esos coches aparcados ignominiosamente en el centro de la plaza del Ayuntamiento…
-Sí, puede que tengas razón-balbuceé-, atragantado por un vino manifiestamente mejorable y su filípica. Como no le gusta hablar de su obra literaria, ni de fútbol ni mucho menos de la pornopolítica que nos asuela, tampoco tenía opciones de desviar la conversación que, por otra parte, me interesaba.
-Además-estaba lanzado-, tenéis otra costumbre curiosa.
-¿Ah, sí?-la verdad es que estaba ya entregado a su locuacidad.
-Sí, por cierto, ¿tenéis algún lobby de la industria de mobiliario urbano infantil con influencia en el Ayuntamiento?
-¿Eh, cómo, qué?- farfullé, desconcertado-. ¿Por qué lo dices?
-¿No te has fijado en la cantidad de columpios y artilugios para solaz de los niños que inundan la ciudad?
-Pues ahora que lo dices…
-Pues deberíais hacéroslo mirar porque es increíble. El viajero sospecha que tenéis una tasa de natalidad africana.
-Hombre, yo mismo voy a tener una nieta, sin ir más lejos, pero no creo que…
-Pues mejor para ella porque va a tener columpios por aquí, escaleritas por allá, lugares y más lugares donde gritar a gusto y no dejar leer el periódico a su abuelo. Por ejemplo, ¿qué pintan los dichosos columpios en una plaza tan coquetona como la del Bastión, con su muralla y sus terrazas? ¿Y en esas tanques fuera de cualquier circuito urbano?
-Sí, bueno, los niños podrían ir a la Explanada, que está a un paso.
-Por ejemplo.
Al día siguiente, quiere la casualidad que el primer paciente en la consulta sea un responsable de la cosa urbana, a quien le cuento la conversación de la víspera.
-Pues no, no me había fijado-me contesta.
-¿Y qué hacemos con el presunto looby?
-Crear una comisión, obviously.
Idò!

miércoles, noviembre 18, 2009

Ampulosidades

Viendo la farragosa untuosidad con que se expresaba ayer el presidente del Gobierno para dar cuenta de la liberación de los atuneros (¿furtivos?) del "Alakrana", me acordaba de otro ampuloso crónico, el ex ministro Federico Trillo cuando con untuosa dicción y fervor castrense nos relataba la heroica conquista del islote de Perejil, ¡Perejil español!
Pues ayer lo mismo. Oyendo a Zapatero, el no avisado podría pensar en un gran triunfo político.Voz ahuecada, emoción contenida, autoalabanza, ausencia de autocrítica... Para dar cuenta de que el Estado ha pasado por el tubo de los extorsionadores. Si cumplir todas sus exigencias piratas es una prueba "de que se han hecho las cosas bien", apaga y vámonos. Más bien parece un fracaso en toda regla del Estado de Derecho. ¿O no? Dicho sea sin pretender empañar la alegría por la liberacion, etcétera.

viernes, noviembre 13, 2009

Notas

Nota 1
El asunto del "Alakrana" recuerda cada vez más el del "Prestige". Y no porque ambos sean barcos en zozobras diversas (uno ya no es más que un peligroso pecio en el fondo del Atlántico), sino por sus connotaciones políticas. En el caso del petrolero naufragado en las costas gallegas se organizó la marimorena por el vertido tóxico de miles de toneladas de crudo que emponzoñaron las costas gallegas. En el "Alakrana", las consecuencias pueden ser peores aún porque están en peligro vidas humanas.
Lo que asemeja ambas situaciones son los errores políticos que las jalonan, y no dudo que en los dos casos no han faltado "gabinetes de crisis" y asesores de lo más reputado. En el caso del "Prestige", fue un grave error mandar el bajel a alta mar para que se hundiera, provocándose así un vertido descontrolado, que seguramente hubiera sido mucho menos lesivo si se hubiera llevado el barco a puerto, por muchas resistencias locales que hubiera habido.
Ahora, el error mayúsculo, al parecer patrocinado por la vicepresidenta del Gobierno Fernández de la Vega al empeñarse en el traslado a España de los dos bucaneros capturados, no ha hecho sino entorpecer una liberación de los rehenes que aún no se otea en el horizonte, para desesperación de sus familiares. Si finalmente ocurre alguna desgracia, no dudo que este episodio pueda tener parecida repercusión política que el del "Prestige". Ambos revelan la impericia de los últimos gobiernos de Su Majestad, de colores opuestos, por cierto.
Nota 2
Un post de ayer de mi amigo JMQuintana sobre al aborto se pregunta por el cambio de actitud de la Iglesia en relación al controvertido asunto. Calladita hasta ahora con la antigua ley, y ahora en cruzada permanente con la actual en trámite. ¿Qué diferencia hay para el católico entre una ley de plazos y la ley-coladero anterior? ¿Por qué tanta belicosidad ahora y la calma chicha de antes?
Tiene razón el bloguero, aunque yo prefiero enfocarlo de otra manera, pues los asuntos eclesiales me traen al pairo. El tema no es derecho a la vida sí o no, asesinatos o genocidios o el sursumcorda. El asunto es que ante la realidad social de un aborto, que siempre se ha practicado y seguirá haciéndose,¿ tiene que tomar cartas en el asunto el Estado democrático para regularlo de alguna manera o tiene que dejar que se siga practicando en condiciones indeseables y / o que la gente se las apañe para viajar a donde sí pueda hacerlo legal e higiénicamente? ¿Qué hacer con quien sea descubierto en flagrante delito si el aborto cae en la ilegalidad? Si se acepta que tiene que haber un mínimo de regulación podemos empezar a hablar de si es mejor una ley de excepciones como la anterior o una ley de plazos. Luego podemos discutir los plazos. Etcétera.

miércoles, noviembre 11, 2009

De alcorconazos y masturbaciones

Hoy me he levantado doblemente contento: como culé irredento ( es el único sectarismo en el que me reconozco) me alegran las desgracias deportivas de mi rival blanco, pero también como buen aficionado al fútbol, sin más, creo que la gesta del Alcorcón es una gran noticia, por lo que tiene de demostración de que el dinero no lo puede todo.
El Real Madrid no pudo soportar la riada de elogios mundiales que gestó la gran temporada del Barça y literalmente se volvió loco con un alud de fichajes disparatados para silenciar con su estruendo mediático los ecos del triplete azulgrana. Pues, hala, la primera en la cresta: no habrá triplete blanco... Y seguramente de ningún color. Tiene todos los visos de irrepetible.
La otra noticia del día es esa guía sexual de la Junta de Extremadura para que los chicos aprendan a masturbarse. Hombre, siendo positivo, peor me parece que durante tantos años se nos amenazara con penas de infierno por solazarnos con las manitas, o peor, para un hijo de oculista y aspirante a idem, con que nos quedaríamos ciegos, pero el asunto no deja de ser igual de chusco. Por lo que se ve la autoridad competente-eclesial antes, civil ahora-sigue obsesionada con lo mismo. Y nosotros a dos velas, antes porque nos ponían los codos en los guateques y ahora porque tienen jaqueca.

sábado, noviembre 07, 2009

La caza del "progre"

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 7 noviembre

De un tiempo a esta parte menudean los artículos y comentarios referidos a la maldad intrínseca de los llamados “progres” a quienes se atribuyen, como a Satanás, todo tipo de rasgos, últimamente una amalgama de características nazi-talibánicas dignas de una de esas películas de terror que hoy día copan las pantallas de nuestros cines. Sin embargo, cuando éramos jóvenes ser progre, molaba. Quienes adquirían esa mítica condición solían ser sujetos barbudos y con greñas, vestían trenka, acostumbraban a llevar Cuadernos para el Diálogo y / o Triunfo bajo el brazo y dormían bajo el poster del Che Guevara. Pero lo que de verdad les hizo legendarios era lo mucho que ligaban. O lo que se decía que ligaban, que en esas cuestiones, como en política, del dicho al hecho va un considerable trecho.
Algunos de ellos pasaron de la ensoñación a la praxis y bien es cierto que recibieron de lo lindo en comisarías y otros clubes de alterne de la brigada político-social franquista, mientras los apocados que simpatizábamos con ellos, veíamos, escuchábamos, callábamos y nos dedicábamos a preparar oposiciones como Aznar o simplemente a estudiar nuestras carreras. Pero unos y otros llevamos en volandas a Felipe a la Moncloa y fuimos pasando de apocalípticos a integrados y luego a difuminados, a medida que el Progre Máximo cazaba ratones con gatos de todos los pelajes y varios de sus colaboradores no se andaban con tiquismiquis en la lucha antiterrorista al tiempo que se hacían con una pensión extra para asegurarse una vejez saludablemente progresista.
Y colorín, colorado, podríamos sentenciar, de no ser por el empeño de los llamados “tanques de ideas” (think tanks) de la Internacional Conservadora en insuflarles aliento post mortem. Huérfanos de una ideología, más allá de la justificación más o menos cínica del sálvese quien pueda maquillado de amor irrestricto a la Libertad (o sea, a la no injerencia de los poderes públicos en la vida, obra y desfalcos de los ciudadanos emprendedores), rescataron Lo Progre como madre de todas las lacras que entorpecen la marcha alegre de la humanidad hacia el oasis turboconsumista -libertario. Y así nació la moderna caza del progre (también el relativista va de costado esquivando balazos), que enardece a tantos aspirantes a intelectual del siglo XXI, pese a que de aquellos chicos juguetones sólo quedan unos restos de neopijismo de apóstoles de derechos sin deberes adobado con un anticlericalismo de pandereta.
En la nueva teodicea del anarco-libertarismo de derechas que nos asuela pese a su fracaso histórico al ser el muñidor de la actual crisis económica y geoestratégica, ocupa un lugar estelar la defensa a capa y espada de la teoría de que la Cultura, la Justicia, ¡la Educación!, y el sursuncorda, siguen monopolizados por los progres (a quienes se uniría el nacionalismo periférico disgregador, siempre al acecho), desde el fatídico Mayo del 68 (Berlusconi, uno de los anarquistas de derechas más emblemáticos es uno de los principales propagandistas de la idea), y que hay que hay acabar de una vez por todas con tal estado de cosas. Y lo preocupante es que el discurso va calando cual lluvia fina a pesar de la evidente extinción de aquella raza de greñudos cosecha del 68, cuando, por lo menos, aquellos eran unos tipos realmente preocupados por la Cultura (con mayúsculas), básicamente antiautoritarios, nada nacionalistas y con unas ganas locas de marcha, fuera el lanzamiento de adoquines a la estulticia imperante o, como diría Woody Allen, ese intercambio de fluidos que llevaría de rebote a la revolución más importante del siglo XX, la irrupción de la píldora anticonceptiva.
Lo curioso es que donde los progres de antes reivindicaban imaginación, ruptura, libertad, aceleración vital, el pensamiento conservador impulsa ahora políticas de soltar cabos, eliminar barreras para el flujo del dinero, decisiones rápidas “sin complejos”, urbanismo creativo sin hacer caso a teorías apocalípticas como el calentamiento del planeta o timoratas como la conservación paisajística, así que no iría mal reivindicar un neoprogresismo de políticas más pausadas, más deliberativas, con controles eficaces de los flujos financieros y guerra sin cuartel contra la corrupción, protección del medio ambiente frente a furores depredadores, y elaboración de leyes capaces de proteger a los más débiles ( incluidas las lenguas minoritarias).
En pocas palabras, necesitamos nuevos progres, más templados que los de antes (¿más de derechas?), sin delirios de construcción de ningún hombre nuevo, bastante trabajo hay con tratar de mejorar lo presente, respetuosos con muchos de los logros de “la democracia burguesa y el capitalismo”, y defensores de unos valores y una cultura que se puedan desembarazar del abrazo del oso del entretenimiento, el espectáculo y el éxito fácil. Aunque se ligue menos.

miércoles, noviembre 04, 2009

El que se mueva no sale en la lista

Ya tenemos eslogan político para el siglo XXI. Al viejo y caduco (demasiado metafórico para tiempos de reality) lema acuñado por Alfonso Guerra de que "quien se mueva no sale en la foto), le sucede el rajoyano "las listas las hago yo", mucho más directo y, por tanto, contundente. Y así como a la gauche divine aquel exabrupto guerrista le sentó a cuerno quemado por tosco y marrullero, a la derecha sociológica le encantan los arrebatos de testosterona. "Golpe sobre la mesa", "no toleraré nunca más", " es la última vez" etcétera son algunas de las "conclusiones" del último cónclave del partido conservador español a raíz de sus últimas escaramuzas cainitas que no reflejan otra cosa que una lucha a muerte por el poder dentro del partido. Testosterona de salón y poco más. Y sin muchos resultados, Esperanza sigue incordiando, en espera del momento de poder degollar políticamente a Gallardón.
En serio: resulta deprimente para el ciudadano semejante espectáculo. Y es así no sólo por estética sino porque nuestro país necesita ahora más que nunca ( la inepcia gubernamental es flagrante) una oposición solvente y responsable y, lejos de ello no vemos otra cosa que navajeo, sonrisas dentífricas ( insisto, ¿de qué c. se ríe Camps?) y apelaciones a "lavar la ropa sucia en casa". Propuestas creíbles para los españoles, ninguna. En fin.