martes, septiembre 21, 2010

¿Conocerás algún sueño?

El rito anual de acudir al estreno de Woody Allen tiene poco de ritual. Y es que nunca sabes por dónde te va a salir el genio neoyorquino. ¿Cómo que no?, te arguirán los legos en avatares allenianos, siempre está con el mismo rollo, el amor, el sexo, la muerte... ¿Pero es que hay algo más? O dicho de otra manera, ¿hay otras cosas que realmente nos preocupen más? En cualquier caso son asuntos solucionables, la crisis, el paro, el calentamiento global, temas más o menos accesibles si se practican las políticas adecuadas, pero qué sabemos del otro o de nosotros mismos. Ni los más reputados filósofos ni escritores, ni por supuesto clérigos de cualquier calaña, ni otros nigromantes saben nada de lo que somos o adónde vamos.
Este es el numen de la filmografía de Woody quien en esta última entrega "Conocerás al hombre de tus sueños" se recrea en las falsas ilusiones que son la mayoría de las que tejemos los humanos para distraernos de los ineluctable, la decrepitud, la muerte. "La vejez no tiene nada de bueno, no se la aconsejo a nadie", nos dice Woody comentando la película, pero al mismo tiempo nos dice que se arrodillaría suplicante ante un asesino para que le dejara seguir viviendo ("estoy radicalmente en contra de la muerte").
En esta película nos habla de ilusiones truncadas, de subterfugios para encontrar una razón para vivir, ilusiones ("son mejores ilusiones que medicaciones") que se truncan... De hecho sólo parece triunfar la que más se aleja de la realidad, la que se apoya en creencias mágicas, los demás seres sucumben ante la cruda realidad.
No es una película alegre pero la sonrisa jamás te abandona en las casi dos horas que dura el film. Y éste es el gran e inmarchitable mérito de Woody, que sabe trocar su lúcida desesperanza en amable ironía. Sus criaturas están desvalidas, como nosotros.

jueves, septiembre 16, 2010

Annecy

Sentado al atardecer de un hermoso día de septiembre frente al lago de Annecy, observaba el plácido paseo de jóvenes parejas con sus niños bajo los árboles centenarios, el mágico vuelo de los parapentes recortados sobre las montañas que circundan el hermoso lago, las velas deslizándose sobre sus aquietadas aguas... Sí, sería uno de esos momentos en que la vida parece detenerse en un prado de hermosura y paz.
Al día siguiente vuelvo a España y me encuentro con la bronca habitual, diálogo de besugos en que nadie escucha ni argumenta, instalado todo el mundo en su trinchera ideológica. En las televisiones galas he escuchado interesantes y respetuosos debates en los que la gente parecía receptiva y dispuesta a dejarse convencer si los argumentos de los demás son más sólidos, aquí, como en Norteamérica la polarización es estruendosa: la derecha esgrime rancio patrioterismo y demagogia a porrillo como el Tea party de la inefable Sarah Palin y la izquierda moderada no está ni se la espera, perdida en su laberinto.
Pero eso no es lo peor de la vuelta: está la barbarie de Tordesillas con el sádico alanceamiento de un pobre animal indefenso, el artista que pega grillos vivos en un panel para recrearse en su agonía y, sin ir tan lejos, esas hordas de descerebrados que han venido a la isla y nada más bajar del avión pedían al taxista que les llevara a "las playas del anuncio", o esos otros que móvil en ristre se metían bajo los caballos en las fiestas para conseguir imágenes "impactantes"...
En cuanto pueda me vuelvo a Annecy.

lunes, septiembre 06, 2010

Los idus de otoño

La tan traída y llevada "reentré" viene movidita. A los alardes circenses que tendrá que hacer Zapatero para llevar a término su acrobático ejercicio de funambulismo en el ejercicio del poder, se le une ahora la enésima tregua de ETA sobre la que vocifera la inmensa mayoría de medios españoles, incluso los más templados y, aunque no falten razones para ello después de tanta tomadura de pelo, no está de más alegrarse por todos los amenazados que son los vascos no nacionalistas y otros muchos españoles de allende el Urkiola, porque a partir de hoy respirarán más desahogadamente. Pienso que ETA está en las últimas y que cuanto menos caso se haga a sus bravatas, tanto mejor.
Por lo demás, acabado agosto, duro, muy duro para quienes, sin dejar de trabajar, tratamos de agasajar a nuestros visitantes, llegan unos días de vacaciones viajeras que espero relatar en su momento en este blog ahora sin riesgo de que me llamen "progre resabiado", "snob" o "tonto útil". Por cierto, si echan de menos a la alegre muchachada que amenizaba este foro con sus comedidos comentarios, no tiene más que entrar en el de Antonio Izquierdo en El País ("El ojo izquierdo"), donde se hace un recorrido humorístico por lo más granado de las plataformas mediáticas de los "liberales".
Así que hasta dentro de una par de semanas.