jueves, julio 26, 2012

Catecismo en mano

Una de las grandes sorpresas (desagradables) de la legislatura es la deriva  del ministro de Justicia Gallardón, uno de los conservadores hasta ahora con mejor imagen del país, que se ha destapado como un integrista asilvestrado que primero defendió lo indefendible (DÍvar) simplemente porque era manejable para sus planes de reorganización de la Justicia y ahora con su propuesta de obligar a dar a luz a las madres de fetos con graves malformaciones, en una demostración palmaria de lo delirante que puede llegar a ser legislar con el catecismo en la mano.
A partir de ahora y para que los señores obispos estén tranquilos con "el respeto al valor sagrado de la vida" volverán a nacer niños con espinas bífidas, una delas malformaciones más frecuentes, que después de unos años-pocos- de indecibles sufrimientos y múltiples intervenciones quirúrgicas morirán a una edad temprana dejando tierra familiar calcinada a sus espaldas. El señor Gallardón está convencido, como los señores obispos, de que el sufrimiento enaltece y por tanto es necesario "socializarlo", cuando en realidad degrada y embrutece y sólo es "noble" cuando se asume voluntariamente. Tal y como permitía la ley anterior.

domingo, julio 15, 2012

¿Cuándo se gripó el país?

Quizá sería mejor preguntarse cómo, pero la pregunta que Vargas Llosa se hacía, creo que en "Conversaciones en la catedral" sobre "cuándo se jodió" Perú, es de urgente respuesta en nuestro país sobre todo para que no vuelva a repetirse una situación así...Si es que logramos salir de ella.
El prontuario de los actuales gobernantes es claro: la culpa es de Zapatero y, por extensión, de esas diecisiete autonomías/ reinos de taifas que etcétera... ¿Zapatero? Es obvio que fue un gobernante liviano, insustancial, cuyo optimismo antropológico le llevó a ignorar (y por tanto agravar) una crisis de proporciones apocalípticas. "Cero patatero", pues, como gobernante, cuya principal misión es prever y anticiparse a los problemas. Pero el ingenuo ZP no tiene la culpa de una crisis de gran complejidad y novedad, que no tiene nada que ver con las conocidas hasta ahora. Es una crisis global, universal que tiene su origen en las medidas desregulatorias de la actividad financiera que empezaron a tomarse en la época Thacther / Reagan y que continuaron con Bill Clinton, la Tercera Vía laborista británica, etcétera, y que en España se ha agravado dramáticamente por su coincidencia con la explosión de la burbuja inmobiliaria ( Ay, aquella Ley del Suelo de Aznar).
Por eso no se ha resuelto en un pis pas como llegó a creer el núcleo dirigente del PP que pensaba que con sólo desaparecer Zapatero y presentar unos gobernantes "con cara y ojos", desaparecería la presión sobre las cuentas del Reino de España. Pues va a ser que no, y los tiempos del crujir de dientes se van a prolongar para desgracia nuestra. Y tampoco parece que hayan menguado las improvisaciones gubernamentales que tanto se censuraron a ZP.
En cuanto a las autonomías y la imposibilidad de gobernanza con diecisiete reinos de taifas, basta referirse a tantos Estados federales (Alemania, sin ir más lejos, o E.E.U.U ) que funcionan razonablemente. Otra cosa es que algunos de nuestros califas (Camps, Matas) hayan tenido delirios de grandeza incompatibles con el buen gobierno y otros ( Chaves, Griñan) hayan favorecido descaradamente el clientelismo y la corruptela.
Lo que es cierto es que los tiempos del "Y tú más" deberían pasar a mejor vida: las culpas están demasiado repartidas.  

miércoles, julio 11, 2012

Vuelta a Cabrera

Publicado en "Util" julio-agosto 2012

Aprovechando un viaje a Palma, vuelvo a Cabrera después de cuarenta años. La emoción me embarga, no en vano pasé dos meses felicísimos en aquella isla ejerciendo de soldado-médico, y siempre había querido regresar. Y esperaba encontrarla, como así fue, exactamente como la dejé en aquellos lejanos setenta del pasado siglo, incluido mi aposento en el botiquín paredaño con la cantina de los cubatas. No en vano el archipiélago de Cabrera es actualmente Parque Nacional.


En mi segunda estancia (voluntaria, la primera había sido forzosa), aún vivía Franco y no se me ocurrió otra cosa que aparecer por allí con una revista subversiva bajo el brazo, la mítica “Cuadernos para el diálogo”. Se me acercó el teniente, jefe de la guarnición, mirando fijamente la revista. Tierra trágame, esta vez te la has cargado, pensé…

-¿Es el último número?-me preguntó con una mueca ansiosa.

-Siiií…-musité con patente acojono.

-¿Me la puedes dejar?

Bien, hasta aquí la anécdota. Aquel joven militar con quien acabé fraguando amistad, resultó ser próximo a la más que subversiva UMD (La Unión Militar Democrática, que ponía de los nervios a Franco) y estaba allí poco menos que desterrado, lo mismo que muchos de los soldados por cuya salud yo debía velar. Antes de ello, siglos antes, diez mil soldados franceses prisioneros de las guerras napoleónicas fueron abandonados a su suerte en la isla, comiendo lagartijas negras para acabar muriendo de sed e inanición en una de las páginas más sombrías y vergonzosas de la historia militar.

Ahora, en pleno marasmo económico, con la banca española recién rescatada y con la prima de riesgo desbocada, me encuentro sentado en el muelle del puerto de Cabrera, lo mismo que cuarenta años atrás, ajeno a todo, observando maravillado aquel paraje que, desde el castillo restaurado parece levitar fuera del tiempo. Me veo joven, con pelo y nada preocupado por la próstata, pescando, leyendo, estudiando, yendo con el payés Juan Vidal, con cuyas hijas departo ahora en la cantina que regentan, a cazar conejos a la Conejera (cazaba él, yo miraba para otro lado, aunque participaba del guiso posterior sin remordimientos), o navegando de buena mañana en la barca de Lázaro el pescador…

Sentado en el muelle de la bellísima rada (un paisaje que me transporta a la Menorca de mi infancia) pienso en la estupidez crónica (¿irreversible?) de la raza humana enfrascada en un torbellino de absurdas necesidades que ahora no puede pagar. Hoy como entonces, volvería a pedir Cabrera como destino, aunque, como entonces, me llamaran loco.

miércoles, julio 04, 2012

El triunfo del tiqui-taca

Publicado "Diario Menorca" el martes 3 Julio

Mi infancia son recuerdos de un patio de mi casa en el que la radio desgranaba triunfos del Real Madrid y derrotas de la Selección Española… Así eran las cosas, con la única excepción del gol de Marcelino a la entonces pérfida URRSS (también los europeos circundantes eran pérfidos entonces), y de las ligas de Helenio Herrera al frente del Barça. De derrota en derrota hasta la nada final cuando la Selección era conocida como la de “la Furia Hispana”, cualidad que nunca vi por ningún lado, sino mas bien una resignación ovejuna a la implacable eliminación en cuartos.


Me acuerdo de esas casi olvidadas miserias cuando veo a Sergio Ramos dando pases de toreo con un capote en el césped de Kiev y/o la imagen en la red de Ballotelli, torso desnudo, perseguido por un toro bravo… Nada que ver con la realidad, porque de ninguna manera ha sido un triunfo de la “casta” o de la “furia” sino de una alta escuela futbolística basada en el toque y rápida circulación de balón, con jugadores bajitos e incluso enclenques pero dotados de una misma idea futbolística (no digamos cuál para no ofender) que ha sido y es la admiración del mundo.

El llamado tiqui taca que ha dado el triunfo a La Roja y que hasta hace poco aburría a los amantes de un fútbol más directo y racial (de nuevo el malentendido) es la quintaesencia del fútbol siempre que se acompañe de profundidad y su consecuencia, el gol, pero para que el círculo virtuoso se cierre necesita de la colaboración de un rival que quiera estirarse, jugar, justo lo que ayer intentó la desdichada Italia. Cuando el otro se encierra a cal y canto en su área, el tiqui taca se convierte en algo soporífero por su reiteración improductiva.

Afortunadamente para el fútbol y para la prima de riesgo depresiva de la afición española, Italia quiso jugar y salió trasquilada… pese a que España jugara sin “nueve” clásico, debate zanjado. Pienso que la idea de del Bosque es desgastar al rival con el toquiteo para abalanzarse sobre él cuando está mareado de tanto perseguir sombras. Sea como sea, bien por el técnico salmantino, templado y educado como los entrenadores que nos gustan. Enhorabuena a todos y viva la alegría del fútbol. ¡Qué lástima que no cotice en Bolsa!

domingo, julio 01, 2012

Expectación

Falta una hora para el magno acontecimiento que tiene en vilo a dos países, Italia y España. Un amigo mío madrileño, físico nuclear, me dice que va con Italia "porque lo que ahora menos necesita nuestro país es un chute de nacionalismo". Y puede que tenga razón: inquieta la profusión de banderas que ven en las calles de una ciudad mediterránea, isleña, poco dada a manifestaciones patrioteras, y no digo nada si uno imagina lo que estará ocurriendo ahora en la España profunda.
-Pues no le iría mal al país un chute de optimismo, una alegría inocuna entre tanta zozobra-le contesto.
Y así entre reflexiones me entero de que vamos a jugar con un "falso 9", es decir sin atacantes natos. No sé si saldrá bien. Al Barça, cuyo modelo imita la Selección, le suele salir la táctica...Porque está Leo Messi. Del Bosque sabrá lo que significa pasar de héroe a villano en hora y media si la cosa no resulta. Ojalá acierte. Veremos dentro de un rato.