domingo, julio 06, 2008

Contramanifiesto

-No estoy de acuerdo en que se impongan rotulaciones en uno u otro idioma. Mi ciudad se llama Maó en catalán normativo y Mahón en castellano idem, y ambas denominaciones deberían ser cooficiales, como Donosti/ San Sebastián o Vitoria/ Gasteiz.
-No estoy de acuerdo en que el conocimiento de un determinado idioma puntúe más para un puesto, digamos de médico, que el propio curriculum profesional.
-No estoy de acuerdo en que los comunicados de instituciones públicas o semipúblicas se emitan en una sola lengua, cuando hay dos cooficiales....
-Tampoco estoy de acuerdo en que la enseñanza vehicular en catalán, la llamada "inmersión lingüística" conculque derecho alguno mientras se siga garantizando una correcta enseñanza del castellano ( con su tercera hora, por supuesto), como así sucede.
-Tampoco estoy de acuerdo en que por estos lares se persiga al castellano ni que esté en peligro. Afortunadamente para todos, el idioma castellano goza de buena salud.
-Tampoco estoy del todo de acuerdo en que no son los territorios sino los ciudadanos los depositarios de derechos...salvo que me expliquen porque unos territorios tienen más derechos que otros. Así, el castellano es obligatorio en "todo el territorio español", mientras el catalán sólo es "deseable" ( no obligatorio) en su propio territorio de influencia. O sea, que como escribe hoy Ramoneda en El País, hay territorios con derechos lingüísticos y otros sin ellos.
-No estoy de acuerdo en la segregación lingüística, religiosa o étnica en los colegios, me parece pedagógicamente nefasta.
-No estoy de acuerdo en que intentar defender el idioma catalán o cualquier otro minoritario de la deriva globalizadora sea retrógrado y mucho menos "hacer nacionalismo". Otra cosa es la ultilización que del idioma puedan hace los nacionalismos, sean de ERC o españolistas.
-Tampoco estoy de acuerdo en que fomentar el uso de los idiomas minoritarios signifique un "empobrecimiento cultural", sino más bien todo lo contrario. La diversidad es culturalmente fructífera, y cualquier lengua es buena para acceder al universalismo. ¿Acaso no son universales Pla o Espriu?