JUEVES, 5
Rezagos de una semana sin dietario:
-La jubilación de Anna Alvarez, la librera de Fort de l’Eau,
nos deja sin tertulias de los domingos y lo que es peor, sin su inapreciable
olfato para las joyas literarias que merodean por los márgenes de los best sellers. Pero hay que alegrarse por
ella: por fin tendrá tiempo para disfrutar relajadamente de su ingente bagaje cultural. Y
siempre nos quedará el París de
alguna paella.
-Ángel Montoto. Escalofrío ante la
desaparición del compañero y colega
periodístico. Siempre recordaré nuestras reuniones a tres con el profesor
Hernández Mora para orientar, entre carcajadas, nuestras respectivas querencias
literarias, también puedo verle entrando
en el vestuario del equipo de fútbol del Instituto con la cabeza rapada en
tiempos poco dados a tales extravagancias, su llamada desde la distancia para
documentarse sobre los entresijos de la Clínica Barraquer en la que iba a
transcurrir una escena de su novela, nuestras postreras cenas en el puerto hace
ya unos años, unidos por los recuerdos de la infancia y por la común pasión periodística… Descansa en paz,
amigo.
-Política. Dice Felipe González que
vamos hacia un sistema político fragmentado como en Italia, pero sin
italianos, es decir sin finezza, al
albur de nuestro sentimiento trágico de la vida. Como suele decirse, que Dios
nos coja confesados…
VIERNES, 6
Por
iniciativa del alcalde Bill de Blasio, Nueva York se convertirá el
próximo curso en la primera gran metrópoli de Estados Unidos que incluirá entre
los festivos de las escuelas públicas las dos principales celebraciones del
calendario musulmán. De esta manera, las escuelas neoyorquinas rendirán tributo
a las tres grandes religiones abrahámicas…
Mientras tanto, en España vuelve la
catequesis católica a las escuelas, rezo incluido (¿llegaremos a ver el
luminoso día en que se enseñe una
Historia del Pensamiento Religioso igual para todos?), y a partir de ahora será
evaluable la idea muy respetable pero en absoluto probada de que Dios creó el
mundo y que sin Él no es posible la felicidad; y por si fuera poco, a los
profesores que enseñan en la escuela pública semejantes evidencias los nombran los propios obispos y los pagamos entre todos… Oremus.
SÁBADO, 7
En el fragoroso mediodía de Sa Pescateria un amigo muy concienciado
me habla del cambio climático, la deforestación del planeta y, en general, el
ominoso futuro de la humanidad. A nuestra espalda un dúo musical se desgañita
y, ante las dificultades auditivas para seguir el hilo de la retahíla de
catástrofes, le digo que sí, pero que las croquetas de bacalao de Angels están de rechupete, mientras me viene a la
cabeza un poema de Benedetti:
Defender la alegría como una trinchera / defenderla del escándalo y la
rutina / de la miseria y de los miserables / de las ausencias transitorias / y
las definitivas.
DOMINGO, 8
Por fin un sol esplendoroso, sin matices, aunque el viento
siga evocando desgarrones de invierno. En la prensa dominical, me hace gracia
el artículo del director de La Vanguardia
que glosa la figura del legendario inspector Colombo de una antigua serie de
televisión, no por su raída gabardina sino por
ese aire de que la cosa no va con
él, su aparente indolencia, que compara con la de Mariano Rajoy, para resolver
casos enrevesados. Claro que Colombo nunca se encontró con una barra de cap como Esperanza Aguirre…
MARTES, 10
Y Aguirre hasta en la sopa, las
tertulias que amenizan mis correteos seniles por el jardín están que echan
humo. No entiendo muy bien la fascinación que provoca esta mujer en la gente de orden por lo menos de Madrid y
alrededores, cuando es una follonera de manual. Un tertuliano la define como “leninista de derechas” y no va
descaminado: su intervencionismo en Tele Madrid y en Caja Madrid ha sido
proverbial, igual que su escaso tino a la hora de elegir colaboradores y su
habilidad de salirse impoluta de todos
los charcos. No sé, quizá les gusta su desparpajo castizo, su españolismo de
pro (acaba de escribir que vascos y catalanes no disputen la Copa de España) o
su muy aznariano “sin complejos”. La
cosa es que ella no tiene seguidores o adeptos, sino hinchas, por lo que habrá
jaleo.
MIÉRCOLES, 11
Según el investigador de terrorismo
internacional Fernando Reinares, el tristemente famoso 11-M lo malinterpretamos
todos: los que le dieron la culpa a ETA y de paso a Zapatero/ Rubalcaba, pero
también quienes lo atribuimos a la foto
de las Azores. En realidad, el atentado se fraguó en Karachi ¡en diciembre
de 2001!, pero los españoles, al contrario que los británicos, nunca le
habíamos hecho caso a la amenaza yihadista. Y así nos fue.