miércoles, junio 27, 2007

Lorenza, la de Binéfar

Publicado "Diario Menorca" miercoles 27 de junio

La conocí hace más de cincuenta años, cuando yo no era más que un niño pálido y rubio que, apostado tras los cristales de la calle de las Moreras, observaba el trajín de aquel Mahón de procesiones y desfiles, carromatos de aguas turbias, barras de hielo d’en Mana, cajetines limbiabotas d’en Marzo, rumurologías de fulaneos de nobles de casino, reverencias y besuqueos en la mano a curas y hermanos ensotanados, monjitas de cabeza alada, Jaume Seu y En Polaina...

Ella, Lorencita, daba un toque exótico a aquel paisaje de los cincuenta y, por supuesto, a la familia de mi madre. Entonces había pocos forasteros por la isla, y su desembarco veraniego era todo un acontecimiento para aquel niño de derechas de Ses Moreras. Acudía con mi padre al puerto para esperarla a ella y a su familia, mi tío Juan y mis primas, mis amigas más entrañables, con las que me despachaba a gusto hablando castellano, que en aquellos tiempos era todo un toque de distinción. Así eran las cosas en los años de plomo.

Lorenza siempre mantuvo una distancia cariñosamente crítica con los modos y usos sociales de la ciudad, sector gente de orden, a la que pertenecía su familia política, pero jamás dejó de estar en la primera línea de fuego a la hora de ayudar y acoger, como en la precipitada muerte de mi padre y cuando lustros más tarde ocurrió lo que siempre tuvo por inevitable: su definitivo asentamiento en la isla. Siempre lo supo y no opuso la menor resistencia pese a que la separaba definitivamente de su familia. Era el destino de Lorenza, la de Binéfar.

Cuando el entonces estudiante de medicina peregrinaba por tascas y pensiones de medio pelo acudía a sus brazos en Lérida para que procurara consuelo a su nostalgia y a su depauperado estómago. Y ella le mimaba y le cebaba abriéndole de par en par las puertas de su corazón y de su nevera, siempre rebosante de delicias. Era maestra paellera, aunque mi padre, de estómago delicado, las llamaba “paellas asesinas”

Con el paso del tiempo, otra aragonesa recaló en Mahón, arrastrada por un barbado y empecinado oftalmólogo indígena y entonces la de Binéfar ofició de madre y maestra y la nueva mañica, de sobrina-hija, absolutamente devotas la una de la otra hasta el último día. Estuvieron, estuvimos, muy unidos cuando Lorenza perdió a su hija mayor, mi coetánea de sangre burbujeante y corazón tierno, y nunca acabó de superarlo. No hay forma de hacerlo, ninguna madre comprenderá jamás la desaparición de un hijo.

Sí comprendió, sin embargo, que hijas y sobrinos le saliéramos un pelín rojos y lo aceptó con espíritu deportivo. Nos escuchaba e incluso me leía, pero siguió siendo ella hasta el último momento en que desplegó su voto, inequívocamente conservador, como una postrera afirmación de principios, con un deje de ironía. Tras arduos esfuerzos (¿por qué no hay curas de guardia?) conseguí que uno de ellos (gracias Josep por tu presteza) la despidiera de este mundo como ella quería, con su Juan, hijas y sobrinos, y en paz con Dios. Se fue habiendo conseguido lo que pocos: que la gente que la rodeaba, familiares y amigos, se sintieran siempre como con su propia madre.

Esquitxos

Algunos amigos se sorprenden de mi porfía en escuchar todas las mañanas unos minutos la bazofia que vierten en las ondas determinadas emisoras. No puedo evitarlo: mi vocación periodística me obliga a conocer lo que se cuece en los diversos sectores sociales. Pero a fe que ellos constituye todo un ejercicio de autodisciplina. Como el de esta mañana, en que, además de los consabidos enredos sobre mochilas y explosivos ( yo aún me pregunto quién dejó ahí la quijada para que Caín le asestara el golpe mortal a Abel), los tertulianos estaban empeñados en demostrar que España está en guerra en el Líbano ( de tapadillo, claro, porque el blandito Zapatero no tiene las gónadas de Aznar) igual que lo estaba en Irak...
Todo forma parte de lo que explica George Lakoff en el librito que comentaba ayer, falsarios marcos conceptuales en un burdo intento por justificar actuaciones injustificables como la invasión unilateral de un país. Es obvio que España no ha participado en invasión alguna del Líbano. La misión es de interposición entre partes enfrentadas y tiene todas las bendiciones de la comunidad internacional.
Lo de la conspiranoia del 11-M es patético. La manipulación del atentado del Líbano es sencillamente miserable.

martes, junio 26, 2007

Esquitxos

"¿Debería haber consultado Estados Unidos a Naciones Unidas e intentado obtener su permiso para invadir Irak?... Un adulto no pide permiso ni un justificante de permiso. La expresión justificante de permiso te devuelve a tus años escolares, cuando necesitabas que un adulto te diese un vale para ir al baño. Pero no tienes que pedir permiso si eres el profesor o el director, quien tiene el poder, la autoridad moral.."
"Cuando a la palabra fiscal se le añade alivio, el resultado es una metáfora: los impuestos son una desgracia; la persona que los suprime es un héroe, y quienquiera que intente frenarlo es un mal tipo".
Ni que decir tiene que éstas son "ideas" matriz en el pensamiento neoconservador.Y son las que desmenuza el sociólogo estadounidense George Lakoff en el librito "No pienses en un elefante" que acaba de publicar en España la editorial Foro Complutense, analizando el manantial de ocurrencias que suministran los think tanks conservadores estadounidenses y, por extensión, la FAES de Aznar en nuestro país. La conclusión a la que llega el pensador norteamericano es que la gente no vota necesariamente por sus intereses sino por su identidad. Votan por sus valores, por la gente con la que se identifica.
Quizá así se explique la reelección de Bush tras la catástrofe de Irak o el empecinamiento de nuestro PP en la política de tierra quemada en asuntos de contraterrorismo o ahora en su tremendista y nada solidaria respuesta al atentado del Líbano contra tropas españolas.

viernes, junio 22, 2007

Esquitxos

Matas se ha ido y nadie parece saber cómo ha sido, ¡pero si ha ganado en votos!, claman algunos; no me han derrotado las urnas sino una "segunda vuelta" en los despachos, afirma él mismo, sin el menor asomo de autocrítica, sin plantearse tan siquiera las causas de una evidencia colosal: la pavorosa soledad de su partido, incapaz de entenderse con nadie, ni siquiera con la más o menos afín ( por lo menos no parece de izquierdas) y siempre decisiva Unió Mallorquina, a la que no sólo ha ninguneado sino injuriado durante toda la campaña electoral.
Tampoco se pregunta Matas por el precio político de su "solución habitacional" del palacete-ganga, como tampoco se preguntó Aznar por las consecuencias electorales del bodorrio de su hija en El Escorial, ni por el "caso Andratx" y su llamadita previa a la detención del alcalde, ni por las desmesuradas autopistas ni por el urbanismo salvaje, ni por la infame cutrez de IB-3... No, la culpa la tiene un sistema que favorece "las bisagras". Bueno, pues muy bien y buen viaje al señor Matas y a los seiscientos cargos de confianza. Así es la vida de los prepotentes.

martes, junio 19, 2007

Esquitxos

La salud es como el aire que respiramos, sólo nos damos cuenta cuando se hay brisa, y no digamos si ventolera. Uno se levanta más o menos plácidamente ( todos preferiríamos vivir como un lord inglés, con desayuno y periódico en la cama, ¿o no?), se lava, se acicala, evacúa lo evacuable y las piernas responden sin más, un-dos, un-dos, a currar.
Pero un día intentas levantarte y no puedes, te duele aquí y allá, la cabeza te pesa, algo te oprime las sienes, no tienes ganas de ver a nadie...¿Qué ocurre? Pues por ejemplo que el Real Madrid haya ganado la Liga cuando le dabas ya por felizmente desahuciado y sabes que no tienes excusa y tienes que salir de casa y ver determinadaqs expresiones en determinados rostros...Tenerife, Tenerife, ¿por qué nos has abandonado?

lunes, junio 18, 2007

Esquitxos

El otro día, escuchando en el Ateneo de Mahón a la ministra de Educación explicar sin sectarismos el alcance de la reforma que propone su ministerio, sus razonadas respuestas a los docentes que le planteaban dudas, argumentar las sólidas ( y muy europeas) razones para plantear la asignatura de "Educación para la ciudadanía",pensaba en lo mucho, variado e interesante que habría por debatir en nuestro país si no existiera la dictadura informativa de ETA y sus corifeos mediáticos, especialmente de la derecha, empeñados en mantener el tema del terrorismo bajo los focos.
No voy a ser yo quien le quite importancia a la amenaza terrorista, pero me quiero remitir a lo que escribía ayer Manuel Vicente en El País:
"Precisamente por tratarse de un asunto muy grave y complicado hay que dejar el problema del terrorismo en manos de profesionales solventes y discretos. A ellos corresponde dialogar con ETA o no dialogar, detener a los terroristas, juzgarlos, apretar los dientes si se produce el atentado y continuar con el trabajo en silencio..."
Me escandaliza como a Vicent la algarabía en torno a ETA con tanto indocumentado opianando con idiota desparpajo. Mientras tanto, seguimos sin "hacer país".

domingo, junio 17, 2007

Contrastes ibicencos

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 16 Junio

7-VI-07
El vuelo directo a la isla hermana es una golosina más que apetecible para romper una dieta de más veinticinco años sin pisar Eivissa. Además, acababa de contrastar pareceres con algunos partidarios del desdoblamiento de carreteras y de discutir con un acérrimo defensor de la “lengua menorquina” y quería comprobar de primera mano el impacto del asfalto en el paisaje y, por otra parte, si necesitaría intérprete para entenderme con los usufructuarios de la “lengua ibicenca”. En honor a la verdad he de decir que pasaron más de veinticuatro horas hasta que escuché un parloteo homologable con el “menorquín” entre un fárrago de castellano, inglés, alemán, francés y tutti quanti
El trayecto del aeropuerto a la capital, festoneado de cemento y rotondas a varios niveles ya te empieza a persuadir que entras no ya en otro mundo sino en otro planeta illenc, aunque el shock visual ya no se repite en el resto del trayecto de las autovías, mucho más discretas. Al llegar a Vila, la sorpresa es acústica: hacía ya muchos años que había olvidado cómo suena un concierto de bocinas y cómo se circula con escasos semáforos…y una apabullante ausencia de guardias municipales, autoridad competente pero invisible. Llegar al hotel, en los aledaños del puerto cuesta un montón de vueltas y revueltas para acabar aparcando en un descampado de los varios que proliferan en la ciudad con la “P” de parking, polvorientos basurales “vigilados” por espontáneos recaudadores que exigen su diezmo por no se sabe qué servicio. Autovía fluida y ruidoso embotellamiento en la ciudad, curious.
Sólo te quedan ánimos para darte un primer garbeo de inspección por Vara de Rey, principal arteria de la ciudad y reponerte del susto cenando en la terraza de “Alfredo” unos calamares a la ibicenca ( salteados con verduras), mientras observas el peculiar carrusel humano, personal e intransferible, y sientes el primer aguijonazo de envidia: Eivissa capital es un caos urbanístico y circulatorio, pero late, vive intensamente, te hace sentir el encanto de la urbe cuando el sol declina y los comercios siguen abiertos, las terrazas de bares y restaurantes burbujeantes de actividad. Levantamos nuestras copas de rosado de Formentera y hacemos votos por la resurrección de la fúnebre capital de Menorca.

8-VI-07
Ya sabíamos que Eivissa vive de noche, pero no que sus ecos reverberaran en las paredes de los hoteles, cuando a partir de las cuatro o las cinco de la mañana empiezan a regresar los peregrinos a los templos discotequeros sin dejar de cantar sus estruendosos salmos por los pasillos. Lamentablemente me había dejado en casa los tapones para los oídos que utilizo en mis escasas irrupciones en el santuario del Vive Menorca y tuve que echar mano del orfidal.
Uno de los inmarcesibles placeres de una ciudad viva es un buen desayuno (café doble y ensaimada) en una terraza tan cosmopolita como la del Hotel Montesol, de estilo colonial, también en Vara de Rey, mientras repasas la prensa del día que, ¡a las nueve de la mañana ya está en la isla!, seductoramente multicolor y con su erótico aroma a tinta fresca. Al tiempo que echas una furtiva mirada a alguna beldad extraviada en aquellas insólitas horas (en Ibiza son imprescindibles las gafas de sol en su versión tapa-pasiones). Hoy leo en Diario de Ibiza que han sido clausuradas tres de las legendarias discotecas de la isla por tráfico de drogas. En la prensa nacional, lo de siempre: ETA marca la agenda.
Pero es hora de explorar y nos vamos hacia el Norte en una autovía semivacía, nada chirriante desde el punto de vista paisajístico y realmente cómoda para el conductor, y cumplimos el ritual, pasando por el Puig de Missa, de exuberante vegetación, paisaje de montaña inédito en Menorca, para rendir pleitesía al islote de Tagomago desde la Cala San Vicente. No puede faltar un baño en Aigües Blanques, un marco inmejorable, evocador, muy evocador de nuestros propios parajes, para nuestra première de la temporada, y enfilar el segundo chapuzón en Cala Boix previo suculento arrós negre sobre el acantilado, en un restaurante absolutamente recomendable como es “La Noria”, donde maceran durante horas una ensalada autóctona sencillamente regia. Después de una prescindible parada en Santa Eulalia conviene regresar y prepararse para el primer asalto al barrio de La Marina, una vez cerciorados el día anterior de que Dalt Vila, donde antaño pudieran verse a nativas ataviadas a la antigua usanza, se ha convertido en un parque temático de restaurantes que se apiñan sin casi margen para el peatón.

9-VI-07
Tras la segunda noche toledana en el hotel ( thank you, orfidal ), corresponde a los expedicionarios explorar el sur, animados por las portentosas panorámicas contempladas ayer frente a la isla de Tagomago. Pero difícilmente pueden satisfacer a los menorquines paisajes anodinos como los de Ses Salines, Es Cavallet o pedregales como Es Jondal o Es Cubells, aunque el premio de la jornada viene cuando llegas al acantilado frente a islote de Es Vedrá, un paisaje único en las islas ante el que el tiempo parece suspendido en un aire surcado por las gaviotas. Aquello es tan sobrecogedor que merece una contemplación sosegada, lo que se consigue en Cala d’Hort, desde donde incluso puede hacerse una excursión para rodear el mítico islote que al viajero menorquín le da la impresión de una monumental Pregonda.
Otra paradoja curiosa de esta isla de contrastes es que desde Aigües Blanques, no hemos visto nudismo. En el enclave de la disbauxa hay menos despelote, o por lo menos no tan indiscriminado como en nuestra, por otra parte, más pacata isla. También llama la atención que en sus playas más emblemáticas en vez de los consabidos chiringuitos menorquines con vocación y trato de tales (excepto en el precio), haya restaurantes con manteles, nada escandalosos en su arquitectura, bien ensamblados en el ambiente, donde con una atención impecable puedes darte un homenaje de cocina marinera a precios razonables (mucho más proporcionados que los que estilan por aquí). El dominio que los cocineros ibicencos demuestran de arroces y fideuás, es proverbial, así como su amable profesionalidad.
El fosquet (sol post dicen por aquí en el catalán de Eivissa-vamos, diría que es lengua catalana lo que hablan-, mucho más parecido al nuestro que el de Mallorca) de la capital pitiusa es hoy especial: entre drag queens y bullicio callejero me entero de Lo Inexorable, es decir, que el Real Madrid vuelve a salvar los muebles en el último minuto y es ya campeón virtual. Sic transit.

10-VI-07
Una somera excursión por el interior, tras una rápida visita a Portinatx, donde vanamente esperábamos encontrar vestigios de un antiguo puerto pescador, es suficiente para darse cuenta del llamativo abandono del campo, donde apenas se ven cultivos…ni animales, salvo alguna cabra extraviada: Sant Miquel, Sant Mateu, Santa Agnés son pueblos evanescentes, casi virtuales, como las propias ciudades, Eivissa aparte. Sorprende el contraste de las ultramodernas y polémicas autovías (el debate sigue abierto: ¿les han hecho perder el poder a los populares?) con el abandono no ya de un campo tan feraz como feroz en su anarquía vegetal, sino con el pésimo estado de las carreteras comarcales, mal señalizadas y repletas de socavones. Es imposible para el viajero menorquín no comparar con nuestro bucólico paisaje de llocs encalados, tancas ordenadas y vacas pastando. Tampoco se ven alayores ni mercadales ni tan siquiera,¡ay!,un Fornelles. Sus pueblos son sólo aglomeraciones turísticas intercambiables unas con otras.
Pero nuestro objetivo en la jornada de despedida no es otro que visitar las majestuosas Platges del Comte cerca de San Antonio (tan prescindible como Santa Eulalia), con su ringlera de islotes, un cautivador paisaje, agreste y montaraz como el de nuestra costa norte, pero con un restaurante notable donde solazarse con un marinero arroz meloso con el que te despides de la isla hermana mientras los ojos te hacen chiribitas ante tanta belleza, tanto contraste, tanta paradoja, tanta disbauxa.
Tras aterrizar en Menorca, recorro las mortecinas pero ordenadas calles de mi ciudad natal y respiro aliviado. Me parece formar parte de una sociedad más articulada y tranquila y de un paisaje más ensamblado con el factor humano. Aquí todo parece más integrado, terminado, allí hay un permanente y febril estado de obras. La sociedad menorquina puede que sea más timorata a la hora de encarar el turismo, más ambigua, más dubitativa, más hipócrita según un amigo mallorquín. Puede, pero visto lo visto, no me extraño de nosotros mismos: los ibicencos se han entregado a una forma de vivir y vender que les va bien, aunque es un modelo harto arriesgado y nada transferible.
Hoy mismo, en Diario de Ibiza, su director Joan Serra comenta que “las grandes discotecas de Ibiza son un modelo de referencia en todo el mundo, un activo turístico valiosísimo que hemos de conservar, pero que puede autodestruirse por sus propios excesos”. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? Ibiza ha apostado por el turismo joven y fiestero. De hecho sorprende la relativa tranquilidad con que te mueves por sus joyas costeras, y es que sus visitantes no van a eso, duermen de día y trotan de noche. Termina su artículo Joan Serra: “Hay que conciliar el turismo joven de diversión con los derechos de los residentes, pisoteados, y con las exigencias de otros segmentos del mercado turístico que huye del ruidoso bullicio y busca tranquilidad. Si no somos capaces de reorientar toda la actuación pública y de comprometer a las empresas del sector en esta triple dirección, corremos el riesgo de morir de éxito y arruinar un poco más la imagen de nuestra isla.”
Ibiza me ha parecido tan entrañable como extraña e inquietante. Hablamos el mismo idioma, gozamos de un paisaje similar y, aunque ambas islas padecemos la misma invasión de celentéreos (sólo el invento de una caldereta de medusas o un vol au vent de su gelatina puede salvarnos: fichemos a Ferrán Adriá ), no compartimos la misma visión del fenómeno turístico. Por cierto, ¿cuál es la nuestra?

12-VI-07
Exhausto por el abortado“proceso de paz” y el de la dilapidación de la Liga por el Barça, con las retinas devastadas por tanta belleza ibicenca y los tímpanos estragados por los ecos de su frenesí juerguista, cierro el dietario para recogerme bajo el ullastre, donde permanecerá abierto mi cibernético blog para lo que gusten criticar. Bon estiu a tothom.

domingo, junio 10, 2007

Bye, Bye, Residencia.

Aunque hace ya catorce años que dejara de acudir diariamente a Sa Résidencia para cumplimentar mi trabajo, no se han debilitado nunca los lazos que he mantenido con ella. No en vano mi padre fue su primer oftalmólogo y allí me llevaba de la mano para, para…¡¡ Qué ladino!! Ya sé para qué me llevaba, como se confirmaría años más tarde, cuando inicié mi carrera médica y velé, años más tarde, mis primeras armas como médico general en los consultorios de la planta baja. Luego vendrían veinte años de apasionante trabajo diario, porque me correspondió la tarea de organizar un servicio que no existía, y participar activamente en la gran revolución tecnológica de mi especialidad.
No son precisamente anécdotas lo que recuerdo de Sa Résidencia, sino categorías, porque allí fui testigo, muchas veces inerme, de terribles sufrimientos, de desgarros vitales de familiares, amigos y conocidos, a quienes intenté siempre aplicar el lenitivo de la sonrisa amable, el gesto amistoso o simplemente la compañía silenciosa. También en el hoy vacío pero no hueco edificio comprobé, en infinidad de ocasiones, la sorprendente capacidad del ser humano de ser inmensamente generoso y compasivo.
En dos ocasiones creí que la techumbre de Sa Résidencia se me caía encima, aprisionándome angustiosamente. La primera, cuando apenas contaba veintiún años y asistía a la agonía de mi padre, un ser absolutamente vital hasta la víspera. Allí vi truncada una de mis grandes ilusiones: trabajar con él en aquel hospital, que era el nuestro. La segunda, años más tarde, cuando, deambulando por los pasillos, me llegó la noticia de la muerte de la doctora Gertrudis Grange, alma blanca envuelta en piel negra. En aquel momento percibí la sobrecogedora sensación de un silencio abisal en medio del ruido. Caminaba por la tercera planta como si estuviera rodando una película muda, veía gesticular a la gente del atrezzo pero no les oía.
Ahora me despido de Sa Résidencia, nuestro pasado, al tiempo que doy la bienvenida al futuro, plasmado no sólo en el nuevo hospital, un prodigio cibernético, según me dicen, que espero no implique un menoscabo en el contacto humano con los pacientes, sino también, en el doctor Bosch III que, en breve, iniciará en él su andadura profesional, lo que hará que tanto la doctora Valero como yo mismo nos sintamos parte del nuevo “Mateu Orfila”.
Me gustaría haber podido escribir un desenfadado muestrario de anécdotas, porque haberlas haylas, como las meigas, pero un hospital no es asunto baladí, y mucho menos cuando es el único en una comunidad tan peculiar como la isleña. De hecho en Sa Résidencia nunca hubo clases: allí hemos visto compartir regüeldos y ventosidades al obrero de la construcción, al preboste de las finanzas y al obispo de la diócesis, una auténtica escuela de cohabitación interclasista, única e intransferible. Quizá por ello pueda decir sin ambages que mis veinte años en esta inolvidable casa me han hecho mejor persona, y éste es el mejor tributo que puedo ofrecerle en la hora del definitivo adiós.

Dietario sábado 9 Junio 2007

Publicado en el "Diario Menorca" el sábado 9 de junio 2007
1-VI-07
Con orgullosa satisfacción de paisano y amigo por su trayectoria profesional y una enorme curiosidad por conocer los entresijos de un gran periódico, acudo al Ateneo para escuchar a Susana Cuadrado, subjefe de la sección de política nacional del diario La Vanguardia. La periodista no se anda con florituras ni se da pisto por codearse con la elite mediática de nuestro país. Va al grano para subrayar el carácter eminentemente empresarial de las principales cabeceras (Avui y Gara serían las excepciones), con sus correspondientes servidumbres: “¿Daríamos cumplida información de noticias que pudieran perjudicar a una empresa-léase Corte Inglés, por ejemplo-que nos proporciona enormes ingresos en publicidad?”
Habló de la curiosa vocación de “institucionalidad” de su periódico, en el sentido de mantenerse a flote en la centralidad (PSC-CIU-PP) sin convertirse nunca en oposición al poder. Contó con pelos y señales una reciente llamada amenazadora del jefe de gabinete de Montilla a su superior inmediato Jordi Barbeta y la contundente pero aséptica (sin tan siquiera pedir dimisiones) respuesta pública del periódico.
Lo cierto es que en el debate posterior convinimos en que en el panorama periodístico español, La Vanguardia sea hoy el principal referente de objetividad, sumido en una profunda crisis empresarial Abc, decantado El País como oposición al PP, El Mundo como diario de autor de su peculiar director, en confrontación permanente con el gobierno del PSOE (y con claros tintes amarillistas según mi opinión), y La Razón como exponente de la extrema derecha.
En el futuro, la prensa cibernética y el papel de la impresa: según Susana, la de papel será el reducto del análisis y la reflexión… Aquí la periodista me pareció una tierna soñadora: ¿queda alguien por ahí dispuesto de verdad a reflexionar?

3-VI-07
Navego por Internet para sobrellevar la inminencia del desastre liguero y el mono por la falta de fútbol inglés, y me doy de bruces con el mundo de los ciberfachas del que había escrito alguna vez Juan Cueto. Se trata, según el comunicador asturiano, de una tribu de internautas que, a través del teclado, proyectan en las pantallas las más rancias ideologías, descargando a su vez todos sus tópicos y obsesiones.
Rebuscando en mi propio nombre, me encuentro con un blog ciberfacha local en el que me ponen a caer de un burro por mi desfachatez al defender el carácter no enfermizo de la homosexualidad (con lo claro que tienen ellos que los gays son tarados reeducables). De paso recibe estopa Es Diari por acogerme en sus piadosas páginas e incluso el obispo de la diócesis por consentirlo. Todo ello trufado de citas joseantonianas y lamentos por la pérdida de valores de toda la vida. Inasequibles al desaliento.

4-VI-07
Bancos, oenegés, vendedores de vinos, encuestadores… Es un auténtico martirio, a cualquier hora, incluidas las de la siesta. “Hola, Pedro” Suena el teléfono y son ellos. Hoy, una voz pizpireta me ha preguntado sin cortarse “¿Cómo estás, rey?”, antes de ofrecerme una promoción de vinos. He supuesto que procedía de Mallorca, muy dados nuestros vecinos a este real tratamiento (creo que en el fondo son monárquicos y por eso votan a la señora Munar). En fin, que no consigo llevarme bien con el teléfono, sea portátil o fijo, se está convirtiendo en una enfermedad social, de la que sólo se salvan los fanáticos de la disponibilidad, encantados ellos con el asedio a cualquier hora y en cualquier lugar. Localizables y disponibles a tiempo completo, ¡¡socorro!!

5-VI-07
Se acerca el final de la Liga y mucho me temo cómo acabará: de forma parecida a las elecciones madrileñas, aunque en vez de una romería a la calle Génova la tendremos en La Cibeles, y es que se ve, se siente, España vuelve a estar presente. Si uno observa la riada de banderas y atiende a las encuestas post electorales a pie de calle, no cabe duda de que, aparte el prestigio de Gallardón y Aguirre y las torpezas socialistas, el nacionalismo español cabalga de nuevo a lomos del renqueante jamelgo zapateril (encima con gualdrapa culé, para mayor provocación), empeñado en pastar en territorio enemigo y coquetear con jinetes de provincias poco recomendables.
Por otra parte, el Osasuna se ha salvado, pero los pamplonicas expresaron en el último partido su disgusto por propiciar el descenso a los infiernos de la Real Sociedad y, un tanto empachados de manifestaciones madrileño/españolistas en su nombre, van y abuchean a los suyos en su propio feudo ¡por ganar! Y también votan nacionalista, aunque no al de la gente normal y decente sino al disgregador y demoníaco.
En fin, obviando el fútbol (los del Barça andamos últimamente con pesadillas), lo cierto es que los nacionalismos realmente existentes en nuestro país se retroalimentan unos a otros. Aviados estamos los descreídos.

6-VI-07
Las luces se apagan, la ficción de la vida tranquila abandona el escenario. Los encapuchados vuelven con su cortejo de amenazas, extorsiones y bombas. Y lo hacen porque quieren imponer por la violencia lo que saben que difícilmente conseguirían por vías democráticas, su delirante “Euskadi reunificada, socialista y euskaldun” que jamás ha existido, y porque en el fondo, no saben vivir de otra manera que como funcionarios de la violencia. Habrá que prepararse para resistir.
El mal fario se acrecienta con la desaparición de Andreu Murillo, inasequible al desaliento en sus convicciones, tanto como en su apuesta personal por la honestidad y el estudio. Echaremos de menos su afable humanidad y su enciclopedismo generoso y dicharachero.

La Otra Adolescencia

Publicado en "Util" en mayo 2007

Aunque seamos unos ceporros, nos pasamos la vida aprendiendo cosas. Cuando niños, observamos -mimetizando a veces- a los chicos mayores, y deseamos ser como ellos, cuando adolescentes, oteamos el horizonte de los que empiezan a ser “personas de provecho”, como se decía antes, ahora serían simplemente “competitivas”, o peor aún, “agresivas” (también investigamos cómo ligan). Más adelante, descubrimos los entresijos de la profesión, el ser padres, jefes, simples currantes o amantes de las moquetas y los canapés si conseguimos algún cargo público. En fin.
Acabas por asentarte, o así lo crees, en una personalidad más o menos definida y crees que has madurado definitivamente y que el resto de tu vida no va a ser más que una acotación tras otra a pie de página de una narración biográfica perfectamente estructurada, pero vuelves a equivocarte porque en realidad nos han soltado a una especie de escenario en el que se desarrolla una obra (un vodevil en la mayoría de los casos) cuyo argumento desconocemos y ni siquiera sabemos qué papel nos corresponde; emitimos unas parrafadas más o menos inconexas y al final hacemos un mutis por el foro con las gónadas en la garganta porque nos imaginamos qué desenlace nos espera.
Así son las cosas, sucesivos papeles que interpretar sin tener la menor idea de cómo, ya que las muletas que te ofrecen son harto deficientes o cuando menos, poco prácticas, que si “Dios proveerá” “el abuelo siempre lo decía”, “todo por la patria”o sandeces por el estilo. Ahora mismo leo una información sobre el envejecimiento de la población: cada mes 36.000 personas cumplen 65 años en España, edad en que a uno le empiezan a llamar “viejo”. Pues bien, me doy cuenta de que, aún relativamente lejos de esa inquietante frontera biográfica, estoy de nuevo en plena adolescencia. Sólo que esta vez no aflora una nueva barba (en la calva me iría muy bien) ni me salen granos en la cara sino que me crece la próstata y proliferan matojos de pelos en mis orejas. Pero por lo demás, tres cuartos de lo mismo: no tengo ni idea de cómo afrontar esta nueva adolescencia. Entre otras cosas porque no me atraen los bailes de salón ni los viajes a Benidorm. Ni siquiera el baloncesto, porca miseria.

martes, junio 05, 2007

Esquitxos

Ahí están de nuevo los encapuchados dispuestos a matar por la"soberanía de la patria vasca", esa abstracción que, según ellos, no es posible defender por vías democráticas. Claro que no si quieren la independencia aquí y ahora. El País Vasco jamás ha sido "soberano" y si quiere serlo lo será, aunque sólo por vía pacífica...y con paciencia. La democracia tiene sus reglas, lentas y premiosas pero seguras. Y si no que se lo pregunten a checos y eslovacos, separados sin traumas, o a los nacionalistas de Quebec que no se separan de Canadá simplemente porque pierden todos y cada uno de las consultas populares que obligan (democráticamente) a realizar. Y Escocia, que tarde o temprano lo planteará...
Lo que ocurre es que los etarras y su mundo "abertzale" saben que es muy improbable que por vías exclusivamente democráticas consigan su soñada "Euskadi reunificada y euskaldun", entre otras cosas porque más de la mitad de la población, diría que las tres cuartas partes no lo consiente. Es por eso, y porque no saben vivir de otra manera, son auténticos funcionarios de la extorsión, por lo que vuelven a lo suyo.¿Resistiremos con cordura?

domingo, junio 03, 2007

Esquitxos

Hoy me he levantado deprimido y no es por la lluvia: no sé si superaré el disgusto por el despecho con que nos ha dejado Condolezza Rice, "Condi" para sus amigos. Pese a los requiebros de Moratinos con regalo de mantón de Manila incluido, ella no acepta nuestros devaneos con Cuba porque como musa de la democracia y los derechos humanos imparte certificados de buena conducta por el mundo.
Seguramente por ello su país se hermanó con Franco y Pinochet entre otros paladines de la democracia, declaró que el "tejerazo" era un "asunto interno", bombardea e invade países según necesidades internas, promueve paraísos jurídicos como Guantánamo, organiza vuelos turísticos a parques temáticos de la tortura, etcétera.
En fin, no digo que no sea mejor llevarnos bien con la primera potencia del mundo, pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras porque le caigamos fatal al desacreditado Bush. Sinceramente, entre la actual situación diplomática (las relaciones entre los dos países funcionan pese a la mala química entre sus presidentes) y la humillación anterior de ver a nuestro presidente haciendo de palanganero de los dislates de Bush, prefiero la actual, aunque ello no signifique ningún aval a la errática política exterior de ZP&Moratinos, sociedad bastante limitada.

sábado, junio 02, 2007

Dietario 2 Junio 2007

Dietario publicado en "Diario Menorca" el sábado 2 de junio 2007

25-V-07
Improvisado debate con unas amigas sobre la inclusión de inmigrantes en alguna lista electoral. Ellas manifiestan ciertas reservas: temen que quieran imponer taimadamente sus valores y yo prefiero que participen activamente en el sistema, que se imbuyan de los nuestros. Es un pensamiento que converge acerca de lo que pienso de Turquía y su debatida integración en Europa. Sé que es compleja y difícil, que puede ocasionar turbulencias de todo tipo, pero es un país con vocación laica que puede llamar a la moderación democrática (Europa) a otros más islámicamente asilvestrados. Una Turquía con mayoría musulmana pero con efectiva y diáfana separación Iglesia-Estado sí puede contagiar valores occidentales. Lo mismo que la flamante ministra francesa/marroquí de Justicia, o un concejal subsahariano en nuestros ayuntamientos.
La conversación me retrotrae a lo que comentaba ayer Josep Mª Quintana sobre la integración de los inmigrantes en nuestro sistema de salud pública, porque acababa de escuchar otra conversación inquietante, en la que alguien, incomodado por ciertas aglomeraciones en el nuevo hospital Mateu Orfila, proponía que los inmigrantes acudiesen a otras horas…

26-V-07
Comentamos en la mañana sabatina la aparición del nuevo partido que promueve mi siempre admirado Fernando Savater (su coraje y honestidad intelectual son proverbiales). Mi contertulio cree haber encontrado su partido en base al laicismo radical y al antinacionalismo que propugna. Me declaro completamente de acuerdo en la primera premisa, entendida como absoluta neutralidad del Estado en materia religiosa, y también en la segunda si el antinacionalismo (o sea, la negativa a conceder primacía de supuestos valores colectivos étnico/lingüístico/religioso/sentimentales sobre los individuales) incluye también al nacionalismo español, bastante asilvestrado últimamente. Pero aún así, ¿hay alguna propuesta más en el nuevo partido?

27-V-07
Domingo encapotado que obliga a la necesaria reflexión electoral. Rebobino una conversación de anoche en plena celebración nupcial, pespunteada por las incontenibles manifestaciones de euforia de los chicos de Lázaro Alcaide, que ya acarician el título de Liga (sólo el Zaragoza puede salvarnos). Entre estentóreos “que se besen”, me veo obligado a defender a los políticos, porque me irritan esas pudibundas exhortaciones a la ética, como si los civiles fuéramos un dechado de virtudes frente a esa caterva de pillastres que hoy pasan por el escrutinio de las urnas.
Los políticos, planteo entre el guirigay ambiental, no son diferentes a nosotros, es más, no son más que nuestro reflejo en el espejo, y es cierto que su nivel ha bajado, ZP no le llega a las suelas de los zapatos a Felipe González, Aznar idem de idem a Suárez, incluso el último Aznar, una especie de plañidera patética, poco tiene que ver con el que empezara su primera legislatura como presidente. De acuerdo, pero ¿y nosotros? ¿quién no conoce en su ámbito laboral o social a conciudadanos dudosos que confunden interesadamente lo público y lo privado, a algún demagogo sin cargo político que se llena la boca de ética y maltrata o explota a sus próximos?, ¿quién de tanto buenista no trata de escamotear lo que puede a Hacienda?
Antes teníamos elites ilustradas que marcaban una línea y bellísimas personas a las que tratar de emular… ¿Quién pone hoy la mano en el fuego por un congénere? Es lamentable sí, pero las cosas son como son, y bastante tienen los políticos con hacer el ridículo en los mítines o con su fotografía colgada de una farola, o asistiendo luego a interminables reuniones presupuestarias que no resistiríamos, o estropeándose fines de semana con tediosas inauguraciones vecinales.... Hala idò, a votar, y sí te consideras tan impecablemente bueno, déjate de predicar y preséntate la próxima vez.

28-V-07
Hacía tiempo que no me olvidaba del fútbol en una noche dominguera, hasta el punto que ni siquiera me he permitido el lenitivo del ver el gol con la mano del Real Madrid para reafirmar la teoría de la conspiración que empieza a germinar en mí para justificar la derrota final. En fin, el asunto es que ni me acordé anoche, metidos, mi mujer y yo en un vertiginoso zapping.
Algunas de las preguntas que me hacía en el último dietario han tenido respuesta, y muy especialmente la más relevante: mallorquines e ibicencos sí parecen haber reaccionado a una política demasiado prepotente y agresiva con el medio ambiente, y ello es un dato sumamente positivo. Menorca sigue en su línea de desarrollo tranquilo, impasse, según algunos, y resisten el fortín mahonés y el Consell, sempiternos muros de las lamentaciones para los populares, debido en buena parte a la estabilidad del voto del PSM, inasequible al desaliento en su defensa del crecimiento sostenible y la unidad de la lengua catalana.
Otras preguntas tienen ya respuesta: se impone el carisma de Ramonet en Es Mercadal, se avala la ingeniería pactista de Irene Coll en Es Castell y los ciudadelanos barren a Llorenç Casanovas, aunque no al otro candidato peculiar, Joan Triay, manteniéndose la hegemonía conservadora (auténtica mayoría natural en Cap de Ponent). Entre las sorpresas, el éxito personal de Maite Salord en Ciudadela, el de Josep Carreras en Ferrerías, y la entrada en el Ayuntamiento de Mahón de Ciutadans, perdón, Ciudadanos, que como era previsible, han pescado más en el caladero de la derecha anticatalanista que en el de la izquierda.
Al final de la jornada, la eufórica concentración de Génova augura otra similar en la Cibeles dentro de un par de semanas, ¡ay!

29-V-07
Sorprende la noticia de que Menorca, la isla más estable políticamente, sea la que más casos de alcoholemia positiva registra en la carretera. Parece que aquí la disbauxa va por otros senderos. Habría que estudiarlo por distritos electorales: ¿más positivos en ponent o en llevant, ¿en votantes conservadores o progresistas?... Interesante cuestión en época de pactos.