domingo, junio 03, 2007

Esquitxos

Hoy me he levantado deprimido y no es por la lluvia: no sé si superaré el disgusto por el despecho con que nos ha dejado Condolezza Rice, "Condi" para sus amigos. Pese a los requiebros de Moratinos con regalo de mantón de Manila incluido, ella no acepta nuestros devaneos con Cuba porque como musa de la democracia y los derechos humanos imparte certificados de buena conducta por el mundo.
Seguramente por ello su país se hermanó con Franco y Pinochet entre otros paladines de la democracia, declaró que el "tejerazo" era un "asunto interno", bombardea e invade países según necesidades internas, promueve paraísos jurídicos como Guantánamo, organiza vuelos turísticos a parques temáticos de la tortura, etcétera.
En fin, no digo que no sea mejor llevarnos bien con la primera potencia del mundo, pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras porque le caigamos fatal al desacreditado Bush. Sinceramente, entre la actual situación diplomática (las relaciones entre los dos países funcionan pese a la mala química entre sus presidentes) y la humillación anterior de ver a nuestro presidente haciendo de palanganero de los dislates de Bush, prefiero la actual, aunque ello no signifique ningún aval a la errática política exterior de ZP&Moratinos, sociedad bastante limitada.