sábado, diciembre 26, 2009

Dietario navideño

publicado en "Diario menorca" el sábado 26 Diciembre

17-XII-09
Hijo y nuera se van de tournée navideña familiar y esta vez me siento más intranquilo que de costumbre. ¿La carretera, la nieve? Nada nuevo en estas fechas. Lo he vivido durante décadas cuando éramos nosotros los que nos desplazábamos. ¿Cuál es la novedad que me tiene en un sin vivir? ¡Es la abuelez, estúpido!, me digo. Y es que esta vez también se va Inés, mi embrionaria nieta, y la preocupación es triple, ¡triplísima!, la primera sensación navideña del año…
O quizá fue el otro día en una comida familiar, siempre la familia en estas fechas, cuando debatíamos algo relacionado con las tareas domésticas y, mi mujer, al quite, trataba de defenderme.
-Pues P. ayuda mucho-apuntaba ella, mientras este lletraferit ponía mentalmente el verbo en cursiva.
-Pues sí-enfaticé en plan kamikaze-, me encargo de esto, de aquello y de lo de más allá-a estas alturas de mi perorata ya había cerrado los ojos sabiendo lo que se me venía encima (hablar de ayudar en casa en presencia de una mujer reivindicativa es decididamente suicida).
-Esta es la gran diferencia-intervino por fin Ella sin pestañear-, los hombres podéis enumerar lo que hacéis en casa. Nosotras, ni sabemos.
La dulce Navidad, la apoteosis de los valores familiares, ya estaba ahí.

19-XII-09
Pero Navidad es también amor, alegría, emoción, nostalgia. Para el carro, hombre, la nostalgia es un error. Porque antes siempre trasteábamos, impotentes y frustrados, tras la grupa del equipo del Régimen. Ahora no hacemos sino ganar. Hoy de nuevo el Barça me ofrece un gran regalo navideño. Y se me pasa el rigor mortis en que me tenía sumido la gripe y el gol del Estudiantes de la Plata para dar paso al calorcillo hogareño propio de estas fiestas tan entrañables, etcétera. ¡La vida es bella! (sin necesidad de James Stewart),...pero efímera: pediré a los Reyes Magos una cura de desintoxicación de triunfos futbolísticos para aceptar de buen grado lo que tenga que venir. Porque el Maligno, encarnado en un portugués chulapón que parece salido de un chotis, acecha.

20-XII-09
Ni toros ni gaitas (gallegas): la unidad es España está garantizada por la Liga de fútbol. En lugar de consultas más o menos folklóricas, que se pregunten los catalanes en qué competición jugaría el Barça en el caso de una eventual secesión. ¿Qué sería del alma culé sin la visita anual al Bernabéu?, ¿qué sería de nosotros sin la posibilidad de expiar nuestras frustraciones en el Templo del Mal?
De todas formas, y volviendo a los toros: ¿Ha pensado alguien en la posibilidad de salvar lo mejor de la fiesta nacional suprimiendo la sangre?

21-XII-09
Volvamos al epicentro, a la familia, y su consustancial carácter ambivalente que destaca Pascal Bruckner en su último ensayo (“Le paradoxe amorourexEdit Grasset. Paris): a la vez refugio y calabozo, la alegría de sentirse querido y protegido y la desazón de presentir la amenaza de las peores abominaciones. ¡Ay ese amor familiar tan entrañable y que tantas veces termina abruptamente cuando el notario lee el testamento…! Pero no seamos agoreros y brindemos por lo mejor de todo ello.

22-XII-09
La Lotería y sus epifenómenos, otro signo inequívoco de la unidad patria: hoy no hay tertulias-excepto en Catalunya Radio, hélas-, sólo el sonsonete de san Ildefonso y luego, a llegar a casa, el consabido regadío con cava. Melancolía por el viaje planeado y ya perdido (¿New York, quizás?: a partir de determinadas edades sólo hay que releer…)

23-XII-09
Mañana es Nochebuena y debo transmitir buenas vibraciones. ¿Qué decir que no sea empalagoso tópico? ¿Qué postal escribir? Como casi siempre, acudo a los libros. Por ejemplo no encuentro mejor mensaje navideño que el que transmite Nelson Mandela, el artífice del moderno e integrador Estado sudafricano a través de su vida, novelada por el periodista John Carlin (“El factor humano” Galaxia Gutemberg): Tratar de ponerse siempre en el lugar del otro, quitarse el rencor de encima como quien limpia una huella en el espejo (la antesala ineludible del perdón), buscar la empatía de las pequeñas cosas para construir otras más grandes. Ese es el legado de Mandela y, al mismo tiempo, la postal navideña del dietarista.
Bueno si les queda un hueco en la biblioteca déjenlo para un libro de próxima aparición. Se titula “Inventario de perplejidades” y lo escribe un viejo amigo de ustedes que lleva más de cuarenta años importunándoles con sus cosas en estas páginas y que no es nadie sin su calor. De hecho es un friolero nato. Bones Festes a tothom.

domingo, diciembre 20, 2009

Cura de desintoxicación

Bueno, ya está. El Barça lo hizo de nuevo. Completamente al revés que en casi toda mi vida en que el sino era perder perder y volver a perder, y ver siempre la grupa del equipo del No-Do. Ahora gana, gana y gana incluso cuando uno ya ha arrojado la toalla y estaba ya con el paño de lágrimas en la mano. Muy bien, el año ha sido colosal, único, irrepetible, pero ¿Ahora qué?
Porque habrá que empezar a perder algo digo yo, máxime cuando vemos crecer implacablemente al Poder Blanco. ¿Y cómo se va a metabolizar eso después de tanto éxtasis victorioso? Los culés necesitamos urgentemente un centro de deshabituación al éxito. Y seguro que los hay : jamás hubiera sospechado que los hubiera para adictos al sexo (¿Cómo íbamos a pensar los hijos del franquismo que una actividad tan deseada como mitificada pudiera llegar a causar adicción?), y seguro que los hay para el éxito futbolístico. Si los madridistas hubieran recurrido a ellos ahora no sufrirían de ansiedad.

sábado, diciembre 19, 2009

Fusiones y corridas

¡Prisa se fusiona con Telecinco! ¡¡Con Berlusconi!! ¿Qué hace la empresa editora de mi periódico, el de los progres, relativistas,equidistantes, pijos, elitistas culturales y algún que otro masón uniéndose con el maldito bastardo!... ¡Es la economía, estúpido! La amenaza de bancarrota genera los más extraños compañeros de cama. Así es la vida en el turbocapitalismo. A mí, como socio inveterado de Sogecable, adicto a la televisión digital de pago, que me registren; siempre le estaré agradecido por tantos años de buena televisión, de películas sin anuncios, de buenos programas de jazz, por los asépticos informativos de CNN+, por haberme dado a conocer la Premier League. Sólo aspiro a que la calidad se mantenga y pueda mantenerme alejado de la otra televisión, la de las series clónicas y los estúpidos concursos, la de tomates y tertulias vociferantes. Con tan poco bagaje uno ya se conformaría. No están los tiempos para grandes expectativas.
Otrosí: Los toros. Hoy los diarios madrileños aprovechan la coyuntura de la iniciativa popular catalana para aventar de nuevo el nacionalismo español: "Cataluña prohíbe los toros para alejarse de España", "La Fiesta nacional en peligro" etcétera. Bueno, en principio parece que sólo se trata de una propuesta de discusión en el Parlament, impecablemente democrática, sobre la que los juicios de intenciones sobran. En segundo lugar, en Canarias sí está prohibida la fiesta y nadie se rasga las vestiduras. En pocas palabras, a mí no me gustan los toros como ningún otro espectáculo en el se martirice a los animales, no por ser profundamente español. Creo que está condenado a su extinción natural pero respeto las decisiones democráticas. No creo que haya por qué dar rienda suelta a la demagogia.

miércoles, diciembre 16, 2009

Conspiraciones

Inmersos en el caso Haidar, al que no se atisban salidas dada la intransigencia del gobierno marroquí y el papanatismo buenista del español, saltan otros dos asuntos con claras concomitancias, las casi simultáneas agresiones al primer ministro italiano Berlusconi y al periodista de Abc y TeleMadrid Herman Tertsch, ambas condenables como todo acto de violencia.
En el caso italiano, la crispación ambiental era y es evidente. Las peculiares maneras de gobernar de Il Cavaliere, confundiendo servicio público con negocio privado, manipulando leyes para conseguir su inmunidad en las múltiples causas que tiene abiertas, su escandalosa conducta con las mujeres etcétera ha generado un clima irrespirable, lo cual no justifica lo que parece la acción aislada de un perturbado ni la posterior reacción de los medios berlusconianos abonados rápidamente a la teoría de la conspiración rojo-laicista.
En el caso Tertsch, tres cuartos de lo mismo. Aunque no suelo ver TeleMadrid, sí leía a Tertsch cuando escribía en El País y lo sigo haciendo ahora en Abc. En cuanto a Wyoming, le veo ocasionalmente. Para hacerme una idea de lo ocurrido acudí a las fuentes, en este caso Youtube, para ver primero el video de Tertsch con su contundente "Mataría a 20 terroristas con tal de liberar a los cooperantes españoles". Bien nada sorprendente. Es un pensamiento muy arraigado en personas de temple autoritario, Thachter, sin ir más lejos, quien en una ocasión no dudó en "matar a varios terroristas" en Gibraltar para salvar-y lo consiguió- a unos rehenes... Lo que hizo Wyoming en su habitual sección "Videos manipulados", en la que suele cambiar las palabras de los oradores con sentido humorístico, fue poner en boca de Tertsch otros "posibles objetivos de su furor homicida", como Zapateros, etcétera. Una broma quizá un tanto pasada de rosca pero, en principio, no generadora de violencia contra el periodista, quien días después fue agredido a altas horas de la noche en un pub, en lo que tiene todos los visos de una pelea tabernaria. Sin embargo, el propio periodista (junto con la aguerrida presidenta de Madrid)lo atribuye a una conspiración de "antisistema, antifascistas, rojos, la Sexta etcétera", lo que le atribuye inmediatamente una condición de héroe "contra el pensamiento único zapateril" y demás tonterías.
En fin, que los países del sur de Europa seguimos siendo un foco de conspiraciones de toda laya. Aviados estamos

sábado, diciembre 12, 2009

¿Dónde jugaría el Barça?

Mañana se producirá, Laporta mediante, el evento consultivo "soberanista" en Cataluña / Catalunya. Decenas de ciudades y pueblos van a votar en referéndum oficioso-no es legal ni vinculante ni ilegal ni desdeñable- si ven su futuro fuera o dentro de España. Bien, particularmente no tengo nada que oponer a todo aquello que se haga sin violencia y con afán más lúdico que otra cosa. Y si un día va en serio y se produjera una mayoría clara en el Parlament sobre una hipotética secesión, podría pasar como en Quebec, donde los nacionalistas fuerzan una y otra vez una consulta-que allí sí es legal y vinculante- para separarse de Canadá. Claro que allí nadie se rasga las vestiduras al grito de ¡La patria en peligro!, y tienen un Tribunal Supremo que en vez de hacerse la dama ofendida va y legisla en el único sentido posible, el de la razón jurídica y la lógica democrática. Y así dictamina y crea jurisprudencia que para separarse de un país al que pertenecen desde hace la tira, debe haber una pregunta clara e inequívoca, nada de subterfugios autodeterministas o soberanistas: nos vamos o no nos vamos, una mayoría suficiente de convencidos (no la cuantifica, pero en todo caso debería ser superior a un 60%), y por último, ponerse de acuerdo con el resto del país para el "reparto de muebles".
Repito, a mí no me inquieta una hipotética salida de los catalanes de España. No creo en unidades sagradas ni mantenidas manu militari o por fundamentalismos constitucionalistas. Lo que me inquieta de verdad es , primero, que Laporta el presidente del Barça se signifique tanto en el momento más dulce de la historia de mi tribu deportiva, cuando es la admiración del mundo mundial. Puede desestabilizarnos y jamás se lo perdonaría. Y segundo: ¿En qué liga jugaría el Barça en el caso de un adiós a España?

lunes, diciembre 07, 2009

¡Todo gratis!

Un anuncio televisivo lo dice alto y claro: ¿Qué tiene la palabra "gratis" que enardece al personal? Pues ni más ni menos que éste se ha creído la milonga de la extensión infinita de derechos sin cortapisas ni deber alguno. Si la Educación y la Sanidad son gratis, por qué no la Cultura, se dice la ciudadanía cibernética. ¿Acaso no tenemos derecho al acceso a sus fuentes?
Una de las expresiones más preclaras del actual estado de cosas es la exigencia de la Internacional Internauta del acceso universal a los contenidos culturales de la Red de redes. Películas, música, libros, todo está ahí, en el ciberespacio, listo para tomarlo, como la fruta del Edén. ¿No tomó Eva la manzana? ¿Por qué no podemos bajarnos la película, el disco o el libro que nos apetezca? ¡Es la libertad!, exclaman ufanos los internautas quienes aconsejan a los autores "que se adapten a los tiempos" (en román paladino, que se apañen como puedan), como los pesqueros que frecuentan la costa de Somalia.
Y luego viene el típico discurso neoanarquista de las perversas intromisiones del Estado en el libre mercado, el regreso de Orwell y su Big Brohther, el Estado policial, la pérdida de la intimidad (privacidad, dicen ahora en spanglish), y el sursumcorda, obviando arteramente que la legislación europea incluye todo tipo de sanciones, incluidas penas de prisión contra quienes atenten contra los derechos de autor en el ciberespacio (en Alemania, sin ir más lejos, la ley prevé hasta tres años de cárcel por vulnerar los derechos de autor).
Quizás un ejemplo ayude a comprenderlo mejor: ¿Qué dirían los arquitectos si empezaran a colgarse sus planos y proyectos y la gente empezara a bajarlos para hacerse sus casas por el morro? Pues eso y cuidado con los cantos indiscriminados a la Libertad, tan superventas hoy día.
Ya sabemos que escritores y artistas son gentes de la farándula, o sea, de mal vivir, pero incluso gente tan poco recomendable tiene sus necesidades, es decir, sus facturas que pagar. Pequeño detalle.

sábado, diciembre 05, 2009

Achique de espacios

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 5 diciembre

La actual deriva de la vida política española está pidiendo a gritos un narrador que, al estilo de Javier Cercás en su magnífica “Anatomía de un instante” sea capaz de urdir un cañamazo que le dé sentido si es que es posible tan descomunal tarea, aunque si lo ha logrado con el galimatías del 23-F, quién sabe. Porque lo cierto es que sentido, ¿coherencia?, en lo que vemos y oímos todos los días, se advierte muy poco. Más bien parece un relato lleno de ruido y furia descrito por un idiota, que diría el clásico.
Es como si se hubiera producido una reducción del espacio del debate, al estilo de aquel famoso “achique de espacios” del entrenador argentino César Luis Menotti, mediante el cual trataba de que sus pupilos redujeran el campo de juego y, por tanto, margen de maniobra de su rival para un mejor despliegue propio cuando el balón fuera recuperado. Pero sólo parece cumplirse la primera parte del plan, y así nos encontramos, con un enjambre de piernas que dificulta y llega a imposibilitar el juego preciosista de algún iniesta capaz de sobrevolar la mediocridad y dar un pase de gol que ilumine nuestros atribulados corazones, tan ahítos de juego bronco como necesitados de talento ante el desolador paisaje, más propio de una novela de Corman McCarthy que de un país europeo.
El “achique de espacios” entre los dos grandes partidos es tan apabullante que, en lugar de internadas por los terrenos de la construcción de Europa, la inmigración, el modelo energético y productivo etcétera , apenas se atisban unos áridos brotes de anarquismo de derechas, con agrestes florecillas conspirativas y espículas antisistema, y por el lado opuesto, matojos de neopijismo progre enzarzados ambos en una maraña inextricable de discusiones bizantinas: apelaciones evanescentes a la “extensión de derechos”, a una “nueva economía competitiva basada en la competitividad en la que no haya vencedores ni vencidos” (sic JL R.Zapatero) o, por el otro lado, cantos elegíacos por la “Libertad” perdida que nos ofrecen una vaporosa receta basada en la bajada de impuestos y en la reducción de gastos sin especificar cuáles ya que, simultáneamente, no se paran en mientes a la hora de prometer el oro y el moro “social”, o sea, la cuadratura del círculo. Cualquier xavi empeñado en racionalizar el juego y conferirle imaginación quedaría inutilizado en semejante maraña.
El estado actual del terreno de juego, hecho un patatal por la crisis que no era, no hace sino favorecer el juego de los jugadores leñeros en detrimento de los talentosos. Así, asistimos atónitos a la entronización de la marrullería como bella arte, jaleada desde las respectivas trincheras como el summum de la operatividad. Ya vale todo, desde le gol con la mano (“es un juego de pillos”, dicen entre guiños cómplices), a las campañas de intoxicación gubernamental masiva con eufemismos sonrojantes, pasando por la intimidación de los árbitros / jueces, cuyos órganos colegiales son manipulados obscenamente, y la propagación interesada de teorías conspirativas que ponen en solfa las reglas del juego, que es como ponerlo todo patas arriba, tarea a la que aplica con denuedo la oposición desde que perdiera el poder.
Mientras el Barça y la Selección española triunfan por la artística calidad de su juego en el centro del campo, la política española se empeña en jugar por sus toscos extremos que no hacen más que lanzar centros prehistóricos que nadie es capaz de aprovechar: si se trata de la articulación de España, un extremo propone directamente un drástico “cepillado” autonómico y el otro te manda un melón soberanista. Si hablamos de una ley de interrupción del embarazo el extremo derecho te pasa una indigesta pelota llena de asesinos genocidas y el izquierdo un balón envenado de derechos infinitos sin deberes ni responsabilidades. Ahora mismo acabo de recibir un encendido mail que canta las bondades de la piratería informática. Los autores que se busquen la vida, viene a decir. Lo dicho, falta finezza. Aunque siempre nos quedará Messi.