miércoles, diciembre 16, 2009

Conspiraciones

Inmersos en el caso Haidar, al que no se atisban salidas dada la intransigencia del gobierno marroquí y el papanatismo buenista del español, saltan otros dos asuntos con claras concomitancias, las casi simultáneas agresiones al primer ministro italiano Berlusconi y al periodista de Abc y TeleMadrid Herman Tertsch, ambas condenables como todo acto de violencia.
En el caso italiano, la crispación ambiental era y es evidente. Las peculiares maneras de gobernar de Il Cavaliere, confundiendo servicio público con negocio privado, manipulando leyes para conseguir su inmunidad en las múltiples causas que tiene abiertas, su escandalosa conducta con las mujeres etcétera ha generado un clima irrespirable, lo cual no justifica lo que parece la acción aislada de un perturbado ni la posterior reacción de los medios berlusconianos abonados rápidamente a la teoría de la conspiración rojo-laicista.
En el caso Tertsch, tres cuartos de lo mismo. Aunque no suelo ver TeleMadrid, sí leía a Tertsch cuando escribía en El País y lo sigo haciendo ahora en Abc. En cuanto a Wyoming, le veo ocasionalmente. Para hacerme una idea de lo ocurrido acudí a las fuentes, en este caso Youtube, para ver primero el video de Tertsch con su contundente "Mataría a 20 terroristas con tal de liberar a los cooperantes españoles". Bien nada sorprendente. Es un pensamiento muy arraigado en personas de temple autoritario, Thachter, sin ir más lejos, quien en una ocasión no dudó en "matar a varios terroristas" en Gibraltar para salvar-y lo consiguió- a unos rehenes... Lo que hizo Wyoming en su habitual sección "Videos manipulados", en la que suele cambiar las palabras de los oradores con sentido humorístico, fue poner en boca de Tertsch otros "posibles objetivos de su furor homicida", como Zapateros, etcétera. Una broma quizá un tanto pasada de rosca pero, en principio, no generadora de violencia contra el periodista, quien días después fue agredido a altas horas de la noche en un pub, en lo que tiene todos los visos de una pelea tabernaria. Sin embargo, el propio periodista (junto con la aguerrida presidenta de Madrid)lo atribuye a una conspiración de "antisistema, antifascistas, rojos, la Sexta etcétera", lo que le atribuye inmediatamente una condición de héroe "contra el pensamiento único zapateril" y demás tonterías.
En fin, que los países del sur de Europa seguimos siendo un foco de conspiraciones de toda laya. Aviados estamos