¡Prisa se fusiona con Telecinco! ¡¡Con Berlusconi!! ¿Qué hace la empresa editora de mi periódico, el de los progres, relativistas,equidistantes, pijos, elitistas culturales y algún que otro masón uniéndose con el maldito bastardo!... ¡Es la economía, estúpido! La amenaza de bancarrota genera los más extraños compañeros de cama. Así es la vida en el turbocapitalismo. A mí, como socio inveterado de Sogecable, adicto a la televisión digital de pago, que me registren; siempre le estaré agradecido por tantos años de buena televisión, de películas sin anuncios, de buenos programas de jazz, por los asépticos informativos de CNN+, por haberme dado a conocer la Premier League. Sólo aspiro a que la calidad se mantenga y pueda mantenerme alejado de la otra televisión, la de las series clónicas y los estúpidos concursos, la de tomates y tertulias vociferantes. Con tan poco bagaje uno ya se conformaría. No están los tiempos para grandes expectativas.
Otrosí: Los toros. Hoy los diarios madrileños aprovechan la coyuntura de la iniciativa popular catalana para aventar de nuevo el nacionalismo español: "Cataluña prohíbe los toros para alejarse de España", "La Fiesta nacional en peligro" etcétera. Bueno, en principio parece que sólo se trata de una propuesta de discusión en el Parlament, impecablemente democrática, sobre la que los juicios de intenciones sobran. En segundo lugar, en Canarias sí está prohibida la fiesta y nadie se rasga las vestiduras. En pocas palabras, a mí no me gustan los toros como ningún otro espectáculo en el se martirice a los animales, no por ser profundamente español. Creo que está condenado a su extinción natural pero respeto las decisiones democráticas. No creo que haya por qué dar rienda suelta a la demagogia.