"¿Debería haber consultado Estados Unidos a Naciones Unidas e intentado obtener su permiso para invadir Irak?... Un adulto no pide permiso ni un justificante de permiso. La expresión justificante de permiso te devuelve a tus años escolares, cuando necesitabas que un adulto te diese un vale para ir al baño. Pero no tienes que pedir permiso si eres el profesor o el director, quien tiene el poder, la autoridad moral.."
"Cuando a la palabra fiscal se le añade alivio, el resultado es una metáfora: los impuestos son una desgracia; la persona que los suprime es un héroe, y quienquiera que intente frenarlo es un mal tipo".
Ni que decir tiene que éstas son "ideas" matriz en el pensamiento neoconservador.Y son las que desmenuza el sociólogo estadounidense George Lakoff en el librito "No pienses en un elefante" que acaba de publicar en España la editorial Foro Complutense, analizando el manantial de ocurrencias que suministran los think tanks conservadores estadounidenses y, por extensión, la FAES de Aznar en nuestro país. La conclusión a la que llega el pensador norteamericano es que la gente no vota necesariamente por sus intereses sino por su identidad. Votan por sus valores, por la gente con la que se identifica.
Quizá así se explique la reelección de Bush tras la catástrofe de Irak o el empecinamiento de nuestro PP en la política de tierra quemada en asuntos de contraterrorismo o ahora en su tremendista y nada solidaria respuesta al atentado del Líbano contra tropas españolas.