VIERNES, 8
Leo el nuevo
libro de Astérix y Obélix con el entusiasmo del
niño que devoraba las entregas semanales de aquel Capitán Trueno
salvapatrias (hoy día posiblemente entraría a saco en el Palau de la Generalitat dispuesto a poner en su sitio a los
malandrines y bellacos separatistas). Me sumerjo en “Astérix y los pictos” con
la escafandra de la prevención, pues se trata del primer número sin ninguno de
sus fundadores. Fallecido hace años Gosciny, y retirado Uderzo, toman el relevo
nuevos guionistas y dibujantes (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad) y la verdad es
que de no saberlo uno pensaría que el tándem primigenio continúa. El dibujo es
idéntico y la chispa del guión, constante. Ahí está el consuetudinario chovinismo
francés, y los consabidas pero siempre divertidas pullas sobre otras gentes y
países. A mi nieta le encanta el simpático y juguetón monstruo del lago Ness…
SÁBADO, 9
Ante el
tremedal de mensajes contradictorios sobre las perspectivas económicas, acudo a
mi economista de cabecera (catedrático de la cosa) para que me ilustre.
Transcribo su respuesta: “Mi opinión es que la recuperación no es tal,
especialmente la del consumo y empleo. Mejoran ligeramente las expectativas pero
falta nuevo crédito y la política fiscal
tiene aún signo contractivo. La
propensión a consumir aumentará poco porque una proporción muy alta de la población no ahorra (más bien desahorra), por lo que no tiene
capacidad de sustituir ahorro por consumo y la demanda interna crecerá muy
poco…”
No es fácil,
no, seguirle el hilo a la religión del siglo XXI. Me entraba mejor y me daba
menos miedo aquella que nos amenazaba con las llamas del infierno…
DOMINGO, 10
Anna la
librera me informa de que las ventas de Es Diari se disparan los domingos.
-Será por las
páginas salmón-le digo-, hoy día la economía manda.
-Siento
decepcionarte pero creo que es por el “Pronto”…
Lamiendo la
herida, paso a la lectura de los dominicales (El “Pronto” ya lo he ojeado en
casa, pero no sale mi favorito, un tal Mohedano, cuyas cuitas arrasan en
televisión). Variadas exégesis a las
intervenciones de dos ex presidentes de los pasados días. A los dos se les nota
un ego superlativo pero mientras Felipe González tamiza el suyo con una porosa
capa de ironía que le humaniza, Aznar da rienda suelta a su chulería
mesiánica envuelta en un tono áspero y
bronco, como de perenne amenaza. Bon ball
té en Rajoy!
LUNES, 11
Nuestros
gobernantes siguen insistiendo en la falacia de que como les votaron
masivamente, esto implica la aceptación acrítica del pack completo de su oferta electoral, e incluso de su programa
oculto (quienes les critican es porque no asumen los resultados electorales,
nos dicen campanudamente). Obviando el exabrupto, sería sumamente interesante-si
las encuestas serias no fueran tan costosas-, conocer las opiniones de los votantes
populares, por ejemplo sobre la necesidad de la reforma de la Ley del Aborto
planteada por Gallardón, o en toda la
Ley Wert, incluidas las ayudas a la
educación segregada por sexos o en la relevancia de la nota de Religión para la
obtención de becas, o aquí, en la
apresurada aplicación de una alocado Til,
o en el aún más doméstico asunto de las macro rotondas…
MARTES, 12
¡Dos meses
sin Messi! ¿Volverán añejas banderas victoriosas al paso alegre y marcial del
Séptimo de Caballería de los comandantes Ronaldo-Bale? ¿Podrá contrarrestar la
sutileza Cesc-Neymar a la contundencia castrense de las milicias blancas?
MIÉRCOLES, 13
Y hablando de victorias, la Bodega Victoria de
Mahón fue el centro de reunión laico por excelencia, pese a su sospechoso
nombrecito (los otros eran el local de la OJE o el de Acción Católica), en que
los jóvenes de los sesenta y primeros setenta nos reuníamos con las chicas (o
sin chicas, para qué vamos a engañarnos). Nos sentábamos ante una mesa de
madera rebosante de cacahuetes y vasos de sol
y sombra, un vino extrañamente dulzón que ahora me confiesa Miguel Torres,
su antiguo propietario, que era una mezcla de tinto catalán y moscatel con un
aderezo secreto de su padre que se niega a desvelarme pese a que le tengo cogido por el ojo. Honor y prez, que cantábamos entonces a
un beato, a la Bodega Victoria