domingo, noviembre 17, 2013

Banderas victoriosas

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 17 Noviembre 2013


VIERNES, 8

Leo el nuevo libro de Astérix y Obélix con el entusiasmo del  niño que devoraba las entregas semanales de aquel Capitán Trueno salvapatrias (hoy día posiblemente entraría a saco en el Palau de la Generalitat dispuesto a poner en su sitio a los malandrines y bellacos separatistas). Me sumerjo en “Astérix y los pictos” con la escafandra de la prevención, pues se trata del primer número sin ninguno de sus fundadores. Fallecido hace años Gosciny, y retirado Uderzo, toman el relevo nuevos guionistas y dibujantes (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad) y la verdad es que de no saberlo uno pensaría que el tándem primigenio continúa. El dibujo es idéntico y la chispa del guión, constante. Ahí está el consuetudinario chovinismo francés, y los consabidas pero siempre divertidas pullas sobre otras gentes y países. A mi nieta le encanta el simpático y juguetón monstruo del lago Ness…

SÁBADO, 9

Ante el tremedal de mensajes contradictorios sobre las perspectivas económicas, acudo a mi economista de cabecera (catedrático de la cosa) para que me ilustre. Transcribo su respuesta: “Mi opinión es que la recuperación no es tal, especialmente la del consumo y empleo.  Mejoran ligeramente las expectativas pero falta nuevo crédito y la política fiscal  tiene aún  signo contractivo. La propensión a consumir aumentará poco porque una proporción muy alta de  la población no ahorra (más bien desahorra), por lo que no tiene capacidad de sustituir ahorro por consumo y la demanda interna crecerá muy poco…”

No es fácil, no, seguirle el hilo a la religión del siglo XXI. Me entraba mejor y me daba menos miedo aquella que nos amenazaba con las llamas del infierno…

DOMINGO, 10

Anna la librera  me informa de que las ventas de Es Diari se disparan los domingos.

-Será por las páginas salmón-le digo-, hoy día la economía manda.

-Siento decepcionarte pero creo que es por el “Pronto”…

Lamiendo la herida, paso a la lectura de los dominicales (El “Pronto” ya lo he ojeado en casa, pero no sale mi favorito, un tal Mohedano, cuyas cuitas arrasan en televisión).  Variadas exégesis a las intervenciones de dos ex presidentes de los pasados días. A los dos se les nota un ego superlativo pero mientras Felipe González tamiza el suyo con una porosa capa de ironía que le humaniza, Aznar da rienda suelta a su chulería mesiánica  envuelta en un tono áspero y bronco, como de perenne amenaza. Bon ball té en Rajoy!

LUNES, 11

Nuestros gobernantes siguen insistiendo en la falacia de que como les votaron masivamente, esto implica la aceptación acrítica del pack completo de su oferta electoral, e incluso de su programa oculto (quienes les critican es porque no asumen los resultados electorales, nos dicen campanudamente). Obviando el exabrupto, sería sumamente interesante-si las encuestas serias no fueran tan costosas-, conocer las opiniones de los votantes populares, por ejemplo sobre la necesidad de la reforma de la Ley del Aborto planteada por Gallardón, o en toda la Ley Wert, incluidas las ayudas a la educación segregada por sexos o en la relevancia de la nota de Religión para la obtención de becas, o aquí, en la  apresurada aplicación de una alocado Til, o en el aún más doméstico asunto de las macro rotondas…

MARTES, 12

¡Dos meses sin Messi! ¿Volverán añejas banderas victoriosas al paso alegre y marcial del Séptimo de Caballería de los comandantes Ronaldo-Bale? ¿Podrá contrarrestar la sutileza Cesc-Neymar a la contundencia castrense de las milicias blancas?

MIÉRCOLES, 13

 Y hablando de victorias, la Bodega Victoria de Mahón fue el centro de reunión laico por excelencia, pese a su sospechoso nombrecito (los otros eran el local de la OJE o el de Acción Católica), en que los jóvenes de los sesenta y primeros setenta nos reuníamos con las chicas (o sin chicas, para qué vamos a engañarnos). Nos sentábamos ante una mesa de madera rebosante de cacahuetes y vasos de sol y sombra, un vino extrañamente dulzón que ahora me confiesa Miguel Torres, su antiguo propietario, que era una mezcla de tinto catalán y moscatel con un aderezo secreto de su padre que se niega a desvelarme  pese a que le tengo cogido por el ojo. Honor y prez, que cantábamos entonces a un beato, a la Bodega Victoria