19-X-12
En espera del acto de apertura de
curso en el Ateneo y, tras lamentar la incomprensible coincidencia horaria con
el debate en el Foro Menorca de Economía, desgrano una ristra de recuerdos: mi
primer discurso, la primera vez que hablaba en público, a comienzos de los
ochenta, con Camilo J. Cela, padre, de conferenciante y en presencia del
gobernador militar y el obispo de la diócesis, un trago nada fácil; cómo no
rememorar el último, tras siete años de presidencia y veintidós en la junta
directiva, ante Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España, cuando anuncié-con
voz un tanto quebrada- mi renuncia, tras comprobar que había perdido impulso…
Y siempre el secretario Paco Fábregues en el centro del torbellino de la
memoria: mi principal apoyo, mi amigo, mi confidente, el meticuloso traductor
que daba forma a mis balbuceos en catalán, la lengua de mis ancestros que no
había podido aprender de niño. Siempre que me acerco por la secretaría, ahora
notablemente más ordenada (la mano femenina of
course), me parece verlo adherido a su sempiterno cigarrillo de caldo, aureolado por la ironía casolana que nunca le abandonaría.
¡Cuánto merodeo juntos por la sala de actos, atronadoramente vacía cinco minutos antes de un acto en el que
habíamos depositado todos nuestros afanes! “¡Ja n´hi ha una dotzena!”, me
tranquilizaba él cuatro minutos después…
Recuerdos, vivencias impagables, y
una inmensa gratitud hacia la entidad que no sé si me hizo más culto, pero sí,
indiscutiblemente, más civilizado. Enhorabuena y ánimos a la agosarada presidenta.
20-X-12
Camilo José Cela hijo nos hablaba
anoche de belleza y su correlato cerebral. Luego, en Ses Forquilles, A.S me recordaba una cita apócrifa: “La belleza no
es más que la búsqueda de la felicidad”. Pero para quienes no creemos en la
felicidad (estado permanente, y por tanto inalterable, utópico, de beatitud),
sino solamente en la alegría de vivir, el engarce de alhajas / buenos momentos,
la belleza no es más que una evasión. Como decía Oscar Wilde, todos estamos en
la cuneta, pero algunos miramos a las estrellas. Me gustaría ser de esos.
Y de evasión a evasión. Tarde de
cine. A la salida, una pareja-ella visiblemente consternada-me preguntan
(ociosamente, ya se lo imaginan) qué película he ido a ver.
-Woody Allen, por supuesto. Casi dos
horas con la sonrisa puesta-les confirmo.
-Pues yo me he puesto morada (blava) de tanto llorar-me contesta ella.
- ¿Algo de maremotos lacrimógenos?-pregunto, también
ociosamente.
-Sí, hip.
-Allá vosotros.
22-X-12
“Ganan las vigas maestras” reza hoy
el titular de La Vanguardia, el más
expresivo de los que he encontrado en la prensa, más allá del notablemente
exagerado “Respaldo absoluto a Rajoy” de La
Razón, aunque bien es cierto que el
contundente triunfo de Feijó en Galicia no deja de ser un alivio para el
atribulado presidente del Gobierno, mientras el desplome socialista es el
epitafio de Rubalcaba.
Y es que el PP en Galicia y el PNV en
el País Vasco son dos pilares
inamovibles que ganan una y otra vez las elecciones en sus respectivas
comunidades, y este es un hecho democráticamente inobjetable que por una parte
es un lenitivo para el Gobierno, pero por otra, la vasca, plantea otro problema
político de primer orden: ¿Cómo afrontar una mayoría tan arrolladora del
llamado soberanismo, más allá de los consabidos exabruptos de la caverna
mediática madrileña?
Claro que es poco probable que los
vascos planteen un órdago como el de los catalanes. A ellos les va muy bien con
esa anomalía jurídico-constitucional que
es el Concierto Vasco y sobre el que
Europa plantea cada vez más objeciones. No, no creo que los soberanistas vascos soberaneen
demasiado.
23-X-12
En el frontispicio del Ministerio de
la Verdad, que describe George Orvell en “1984”, podía leerse: “La guerra es la
paz” “La libertad es la esclavitud” “La ignorancia es la fuerza”, apoteosis de
la neo lengua de la legendaria novela. A partir de ahora podríamos añadir
algunas frases más: la ya mítica de Rajoy de “Haremos lo que hay que hacer”, la
del catalán Homs “Nos manifestamos para ser lo que somos” y la más reciente pero no menos genial del Govern de les Illes, para hablar
de la lengua catalana sin mencionar su nombre: “La lengua cooficial
distinta del castellano”. Genial.
24-X-12
El 21% de los españoles en el umbral
de la pobreza. Todo lo escrito hasta aquí palidece. ¿Qué decir? ¿Cómo no
llorar? No es más que el precio de la
desigualdad al que se refiere Joseph E. Stiglitz en un imprescindible libro al
que inevitablemente volveremos. Y es que el 1% de la población tiene lo que el
99% necesita…