MARTES, 29
Un astuto tordo sin col tiene la
osadía de picotear los nísperos de mi
árbol pese a mi férrea vigilancia, porque para mí ese fruto tempranero y agridulce
simboliza, mucho mejor que Botticelli, la llegada de la primavera, la señal de
bajada vespertina al moll de llevant,
la alegría visual de las minifaldas, la
puesta a punto del ullastre… Demasiados
prodigios como para no cuidarlo. Pero ni así, diariamente me encuentro media
docena de frutos devastados. Aunque este año no me importa tanto: no está mi
nieta para recogerlos y catarlos a pie de árbol.
MIÉRCOLES, 30
El president Bauzá dice que en la calle le apremian a ser aún más contundente en la eliminación de
parlamentarios (has fet curt, president le han dicho sus adeptos). El otro día, un
amigo opinante a quien trataba de recomendar cierta contención en las formas
también me replicaba que en la vía
pública le animan a seguir en su línea…
Hace unos días Sergi Pamies, en La Vanguardia, hablaba de la gente que te para por la calle como
un clásico de la comunicación pública. Y
es que políticos y articulistas, entre otros, cometen el error de interpretar
la realidad a través de esas opiniones reactivas, que pueden tener diversas
motivaciones, desde la simpatía y el acuerdo a la pulsión de compartir un
malestar o expresar una denuncia, y en absoluto son motivos extrapolables,
puesto que junto a una minoría de supporters
puede haber una mayoría silenciosa que no te para por la calle pero que piensa
que eres un solemne cretino.
JUEVES, 1
Me despierto pellizcándome:
inopinadamente me doy cuenta de que soy atlético de toda la vida. Pensaba que
era guardolista y amanezco cholista. Semejante caída del caballo no
me ocurría desde que hace años me hiciera fan
del Tenerife… Me paran por la calle gentes que han
experimentado la misma fulguración. Curioso fenómeno.
Para despejarme, carretera y manta
rumbo a San Adeodato / Binigaus: un primer paseo por la playa viendo a lo lejos
el perfil de Mallorca, allí donde anida lo
nostro. Vatuadell.
VIERNES, 2
Día desapacible. Trabajo, comida con
un viejo amigo y colega con quien hablamos de todo excepto de política. Madridista
él, no me pide que le felicite, me conoce demasiado. Le digo que quizás lo haga
si ganan bien al Atlético en la final europea, cosa que está por ver, pese a
que otro merengue/ paciente me anuncia en la consulta que ya tiene encargada la
camiseta con la décima, “como no
puede ser de otra manera”. ¡Ay qué sería del madridismo sin arrogancia!
Tarde de cine. “Aprendiz de gigoló”
de John Turturro no pasa de ser un bienintencionado homenaje al universo Woody
Allen, pero le falta consistencia, narrativa. Al final queda un producto soso
con momentos brillantes, burbujas allenianas,
pero poco más
SÁBADO, 3
Al César lo que es del César: Mahón
se ha revitalizado. Todavía no es la ciudad alegre y bullanguera de nuestra
infancia cuyos ciudadanos vivían en la calle, Sa Ravaleta y Es Carrer Nou en invierno y la Explanada en verano,
pero ha recobrado un pulso menos vacilante que me ha permitido escribir un
artículo para una revista/ guía menorquina on
line de inminente aparición y titularlo “La leyenda de la ciudad sin vida”
en la que defiendo la vitalidad de mi ciudad, la inmarcesible belleza de su
puerto, su ingente vida cultural, trato de esbozar la esencia de la
“mahonesidad” de la mano de mi amigo Oliago
Pons, e incluso discuto la leyenda
negra de la falta de bravura histórica de sus habitantes en los episodios
sarracenos . Me hace ilusión verlo traducido al inglés, francés, italiano… ¡Y
ruso!
En Sa Pescateria trato de conseguir un vino esquivando madridistas
eufóricos. Ardua labor, han salido en tromba de sus escondrijos tras un lustro excesivamente
frustrante.
DOMINGO, 4
Acompaño a unos amigos franceses a S’Illa del Rey, Le Roi, en esta ocasión.
Se emocionan y me emociono comprobando una vez más de lo que es capaz el hombre
cuando se deja mecer por sentimientos solidarios. Hacía por lo menos cuatro
años que no seguía la visita guiada, aunque había estado en varios foros, y el
asombro es mayúsculo ante la ingente obra de los voluntarios capitaneados por
Luis Alejandre, gentes de diversas nacionalidades, edades e ideologías, unidas
por su generosa entrega. Nos lo decía un emocionado Mario Cappa ante su magna
maqueta del acorazado Roma, hundido por los alemanes en el Estrecho de
Bonifacio en la Segunda Guerra Mundial, y cuyos heridos recalaron en el
hospital de s’Illa. ¿Llegaremos a ver
una Europa realmente solidaria después de tanta barbarie y burocracia? De momento, S’Illa del Rei es un
auténtico crisol de las Europas.
Luis Alejandre dice no sé qué del
Getafe en su habitual discurso, mientras me dedica su picarona mirada.
JUEVES, 8
Me paran por la calle para que
explique cierto prodigio acaecido en
Valladolid…