DOMINGO, 20
En
Tudela de Navarra siguiendo a Inés. El desapacible amanecer no nos
disuade de acudir a la bellísima Plaza de los Fueros donde ayer vimos colocar
una maroma desde el espectacular reloj de madera que la preside hasta un
pequeño balcón de la pared opuesta. A las nueve en punto se abren las puertas
del reloj y aparece un ángel infantil que con las alas desplegadas se desliza
plaza abajo a lo largo de la cuerda hasta contactar con una imagen de María,
cubierta por un velo negro, de luto riguroso. El silencio es clamoroso. La emoción
entre los viandantes debe de ser sincera cuando hasta el escéptico recalcitrante nota como se le eriza
el vello. Llega la niña, retira el velo y retumba su voz diáfana: “Alégrate
María, tu hijo ha resucitado”. Y la plaza estalla en un respetuoso aplauso, mientras la niña regresa volando al reloj. Fin. Cinco minutos.
Cuán distinto sería el testimonio de
la Iglesia si se limitara a cantar con alegría y contención la esperanza
en el reencuentro y dedicara con
contundencia sus afanes a los desheredados de la tierra, obviando su sempiterna
cruzada contra el sexo y la libertad… Y contra el humor, el más benéfico de los
sentidos.
MIÉRCOLES, 23
Un libro para mi hijo, aunque no sea muy
partidario de onomásticas (los jóvenes sólo creen hoy en san cumpleaños anunciado urbi et orbi vía facebook), y rosas para mis chicas del trabajo que me corresponden
con agradecidos ósculos que saben a miel.
JUEVES, 24
Prosigue la espléndida selección de
películas por parte del Cine-Club Ateneo. La última, “Sobran las palabras”, es
una genuina muestra de comedia made in
cine independiente norteamericano, ese que trata de alejarse de las habas
contadas del cine de Hollywood sin dejar de lado la acrisolada calidad técnica
de su cine. En “Sobran las palabras” nos recreamos, con una sonrisa que no nos
abandona en toda la película, en las segundas oportunidades de una madurez
afligida por el síndrome del nido vacío, cuando los hijos ya están volando y
buscamos una nueva identidad sin ellos. Una joya.
VIERNES, 25
Escucho y leo repetidamente
latiguillos que me irritan como ese tan querido por los gobernantes “como no
podía ser de otra manera” que pretende dar a entender que son sensatos e
inflexibles cumplidores del deber, o esos neo verbos sustitutos no solicitados
de los de toda la vida, como el ubicuo “retomar” que ha mandado al exilio a los
clásicos “reanudar” o “reemprender”, o el no menos omnipresente “infringir” que
vuelvo a leer hoy en Es Diari, usado no en su acepción real que
sería “quebrantar una ley o un pacto”
sino en la imaginada de “imponer castigos o penas”, porque en este
último caso sería infligir, no
infringir, y mucho menos “inflingir” como también se lee…
Con Paco Fábregues en su cuchitril corrector
estas cosas no pasaban.
SÁBADO, 26
Los periódicos rezuman elogios a Tito
Vilanova. Dio siempre toda la impresión de ser un buen profesional y mejor
tipo. La información de la agencia EFE que proporciona Es Diari es alucinógena: “Fallecido a los 45 años fruto de un
cáncer”. ¿Fruto?, ¿Fruuuuuto?...
Celebramos en Gradinata una señorial decena de años de Pam, pionera del mestizaje
anglo-menorquín y abuela coraje, con amigos ingleses y menorquines anglófilos.
Entre manolitos y albariños vamos consumiendo un nada
impostado party. Transcurre con
apabullante naturalidad porque a lo largo de los años (decenios, ay) hemos
tejido una malla de afectos que resiste los embates del tiempo. Congratulations, dear friend.
DOMINGO, 27
Radio y periódicos llenan
el desayuno de incienso: santos y milagros irrumpen como en los viejos
tiempos, hay que ver. Asombrosa la química de la fe que permite en tiempos de
la hipertecnología seguir creyendo no sólo
en la mística del más allá, que tiene su aquel, como comentaba en la primera
entrada del dietario, sino en los oropeles y prodigios del más aquí, que,
cuando menos, parecen llevarte por el túnel del tiempo, y no precisamente hacia
adelante. Oremus.
LUNES, 28
En Ucrania se debaten con ardor
prebélico cuestiones identitarias , incluso lingüísticas (ojo con la que se
puede armar cuando se tocan demasiado las gónadas con este asunto), pero
también no menos espinosos asuntos comerciales que tradicionalmente
tienden a la negociación y al pacto. Los
grandes industriales europeos de la
región, al sur y al norte no están por la labor
de presionar a los dueños del gas. Puede que “los dineros” calmen a las identidades. Ojalá.