30-XI-12
Ya de fin de semana, repaso el
correo. Me dice Mariana Vinent en “Cartas al director” que me confundo
atribuyendo a Richard Kane el sobrenombre de “en Vermell”. Es muy posible. Tantas veces damos como buenas
historias que nos han repetido desde pequeños. Como la que también está en
cuestión en estas páginas sobre la bondad intrínseca de la labor de Kane (más o
menos vermell, es lo de menos) en
Menorca, que siempre di por supuesta, hasta que diferentes historiadores la han
puesto en duda ante mi numantina incredulidad.
Espero que no ocurra lo mismo con
nuestros inmarcesiblemente jugosos esclata-sangs,
o con las auberginias menorquinas,
las mejores del mundo según siempre
he sabido, o con la exclusividad del puerto de Mahón en la cría de escupinyas gravades, o en su carácter indiscutible de “mejor puerto del
Mediterráneo”, o con la incomparable majestuosidad del órgano de Santa María,
la belleza sin par de Macarella o
Pregonda (sustitutas naturales de la ex idílica Cala Galdana), o con la
imbatibilidad culinaria de nuestra caldereta
de langosta. No soportaría que todo mi universo de mitos y leyendas se viniera
abajo. ¿Qué sería entonces de mis raíces en un mundo de micro identidades en
pugna?
Y aprovechando que el Pisuerga pasa
por Valladolid, debo rogarle a Mariana Vinent que insista en la refutación de
una perniciosa leyenda negra que sobrevuela sobre la ciudad hermosa y galante,
como ha apuntado en alguna ocasión en Es
Diari: la de la cobardía y traición de los mahoneses en la defensa de la
ciudad cuando la invasión de Barbarroja. De “capitulación infame” la cataloga
nuestro buen amigo, el escritor Manuel de Lope en su magna obra “Iberia”, sin
que su esposa, mahonesa pata negra, le llame… a capítulo.
Estuve a punto de incluir las investigaciones
de Mariana en el pregón de fiestas pero mis hijos me habían impuesto un tope de
quince minutos que, finalmente, pude forzar hasta los veinte… “Açò son infundis -iba a decir n’Oliago
Pons, entre otras cosas-, perquè Maó no
tenia milicia ni armament, ses murades eren de plastilina i així i tot una
torra va resistir i el que ens va pasar no va ser diferent d’altres vilas…”.
Ya está bien de leyendas maliciosas, ¡som
collonuts!
1-XII-12
Tertulia improvisada en mi sabatino periplo
por Sa Plaça. La frutera se pregunta,
y me pregunta, por qué los periódicos locales no instauran una sección a la que incluso pone título, “¿Qué fue
de…’”, para seguir la pista de personajes y personajillos de la vida político
social que después de copar páginas y páginas con noticias más o menos escandalosas, un día
desaparecen como por arte de magia. Menciona a un correoso ex alcalde, entre
otros. También propone un seguimiento de los cargos públicos que han ido
encadenando algunos “chupópteros” profesionales durante lustros… “Más que nada,
por curiosidad”, me dice con malévola picardía.
Le prometo transmitir sus propuestas
a quien corresponda.
2-XII-12
Hay algo en las respuestas de Aznar a
la entrevista de hoy de El Mundo que
me recuerda poderosamente a las habituales réplicas de Mourinho. Y es,
probablemente, ese tonillo entre arrogante y faltón… Dios los cría y ellos se juntan en este frío
domingo que inicia el mes comercial por excelencia.
Para recuperarme de la conjunción
astral, paseo con Tronya y Allen por
los caminos de Trepucó mientras pienso en la indignación de la frutera de Sa Plaça, que es la de miles, millones de ciudadanos
hartos de prebendas, ineptitud y corruptelas. Crece la fobia a los políticos y
a la política en general lo cual, junto con el agotamiento del colchón social
(el pensionista de la familia no aguantará mucho) configura un panorama de lo
más inquietante.
Por si fuera poco, mi nieta Inés se
va de puente, mi mujer me deja de rodríguez
y nadie hace señales…
3-XII-12
¿Existe todavía una izquierda
ilustrada capaz de abrirse a la sociedad, afirmar el papel de Estado en la
regulación de los excesos del mercado y el capitalismo financiero, consolidar
unos servicios públicos eficientes y sostenibles, invertir en universidades y
escuelas, defender la laicidad de las instituciones públicas, fomentar la
investigación, apoyar una televisión pública
plural y de calidad, y ayudar realmente a los débiles y discapacitados?
Esa es la pregunta que me gustaría
que me respondiesen los socialistas en vez de entregarse a aquelarres
conmemorativos. Dicho sea con todos mis respetos a Felipe y su magna victoria
del 82 que celebré como propia.
4-XII-12
Para un medroso aspirante a delantero
centro, encontrarse de defensa central adversario a Emilio Finestres era una
bendición: sabías que no te regalaría nada,
pero también que no habría violencia alguna. Más bien alguna sonrisa
entre porfías. La misma que prodigó a lo largo de su vida y que me dedicó la
última vez que le vi, excepcionalmente sereno, hace pocos días, cuando ya
apenas hablábamos de fútbol, sino de nuestras nietas. Deja un recuerdo amable,
sin espinas.
6-XII-12
¡Wert de nuevo! ¡¡ Socorro!!