12-I-13
Uno no es mucho de participar en
aquelarres anti políticos. No porque sea un apasionado de la política al estilo
del malogrado Miquel Vanrell, capaz en su día de tragarse plenos, análisis y
contraanálisis con inigualable pundonor, sino porque no creo que sea una
actividad necesariamente sucia. Tampoco
comulgo con el otro axioma de que todos los políticos son iguales (en
inepcia y corruptelas), entre otras cosas porque los de mi generación venimos de una época en
que la falta de política era aún peor y mucho más cutre, con la diferencia de
que las cloacas estaban cerradas a cal y canto; hoy día por lo menos se abren
de tanto en tanto en las urnas y en los juzgados y la hediondez se ventila.
Es más, en mi infinita ingenuidad
sigo creyendo no sólo en la necesidad de la Política con mayúsculas sino que la
inmensa mayoría de políticos son honestos… Bueno, digamos simplemente una mayoría… Snif,
¿algunos?.. ¿Hay alguien ahí? Y es que la
rabiosa actualidad es desmoralizadora: Durán, Rato, Carromero, Baltar… Ya no sé
si hablar de ética o conformarme con algo de estética. ¿Tiene algo de ello el
que un político de largo recorrido anuncie que dimitirá si se prueba la
corrupción de su partido y una vez confirmada se haga el loco? (Durán), ¿ la
táctica de puertas giratorias que
lleva a los políticos de un cargo a otro? (Rato), ¿ la presteza con que la
justicia libera a un político acusado en otro país de imprudencia temeraria con
resultado de muerte? (Carromero) ¿Y qué
decir del cacique gallego munificente repartidor de cargos para los suyos?
(Baltar)… Y lo peor, como en las malas series de televisión, es el más que
seguro continuará.
13-I-13
“Su móvil vibraba cada minuto
reclamando más papilla. Ese aparato se
había convertido en un testigo de sus miserias, en un delator al servicio de
sus enemigos. De pronto un día se sintió perseguido y acorralado en la red por
una multitud de seguidores y amigos que trataban de devorarlo. Cortó por lo
sano, arrojó el móvil a un pozo y comenzó a vivir por dentro como un hombre
nuevo, no como un insecto capturado” Manuel Vicent, hoy en El País… ¡Te sigo Maestro!
14-I-13
Nos contaba ayer Es Diari que la panadería tradicional está asfixiada por la competencia de
supermercados, bares y ¡gasolineras! que venden a todas horas crujientes barras
que a las pocas horas se convierten en correosas cecinas. Ay!, la sacrosanta Competencia, deidad
contemporánea a la altura del Mercado o
la Productividad. En su altar se ofician
diariamente sacrificios humanos y de
productos de capricho como los panes
de toda la vida (el coc, por ejemplo
al que las chicas de Tres Pans, ¡ay,
que no cierren!, se empeñan en llamar llonguet),
o los libros de las pequeñas editoriales, ahogados por los bestsellers despachados en grandes superficies a precios
irrisorios. No, no corren buenos tiempos para la lírica, pero me queda el
derecho al pataleo y negarme a comprar el pan en una gasolinera o los libros en
un supermercado. Hasta aquí podríamos llegar.
15-I-13
Bajo al centro para ver si mi amigo y
contrincante tenístico Juan me provee de una tenue luz para mitigar los rigores de mis insomnios de senectescente (adolescente
de la vejez). Mi solicitud debe de ser un tanto exótica porque le veo
rebuscando en las estanterías más remotas. Pero es que la lectura penumbrosa,
respetuosa del sueño ajeno, es la mejor terapia si consigue mecerte en la magia de sus páginas. El sopor vuelve y
las preocupaciones escampan. Me voy
feliz con mi artilugio.
16-I-13
Desazón y angustia ante la realidad
social menorquina: “Caritas alivia el hambre a 1.550 personas sin recursos”.
Una usuaria confiesa buscar en la basura antes de pedir ayuda. A la exclusión social por falta material de
recursos se añade la carga psicológica que comporta tal situación en una
pequeña comunidad. El plus de seguridad y confortabilidad que da vivir en un
entorno donde todos nos conocemos se convierte en una carga opresiva cuando el
colchón familiar ya no resiste tanto peso, la cama cruje y se resquebraja y las
miradas se tornan huidizas.
17-I-13
Sant Antoni Gloriós nos trae un frío glacial y un nuevo porquet
(presunto) en la nueva entrega del festival porno político que nos tiene
consternados (una especie de indignación resignada, inerme). Nuevas cuentas
suizas y renovada vergüenza ajena ante
la reacción defensiva de los implicados que hace pocos días oficiaban autos de
fe contra otros presuntos excursionistas a Suiza. Puaj!
El amigo Terrón nos deleita en la
sala de actos del Consell con una disertación tan interesante como ágil y
cercana que a mí me sabe a poco. Apunta algunas ideas dignas de profundización,
como que somos catalanes evolucionados, que al igual que los EEUU empezamos de
cero con Alfonso el Liberal, el concepto de continuidad histórica, etcétera.
Otro día, más, José Luis.
18-I-13
Me levanto obnubilado, con la boca
pastosa después de un sueño entrecortado y pespunteado por alguna pesadilla. No
me ha servido de nada el artilugio
luminoso. Y es que esta vez no era un insomnio propio de la edad sino un persistente
y sibilante susurro de las tinieblas, empeñado en que me cerciorara de que la
trágica muerte de Pipo Mascaró no formaba parte de la bruma de la noche
sino de la ominosa realidad.
Nuestras cenas y partidos de fútbol
que se remontan a la noche de los tiempos, la compartida alegría de nuestros
hijos/as en Cala Galdana, sus alegres llamadas desde cualquier parte del mundo
(la última hace poco más de quince días desde Valencia, sólo para hablar, me dijo), el imperecedero recuerdo de Guedi,
tantas desavenencias político futboleras ahogadas en un mar de risas, tanto
afecto, tanta pena.