Publicado en "Diario Menorca" el sábado 20 diciembre
VIERNES, 12
Después de fumarme el cigarrillo post coito intelectual en el Ateneo (mil gracias a tantos amigos por arroparme), termino la jornada viendo como casi todos los días la tertulia de TVE “24 horas”, que no es un dechado de pluralidad pero por lo menos nadie grita, se respetan los turnos y se intenta argumentar. También lo vi hace ahora una semana cuando el moderador del programa entrevistaba al líder de Podemos Pablo Iglesias, y por tanto fui testigo de una ignominia periodística de primer orden, cuando Sergio Martín, dentro de un tono inusualmente agresivo, le infligió una pregunta harto tendenciosa sobre lo contento que debía de estar por la liberación de Santi Potros. Pablo Iglesias aborrascó el ceño pero no cayó en la provocación…
Que nadie me tome por podemista (aunque estudiaré sus propuestas con respeto cuando las concreten) si manifiesto mi acuerdo en ese punto con Pablo iglesias. En este país se ha utilizado torticeramente el dolor de las víctimas (“Usted ha traicionado a las víctimas, señor Zapatero…”) y se sigue haciendo. Estar a favor del acercamiento de presos (no de su liberación, que depende de la aplicación de la Ley), no es ser un filoterrorista y cuanto antes dejemos aparcados estos belicosos y tendenciosos lenguajes mejor para las víctimas y la salud mental de toda la ciudadanía.
SÁBADO, 13
“Un joven de la isla, primer condenado en España por piratear imágenes de cine”. El titular de Es Diari me trae a la memoria algunas discusiones con bajadores contumaces de música, libros, películas y otros objetos navegantes. Uno de ellos acababa de lanzar una diatriba contra los corruptos con amenazas de colgarlos por los adminículos incluidas. No me pude resistir y le interpelé:
-¿Sabes que bajarse cosas de Internet por la cara es piratear, o sea, robar, y como tal es una práctica tan corrupta como las demás?
No sé si Oscar Wilde tenía o no razón al afirmar aquello de que “no hay amistad que resista una dosis excesiva de sinceridad”, pero lo cierto es que no he vuelto a ver al bajador.
DOMINGO, 14
Huérfano de partido al que votar (el PP me parece cínico y corrupto, el PSOE corrupto e incapaz, los demás ingrávidos, y ninguno de ellos ofrece una solución razonable al contencioso territorial), observo con cierta displicencia las consabidas encuestas de los domingos. Hoy nos aseguran que el PP seguirá gobernando el Consell con cierta holgura y no me sorprende: Cesgarden es una losa para los socialistas y además, el electorado conservador es fiel y a sus bases se le han sumado en los últimos años amplias capas de la sociedad menorquina convencidas de que liberalizando normas urbanísticas y construyendo rotondas mejorará la economía. Ojalá, porque la suerte está ya echada.
LUNES, 15
Un tsunami despersonalizador va a devastar España: a partir del 1 de enero, miles de tiendas centenarias y dignas de estar en el patrimonio urbanístico nacional van a desaparecer con la extinción de la Ley de Arrendamientos Urbanos, que permitirá a los propietarios a fijar precios acordes con el mercado… La lógica liberalizadora es impecable e implacable, como la creciente sensación de ir perdiendo jirones de belleza urbana por el camino. Vamos hacia unos espacios ciudadanos cada vez más etéreos, despersonalizados, con una ubérrima floración de franquicias intercambiables unas con otras en cualquier lugar del mundo, lo que alguien llamó “No lugares”…
MIÉRCOLES, 17
A la casta cubana se le acaban las coartadas: la histórica decisión de Obama (un pato nada cojo en las postrimerías de su mandato) acaba con la excusa del embargo para mantener un anacrónico, feroz e insolvente régimen dictatorial. Y otra matrícula de honor para el Papa Francisco por su mediación.
JUEVES, 18
Inés juega con las figuras del belén que montamos el otro día con musgo del jardín y el consabido papel de aluminio simulando ríos y cascadas. Es lo que hacíamos en casa con nuestros padres y en casi todas casas y nos gusta seguir haciendo porque nos infunde la sensación de seguir en estado sólido en un mundo cada vez más gaseoso. Pero lo cierto-escribía Santiago Roncagliolo el domingo en El País Semanal y creo que tiene razón-, es que a los niños pequeños les da igual la Navidad. Solo quieren los regalos, y los huelen como zorro en el gallinero. Pero ver felices a los pequeños nos hace felices a los mayores. Y tal como está el mundo, eso nunca viene mal.
Bones Festes a tothom.