Publicado en "Diario Menorca" el domingo 15 de junioFicha
Nací en Maó / Mahón en enero del 49, o sea que soy un auténtico “post-guerrín” por imperativo ambiental.
Fui a la Universidad (Zaragoza) en los años sesenta, y aunque no me enteré mucho del “Mayo del 68” (del amor libre y todo eso), entre unas cosas y otras, acabé vacunado contra dioses, patrias, y promesas de felicidad, así en la tierra como en el cielo.
Soy médico-oftalmólogo y periodista, tengo esposa (que, después de más de treinta años, aún no sé lo que ve en mí), dos hijos (un oftalmólogo y un periodista audiovisual que aún no me han repudiado), dos perros aristocráticos, una próstata prometedora, una creencia paranormal, el Barça, y un amor loco, Es Diari.
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Junio de mal tiempo y para colmo, la crisis, ¿esto es el caos?
-Nos falta un Berlusconi, aunque la ministra Bibiana promete.
¿Qué es más peligroso para la condición humana, que campe a sus anchas la corrupción política o que tanta agua anegue y acabe con los recuerdos de los españoles y de gran parte del extranjero?
-Me preocupa más la creciente pérdida de simpatía y empatía entre humanos.
¿Cómo frenaría la subida del petróleo?
-Restringiendo el uso del coche en ciudades, fomentando el uso racional de aires acondicionados y calefacciones, apoyando el transporte público y las fuentes alternativas de energía. En fin, supongo que algunas rogativas tampoco irían mal.
¿Por qué cree que Zapatero quiere solventar la película con 400 euros por cabeza?
-No se le ocurrió otra cosa en plena refriega electoral. Son las consecuencias de sustituir la reflexión por los eslóganes.
¿Es obamista?
-Me daba más confianza la experiencia de “los Clinton”, pero sí, después del diluvio universal “neocon”, me conforta e ilusiona Obama.
Como escritor y oftalmólogo: ¿Se inspira más “baix s’ullastre” o en la consulta?
-En la consulta soy un señor muy serio y responsable que sólo está por la labor. “Baix s’ullastre” me dejo llevar por el gamberro que llevo dentro.
Este verano deja huérfana a la sección de este suplemento “Casa de citas”, por oros menesteres… ¿puede avanzarnos algo de su próxima novela?
-Trata de un periodista deportivo misántropo y /o adicto a Internet que, ante una inopinada declaración de amor internáutica, escapa despavorido de su casa y pasa una semana alucinante, en la que es seducido por una ninfómana, participa en un esperpéntico programa de televisión, recibe un par de palizas, se ve envuelto en un atentado terrorista y se encuentra con viejos conocidos. El final no lo cuento.
¿Usted es de los que escribe en caliente o prefiere dejar reposar las ideas antes de teclear frente al ordenador?
-Salvo arrebatos emotivos, cada vez menos frecuentes, prefiero reposar las ideas, matizarlas, modelarlas… casi como quien pinta un cuadro, con perdón.
Como recomendó Picasso: ¿A usted la inspiración le pilla trabajando?-Siempre voy con papel y lápiz por si se me ocurre algo, pero además de rogar, hay que darle al mazo, o sea sentarse e intentarlo una y otra vez.
Como colaborador en prensa: ¿qué tiene de especial escribir para un diario insular?
-Después de más de cuarenta años escribiendo en “Es Diari”, a veces me da la sensación de andar desnudo por la calle.
Como actor de “Vent maleit”, ¿de verdad es usted el último coger de la Isla?
-Preferiría ser el primer oftalmólogo reencarnado en los dedos de Brad Pitt, que creo que “operan” muy bien.
¿Lo veremos desmadrarse en la fiesta de la serie en el Teatro Principal?
-Mi idea del desmadre es el viaje con mi mujer y amigos. No me encuentro muy cómodo entre jolgorios.
Como creador,¿por qué ningún gobierno se casa con la cultura?
-Ni debe. Las culturetas oficiales son sólo eso, no Cultura.
¿Su lectura para este verano?
-En el verano me gustan las meganovelas. Ahora estoy con “Acción de Gracias” de Richard Ford, la última parte de la magnífica trilogía que empezara con “El periodista deportivo”. Luego, ya bajo el ullastre, pienso hincarle el diente a “Los Buddembrok” de Thomas Mann.
“A Cor Obert” concluye. Gracias por sus respuestas. Acabe soñando.
En un sueño recurrente me veo convertido en reportero de viajes de placer (pagados y en primera clase) o en descubridor de los secretos del glaucoma o los estrabismos dando conferencias por el mundo.
En plan menos egoísta, me gustaría habitar un mundo en que los humanos, si no podemos querernos como hermanos, por lo menos nos comportáramos como buenos vecinos…o compañeros de viaje.