lunes, junio 23, 2008

Esquitxos

Ha sido un fin de semana con sobredosis de España. Por una parte, el estruendoso ( el mismo Rajoy "agradeció" al final del mismo el eco mediático) congreso del PP, el partido que, por definición, defiende la idea tradicional de España, y por otra, el pase a cuartos de final de la Copa de Europa de la selección española de fútbol, que no sólo ha roto su gafe histórico sino que ha resucitado lo más folklórico de las esencias patrias como el toro de Osborne, los hinchas disfrazados de torero, la histeria de los medios de comunicación, etcétera.
Ambos acontecimientos me parecen enormemente positivos: por una parte parece que vamos a tener un partido de centro derecha más proclive al diálogo y al entendimiento que a envolverse con macrobanderas o a salir de la mano con los obispos para clamar contra apocalipsis varios o a avalar siniestras y/o delirantes conspiraciones. A ver si por fin este gobierno timorato y errático se encuentra con la horma de su zapato en forma de una oposición razonable que puede cargarse de razones en el tema económico.Por otra parte, la ruptura de la barrera psicológica de la selección española puede propiciar un plus de optimismo que el país, en plena "desaceleración acelerada" necesita...
¿Y Europa, más allá de de la Copa que esta vez sí, podemos ganar? Ay, ay, ay, los ideales ilustrados, la Europa social, la Europa política, cada vez más lejos...