Primer día de vacaciones, primero de remoloneo, planes incumplidos y lecturas desganadas. Suele ocurrir cuando se encadenan días tontos sin sol para poder gozar de una naturaleza que sin él se convierte en decorado para un tostón, uno se limita a deambular por la casa picoteando aquí y allá, metafórica y realmente, pero sin acometer las asignaturas pendientes que había dejado para la ocasión.
Bueno, al menos he terminado el último libro de mi amiga Mercedes Abad, un portento de descaro, imaginación y lenguaje preciso. Se trata de "Media docena de robos y un par de mentiras", en el que vuelve a su tradición "cuentista" aunque esta vez con una intriga que hace mal en desvelar al final. A mí me gustan los finales abiertos a la interpretación de cada uno, así se lo dije el otro día en Barcelona mientras me regalaba el libro y, ni corta ni perezosa, arrancó las dos últimas páginas, con lo que el libro, para mi gusto, queda redondo...
También he tenido un disgusto, digamos que histórico, y es que se nos ha muerto Mari Trini, la musa de nuestros guateques juveniles, la genial autora de "Yo no soy ésa", "Cuando me acaricias" y "Un hombre marchó" que, con su voz inconfundiblemente rasposa, incendiara sin cursilería nuestros sueños de romanticismo. Escucho su doble álbum "Amores" en el coche y no puedo evitar una dolorida nostalgia...
Ah!, también está el Barça, menudo poema futbolístico el de ayer. Un amigo, nada proclive a la desmesura, me teclea calificativos como "orgía" o "masturbación" (vio el partido solo). Yo tuve la suerte de verlo con un amigo madridista y con él me acordé por fin que estábamos en semana de pasión...
¿Y el cambio de gobierno? Otro "giro Ikea" que diría Enric Juliana, el lúcido analista de "La Vanguardia", quien acaba de publicar un extraordinario ensayo ("La deriva de España. Geografía de un país vigoroso y desorientado" RBA): mayor variedad en la oferta de optimismo( a pesar de la magnitud de la crisis), diseño vistoso (pellizcos a la Iglesia a ver si salta Rouco), un poco más de feminismo, y móntatelo tú mismo. Bueno, pues así estamos.