Me llegan retazos del manifiesto de un tal Jaron Lanier, quien al parecer es un gurú de la Red que él contribuyó a articular. Atención: "Internet ya no es lo que era. Lo que empezó como un espacio de enriquecedor intercambio entre individuos se ha convertido en una especie de deidad colectiva" Item más: "Entronización de la masa, de la muchedumbre". Otro: " Los nuevos señores de la Red tienen por vasallos a incontables clientes crecidos en la convicción de que los productos culturales son gratis total y sus autores viven del aire".
Comenta Quim Monzó al respecto, que lo de verdad es arriesgado y valiente es hablar de la masa, de esa muchedumbre que antes daba sus opiniones en el bar, mientras se comía un pincho de tortilla, y nos explicaba cómo había que dirigir el país o cómo solucionaría "lo de la inmigración". Pero la masa, continúa Monzó, ya no da sus opiniones en la barra de un bar sino en los foros de internet, con seudónimo y total impunidad... Fíjense en el vapuleo, concluye, al que someten a todo aquel que se atreve a criticar el dogma según el cual la piratería-la descarga ilegal de canciones, pongamos-es uno de los derechos humanos básicos...
Que nadie se sienta aludido, pero sí todos concernidos. La Red es un maravilloso instrumento de comunicación y expansión de la cultura pero también de idiotización colectiva. Ojo al parche.