sábado, noviembre 27, 2010

Homenets de casa

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 27 noviembre
14-XI-10
Casa de citas
“El alma de las cosas es fundamental para la edificación de una sociedad laica. Si el alma no es insuflada desde las alturas, debe ser construida desde abajo. El alma. El relato. El sentido. La cultura”. Enric Juliana en La Vanguardia.
El alma de una sociedad laica… Puede parecer un oxímoron, pero no lo es. Una narración, necesitamos una narración. Pero sólo se ve belenestebanismo.

15-XI-10
El “ascensor” de Es Diari valora la “lógica aplastante” de Magdalena Vinent (presidenta del organismo internacional que vela por los derechos de autor literarios), su convicción de que el trabajo de crear, de producir contenidos, no puede ser siempre gratis”. Tan evidente como la flagrante contradicción de los medios de comunicación menorquines que jamás pagan una colaboración… Saben los muy ladinos que pagaríamos por poder publicar. Pero no es eso, no es eso, no debería ser eso.

17-XI-X
El cine-club Ateneo nos regala “Welcome” una película soberbia sobre los sueños y realidades de un inmigrante clandestino en Francia y consigue hacerlo sin lenguaje panfletario ni melodramas innecesarios. Las imágenes, desgarradoras algunas de ellas, enternecedoras otras, surgen con apabullante naturalidad, con tanto poder de penetración que el público permanece sentado al final varios minutos, indagando si deprimirse por la deshumanizada actuación del Poder o estimularse por la lección de compasión y arriesgada solidaridad del amigo francés.
Un oasis en el desierto de la programación actual de Ocimax, repleta de inanes americanadas.

18-XI-10
Pobres españolitos, zarandeados entre el “Perejil español”, esperpento belicista-patriotero de Aznar & Trillo , y el sainete genuflexo de Zapatero & Rubalcaba. Parece como si una maldición impidiera que nuestro país tenga algún día una política exterior digna de tal nombre. De la fascinación por el vínculo trasatlántico (a cualquier precio) de Aznar a la nada buenista de Zapatero. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

19-XI-10
¿Por qué no se callarán? ¿Por qué no se callarán los casposos que alardean de trajinarse jovencitas? ¿Por qué les dan voz a esos carcamales? ¿Por qué no se callan algunos intelectuales que los defienden en aras de no sé qué libertad creativa? ¿Por qué no se callan los que los amparan porque son de la tribu? Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ¿por qué no se calla Mourinho?...

20-XI-10
Interesante vino en el Gradinata. Hablamos con S. de un extraño fenómeno que hemos advertido en la vida de nuestros hijos treintañeros (ella tiene una hija). Recordamos (no añoramos) los viejos tiempos en que, a la hora de casarse, los hombres buscaban una doneta de casa (discreta, hacendosa, hogareña, sin veleidades intelectuales) y ahora viene ocurriendo lo contrario, como pude constatar en una reciente comida con varios de ellos en Barcelona: ahora son ellas, con cierta ansiedad por tener un hijo, las que buscan un homenet de casa que se haga cargo del hogar y sus frutos mientras ellas prosiguen su carrera profesional. Idò!

21-XI-X
Me levanto con mal sabor de boca por la derrota in extremis, presenciada en directo ayer, del Menorca Basket. Aunque no comparta feligresía, me emociona el empeño de los paisanos que han conseguido semejante prodigio. Y no se trata sólo de tener en la isla al mejor básket sino de un milagro aún más inexplicable, el de ver a menorquines de todas las procedencias units fent força, cantando todos a una el himno del señor que, en este caso, se resiste a caerse del burro.
Pero para que ello continúe siendo posible, la sociedad civil, el empresariado menorquín, deben implicarse más. Ahora tienen una ocasión de oro de demostrarlo con la ampliación de capital. Y a seguir luchando en la pista.

23-XI-10
El presidente del Gobierno anunciaba el domingo que reunirá a los veinticinco empresarios más importantes, bla, bla, bla, en uno de sus brindis al sol que tanto gustan al inquilino de la Moncloa, en lugar de llevar a cabo reformas estructurales de calado antes de que nos las hagan. Hizo lo propio con sus suntuosas e inanes conferencias de presidentes autonómicos en vez de reformar el Senado. El problema es que mientras ZP se dedica a la pirotecnia y Rajoy a echar leña al fuego, los mercados disparan con fuego real. Y nos han puesto en la diana. ¡Y al propio euro! ¡¡Socorro!!

24-XI-10
Media docena de adhesiones al manifiesto del “Avi’s power”. Casi todas, abuelas. Ellos, homenets de casa conversos estarían fregando los platos… ¿Con la pata quebrada?

25-XI-10
Al sombrío panorama sólo le faltaba la historia de la maleta truculenta de Binidalí…¡Qué frío!

sábado, noviembre 20, 2010

Avi’s power

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 20 noviembre.

Hola, pequeña, quiero aprovechar el acontecimiento de que, tras un larguísimo mes de ausencia, has sonreído al verme, sin necesidad de arrancarme por soleares, para empezar mi labor de zapa. Porque te digo desde ahora mismo que yo no creo en esas pamplinas de que la educación es asunto exclusivo de los padres (¡pobres criaturas, con los ejemplares de progenitores que se ven por ahí, no sabes la suerte que has tenido!). Mi experiencia, pasados los sesenta es de lo único que uno puede presumir, me sugiere que lo mejor es confiarse al Avi’s power, el único capaz de aunar experiencia, sabiduría (es un decir), cariño y buena disposición.
No, no te rías, no, ya verás lo que vale un peine. De momento ya has podido experimentar el chorro de voz de tu avi al entonar primorosamente “Rosereta”, “Escolta es vent”, “Un señor demunt un ruc” o “Tornar a Menorca”, aunque lo conocerás en todo su esplendor cuando me presentes a tu novio con cresta de gallo, pendientes y brazos tatuados y os tumbe de espaldas (él espero que huya despavorido) con mi versión de Alzati! Eri tu de Un ballo in maschera que muy pronto se representa en nuestro teatro, adonde algún día pienso llevarte. ¿Que no me entiendes? Pues prepárate, cuando seas mayor te susurraré frases en francés (¿en qué otro idioma se expresa mejor l’amour?), y te explicaré el significado de los anglicismos de Menorca ya que con un mínimo de suerte histórica habrías podido ser una lady
Y es que el Avi’s power, te advierto, va a manipularte todo lo que pueda para intentar evitar que te conviertas en una pija de manual o en una feminista airada, en una lectora exclusiva de prospectos de cachivaches electrónicos o de fuentes exclusivamente cibernéticas, o peor, de bestsellers de garrafón, o en escritora (?) compulsiva de sincopados mensajes de móvil o en una indiferente consumidora de comida basura (a tal fin ayudarán mucho los peroles de peix y migas aragonesas de tu s’avia de aquí o los pimientos rellenos y las croquetas de tu abuela de allá) , o en adoradora descerebrada de cualquier berreador tatuado, o en televidente zombi, o en una plasta fundamentalista de cualquier creencia más o menos inverificable…
Por lo tanto haré todo lo que pueda para que te guste la buena música, desde la clásica a los Beatles, pasando por el jazz y que le cojas afición al lenguaje articulado (ya te he comprado clásicos en cómic como “La isla del tesoro”, “Robin Hood”, “Veinte mil leguas de viaje submarino”, etcétera, para leerlos y comentarlos juntos) y adviertas que hay vida más allá de la televisión, los nintendos… y los avatares.
Y más adelante tampoco te librarás de Woody Allen, te lo advierto, un viejales siempre divertidamente temeroso de que el cielo se desplome sobre su cabeza y que nos enseña a no tomarnos demasiado en serio y, menos aún, a hacer caso de los excesivamente serios.
También, y como buen oftalmólogo, te enseñaré el lenguaje de los colores y no sólo de las flores. Nada de blancos, anémicos, enfermizos. Te quiero sonrosada, grana, lo cual combina portentosamente con el azul intenso de tus ojos. Visca, little pretty girl.

P.S.- Los abuelos interesados en adherirse al Avi’s Power, según los términos de este manifiesto pueden contactar con mi correo electrónico pedrojbosch@hotmail.com para concertar estrategias y abueleces diversas.

sábado, noviembre 13, 2010

Cine negro, política oscura

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 13 Noviembre.

4-XI-10
Mientras la prensa del carajillo party demanda enfervorizada la duplicación del tea party en España, bajo la mano de hierro de nuestra Sarah Palin particular Esperanza Aguirre, no toda la derecha parece tan cerril. Ignacio Camacho se muestra más perspicaz hoy en Abc: “Las emulaciones más o menos sucedáneas del Tea Party sólo conducen a la favorable agitación del espantajo retrógrado que suelen proporcionar a la izquierda la munición que necesita para dibujarle al proyecto centrista un falso retrato de involución cavernaria”.
La duda, mi duda, es si existe tal “proyecto centrista” entre tantas voces “desacomplejadas” y silencios más o menos cómplices.

5-XI-10
Me llaman de la editorial Heptaseven, donde la próxima primavera aparecerá mi novela-homenaje a Woody Allen, para notificarme que tengo un nuevo compañero menorquín de escudería. Se trata ni más ni menos que del jubiloso jubilado Mario Delgado Barrio a quien le van a publicar su colosal (por su enjundia, empeño y contenido, toda una tesis doctoral) obra sobre el cine negro, aquel género casi olvidado del ambiente con humo, el fajo de billetes, la bala siempre dispuesta… Y la inevitable mujer fatal (¿Quién no evocaría aquí a la sin par Lauren Bacall?), a la que hoy día habría que rebautizar, para no herir susceptibilidades, como “mujer torvamente utilizada como objeto de depravación”. Por ejemplo.
Lo mejor del caso es que, con Mario, nos iremos de bolos promocionales por algunas plazas españolas de buen beber y mejor yantar. Congratulations, Mario.

6-XI-10
Poco que oponer (algo sí: no es muy diplomático en un Jefe de Estado en visita oficial) a que el Papa Benedicto, exprese su opinión frontalmente contraria a algunas leyes democráticas de este país, pero se le ha ido la mano en su denuncia del “laicismo agresivo” que, según él, se vive en España, al que llega a comparar con el que se desató en la II República y que quemó iglesias y asesinó a centenares de clérigos…
Una persona culta e inteligente como él no debería caer en burdas exageraciones, sabiendo además como sabe que la Iglesia en España vive privilegiadamente en un paraíso fiscal ad hoc y que este gobierno pretendidamente comecuras elevó en 2007 a definitivo el generoso sistema de financiación pública a la Iglesia católica e incluso incrementó considerablemente la cuota del IRPF que Hacienda entrega a los obispos por las declaraciones de los fieles.

7-XI-10
Lo que es cierto es lo de la crisis de valores: mientras me dirijo al Municipal de Bintaufa para ver al Sporting, contemplo con desazón la procesión de traidores que se dirigen al pabellón del Menorca Basquet, acreditados futboleros (¿ex?) muchos de ellos, convertidos en adoradores del becerro de oro de la ACB… Bueno, en serio, ¿no hay forma de evitar la coincidencia de horarios?
Por la noche y mientras me resigno a ver ganar al Real Madrid, releo la prolija e interesantísima entrevista a Felipe González en El País. Sus reflexiones sobre las cloacas del Estado me hacen evocar una cena menorquina con el ex presidente Calvo Sotelo, que ya relaté hace años en el dietario pero que no me resisto a repetir tras la afirmación de Felipe de que pudo volar a la cúpula de ETA pero no lo hizo, y aún no sabe si acertó o no…
En aquella ocasión, le preguntamos a don Leopoldo qué haría si, siendo presidente, le avisaran que se ha detectado una barcaza llena de etarras armados hasta los dientes en aguas del Gofo de Vizcaya. Su respuesta fue taxativa: “La hundiría”.

8-XI-10
El cinismo de algunos opinadores es proverbial sobre todo en un asunto tan escabroso como el de las alcantarillas del Estado, reactivado por Felipe González. Los veteranos del lugar recordamos muy bien las cosas que decían en los años ochenta y lo que dicen ahora en un patético desgarramiento de vestiduras y desparrame de titulares.
Cuando me llaman Pedro Jota siempre procedo a una perentoria aclaración.

9-XI-10
Casa de citas: “La gente que no ha sido muy feliz en la infancia tiene más armas. Los que han vivido una infancia feliz arrastran para siempre una nostalgia del paraíso”. Yasmina Reza, escritora y dramaturga en El País.
“La mujer ha salido de casa, pero el hombre no ha acabado de entrar”. Eva Piquer, escritora y periodista en La Vanguardia.
En la consulta, una paciente veterana, cincuenta/ sesenta años, secreto de confesión, me dice que ve a los hombres amedrentados ante la pujanza femenina. Será que aquejan nostalgia del paraíso

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viernes, noviembre 05, 2010

Una de lagos

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 6 y domingo 7 noviembre

A Nito Marí y familia, con la esperanza de compartir emociones viajeras.

Lugano

Los controladores atacan de nuevo, esta vez en Francia, cuyo territorio tenemos que sobrevolar para ir a Milán, primera etapa de nuestro periplo-homenaje a las fiestas de Gracia-desde-la-distancia. Lando, en el embarque nos pone sobre aviso: “Acaban de suspender un vuelo a Venecia”, nos asesta, pero embarcamos para Madrid, tras despedirnos con un enigmático pero esperanzador “igual hay suerte”. Le felicito porque Tronya y Allen no le molestarán durante cinco días (Lando es mi sufrido vecino desde hace treinta años).
Ya en el avión con destino a Milán, con sólo media hora de retraso, el comandante nos sigue acojonando, dice que “hay problemas” y que a lo peor nos desembarca para un delay de tres o cuatro horas… Finalmente despegamos con sólo hora y media de retraso (¡bendito sea, por lo menos salimos!) y llegamos a Milán/ Malpensa sin más sobresaltos que la tensa espera de las maletas en uno de los aeropuertos más acreditados del mundo en extravío de equipajes, y los propios de llegar ya apenas sin la luz diurna que deseábamos para circular con más relajación.
Tras sortear algunas dificultades técnicas en el vehículo de alquiler-se enciende el motor apretando un botón camuflado-, encaramos el camino de Lugano, primera etapa de nuestro viaje, tras congratularnos de nuestra increíble suerte. Salió el avión, llegaron las maletas y el coche nos esperaba en su aparcamiento. Ahora es la ciudad suizo-italiana la que nos recibe para cumplimentar el factor literario (el viaje lo había originado la lectura de un artículo de Félix de Azúa en el que hablaba del interés de una ciudad con el orden suizo, la disbauxa italiana y el lujo global).
La riqueza la advierte uno nada más llegar al hotel y aparcar el utilitario de alquiler entre lamborghinis, ferraris y masseratis, a los que dirigimos una displicente mirada. Realmente, nunca me han emocionado los coches y se me ocurren mil viajes en que gastar el dinero, si lo tuviera, para darme uno de esos lujos, que no es el caso. Por ejemplo, una noche en el hotel Príncipe Leopoldo, que sí nos permitimos aunque sea para cenar en una atalaya desde la que se observa la fastuosa belleza de Lugano y su lago, abrupto, colosal, como un espejo suspendido entre montañas.
La mañana siguiente nos acoge un cielo aterradoramente encapotado, amenazador hasta el sarcasmo (¿No queríais lujo? ¡Os vais a enterar!). Afortunadamente conseguimos aprovechar un par de horas antes del diluvio y pudimos hacernos una idea de la ciudad, señorial pero acogedora, con su espléndido paseo de tilos al borde del lago, en el que no es difícil imaginarse a los engominados conductores de coches de diseño luciendo melena al viento al lado de mujeres de bandera en las noches de un estío que hoy parece lejano pese a halarnos en los primeros días de septiembre. Nos vamos, casi de estampida, entre lanzas de agua que vienen de un cielo tan sobrecogedor como el propio lago, una especie de fiera domada por el hombre a la que apenas te atreves a acariciar, tal es su belleza y majestuosidad. Volveremos a Lugano, lo sé, quiero verlo bañado por el sol, recorrer su lago, besar sus aguas.

Orta

Dejamos atrás la cortina de agua que tamiza la visión-soberbia, aún con ella- del lago de Lugano y su fiel infantería de coches fantásticos, para dirigirnos a lo que promete ser menos glamuroso, pero muy sugerente por la vía bucólica: el lago de Orta y especialmente su villa más emblemática, Orta San Giulio.
Como presagio de la beatitud que nos espera, el sol no deja de acompañarnos en todo el trayecto, de apenas hora y media (la dosis diaria recomendable de coche), hasta divisar los primeros retazos del paisaje ortiano, mucho más suaves, amables, menos imponentes que el de Lugano. Damos enseguida con el hotel La Bussola, tan familiar (lo llevan padres, hijo y un enorme perro que dormita en la entrada), modesto, que parece fundido con la austeridad de Orta en contraposición al lujurioso tren de vida de Lugano. Instalado en una colina de la península que se adentra en el lago, desde sus ventanales se divisa la singular Isola de San Giulio, auténtica perla del lago que recuerda muy mucho a la isla central del fiordo de Kotor en Montenegro (ver el libro Inventario de perplejidades). La isola es la auténtica perla del pequeño lago, lo que le confiere especial encanto, y el edificio que la domina es un monasterio de monjas, aunque coexiste con las viviendas de los propietarios. Es una delicia recorrer la única calle que circunda la isla, con paredes milenarias de cuyas ranuras llenas brota el musgo.
Orta de San Giulio es un pintoresco (en esta ocasión no es un tópico) pueblecito en el extremo de la península. Antes de afrontar sus empinadas callejuelas es muy aconsejable bordear la península a la vera del lago, siguiendo la señalizada passegiata hasta llegar a San Giulio. Encontrarse en una tarde veraniega en la plaza Motta, frente a la isola confiere una impagable sensación de paz y relajación, en plena armonía con una naturaleza tan austera como escasamente modificada por el hombre. El Palazzo Comunale con su planta baja abierta, donde se reunían los delegados del obispo de Novara, de quien dependía la población, es el edificio más emblemático de una plaza con algún bucólico restaurante sobre las aguas del lago, enfrente de la isla.
En la calle Salita della Motta, más bien una especie de plaza alargada en cuesta, aparecen algunos edificios imponentes como el palacio De Fortis, el Ubertini, la casa dei Nani (casa de los enanos), cuya construcción data del siglo XIV, balcones y cancelas de hierro forjado, bares y tiendas coquetones, pero sobre todo, una cadencia, un ritmo de vida tan pausado que todo el complejo, aguas, callejuelas, isla parece suspendido en el aire, como un paisaje levitante.

Aosta

Antes de dirigirnos a Aosta hacemos escala en Arona en pleno Lago Maggiore que, a pesar de su nombre, no es el más extenso de los lagos italianos, honor que corresponde al de Garda, más al este, cerca de Verona y del guardo un recuerdo imperecedero por sus contrastes paisajísticos, desde el suave y turístico sur hasta el norte escarpado y montañoso que termina en Trento, hermosa ciudad alpina a pesar de sus connotaciones eclesiástico-represivas.
Paseamos por la extraordinaria ribera urbana de Arona y también por la muy chic Vía Cavour, calle peatonal llena de tiendas al más puro estilo italiano, pero pronto nos adentramos en el hermosísimo Valle de Aosta con el Mont Blanc al fondo, un angosto pasadizo entre montañas, festoneado de albergues y chalés de recreo, paisajes que bien poco tienen que ver con los que están acostumbrado los prófugos de las fiestas de Gracia.
Aosta, ciudad a la que nos dirigíamos sin prejuicios, sólo como estación de descanso antes de Annecy, sorprende e impacta -dirían los guays-, por su escrupulosa conservación de los innumerables restos romanos, murallas, anfiteatros, portalones, combinado con callejuelas cul de sac típicamente árabes. Comemos, ya a punto del gong de los implacables horarios de estos lares, en un viejo albergue junto a uno de esos soportales romanos un magnífico guiso aostiano de carne al vino con polenta. De fumar después del cafelito ni hablemos: misión imposible.
Sorpresa mayúscula al pretender gozar de Aosta la nuit (el fosquet, más bien): del bullicio de apenas un par de horas antes no queda nada. La ciudad parece en paro respiratorio y nos las vemos y deseamos para encontrar un mínimo ambiente para cenar. Al final encontramos un local regentado por jóvenes emprendedores donde tomar un reparador carpaccio.

Annecy

Once kilómetros, once de túnel para atravesar el macizo del Mont Blanc. Continuas indicaciones (mínimo 50km/h, máximo 70), escrupulosa distancia de seguridad entre vehículos, una emisora de FM dando continua y cumplida información de la vida en el túnel, pero ahí dentro uno empieza a oír ruidos alarmantes y no digo nada si un tubo de escape expele una humareda…
Al poco rato entramos en Annecy, última etapa del viaje, dulce recuerdo de diez años atrás en las mismas fechas, espléndido refrendo del mismo paraíso a pesar del innegable carácter de postal turística de su casco antiguo, centrado alrededor del singular edificio, un antiguo presidio con forma de proa de barco, que parece retozar entre canales y cisnes, y en el que el trajín de visitantes es copioso e incesante, tanto como el trasiego de fondues en los restaurantes.
Pero Annecy es fundamentalmente su portentoso lago, accesible en sus catorce kilómetros de perímetro, rodeado de montañas salpicadas de parapentes y festoneado de playitas, calas, pueblos, también de postal, como el de Talloires, que se recorre en un par de horas hasta llegar a Annecy Le Vieux, zona residencial con muy buenos restaurantes en los que reponer fuerzas (con una fastuosa andouillette, si uno se atreve con tan singular embutido a caballo entre el freixurat y el botillo leonés).
Pero si algo permanece indeleble de Annecy es el paseo vespertino por la avenida de Albigny en la ribera del lago, bajo los plátanos centenarios, que sigue dando fe de elegancia, paz y vida cadenciosa. Allí, sentados ante lo que llaman la dame blanche, que conforman las últimas estribaciones montañosas al fondo del lago, observamos los pechos de la pétrea señora, una especie de penya de l’indio en plan erótico, y la vida parece detenerse. Es allí cuando el viaje adquiere todo su sentido, y por fin sobreviene el olvido de tanta farándula, exceso, nimiedad, frenesí. Allí, sin tiendas, sin comercios, sin bares, sin turistas (sólo nativos y un par de intrusos menorquines), sin musiquillas ambientales, ¡sin ruido! Es cuando el viajero se siente realizado.
En la vuelta aérea, vía Ginebra, esta vez son “causas operativas” las que nos obligan a batir el record de velocidad en pasillos aeroportuarios en la inacabable T4 para enlazar con Menorca, en cuya punta Este ya han desaparecido los ecos equino-alcohólicos de las fiestas. ¡Idò!

Menús, raíces, y otras estupideces

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 30 Octubre

23-X-10
Espléndido menú de veinte euros all inclusive (sin sorpresas adicionales) en un restaurante de Cala Figuera: revuelto de trigueros, marmitako (mi mujer prefiere manitas de cerdo) y leche frita. El dueño nos cuenta sus cuitas tras el postre: sólo siete cubiertos en una mañana sabatina luminosa en la que la Illa del Rei refulge esplendorosa sobre una bandeja dorada. Pero él no desiste de su idea de ofrecer calidad a precio razonable, difícil empeño en un mundo adorador del éxito fácil y cuya única deidad es el dinero. Tratamos de consolarle: “Esto ocurre en todas las profesiones, amigo”. Y acabamos todos sonriendo…de forma lastimera.
Nada mejor para la digestión que descubrir a tus ancestros a través de la concienzuda e interesante investigación de esta self made woman que es Margarita Caules, por quien me entero de mi ascendencia fuertemente ciutadallenca, en la exhaustiva e interesante serie que ha iniciado sobre el dueño de la fábrica de harinas “La Minerva”, mi abuelo Francisco Bosch Ponsetí. Pero me temo que nunca podré ser un bon ciutadallenc: no tengo demasiada afición por los caballos y siempre llamaré pomada a la pomada y “bixi” a la “velo”.

24-X-10
Vuelvo al tenis matutino después de varios siglos de lesiones musculares y, como prevención, nos pasamos más tiempo conversando que jugando. Mi partenaire, que no rival, sólo peloteamos, me explica sus pesadumbres político-territoriales: Coyunturalmente metido a político (técnico, más bien), abomina del nulo interés de los mallorquines por nuestras cosas. “Sólo les interesa el poder y el dinero”. Ja hi tornam a ser, me digo, mientras intento una dejada que muere, exhausta, a mis pies. “Espero como una liberación el final de la legislatura”. ¡Idò!
En Es Diari, JC Ortego, siempre fiable (¿qué mejor elogio puede dedicarse a un periodista?), escribe un magnífico artículo sobre la discriminación de las islas menores en el transporte aéreo…Y la indiferencia mallorquina. Vatúa el món!

25-X-10
Culmino el repaso a la prensa dominical y tras sobrevivir a la lluvia (de fuego) de diatribas contra Rubalcaba, a quien PJ Ramírez llama “el genio tenebroso”, Abiac “La maldad sin grandeza” y otros “el triunfo del malismo” o “concepto amoral de la política” etcétera, y a los cantos jeremíacos por el previsiblemente próximo fin de ETA (el porqué del disgusto de determinados medios es inefable),me quedo, como casi todos los domingos, con la clarividencia de Javier Marías en El País Semanal :
Hoy día, dice el escritor madrileño, la vieja tradición dialéctica de argumentar y refutar razonadamente ha saltado por los aires. Los políticos actuales no hubieran sobrevivido a un solo rifirrafe de hace veinte años, no digamos hace cincuenta. A ninguno se le hubiera tolerado esos displicentes “hoy no toca” o “lo único que importa es que somos lo mejor para España”, y no digamos la patética respuesta “esa es su opinión”, como si las opiniones ajenas no nos afectaran y no debieran ser refutadas por la propia, eso sí, con argumentos.
Un día de estos razonaré pedagógicamente por qué Messi (talento natural) es infinitamente mejor que Cristiano Ronaldo (atleta reconvertido en futbolista). No sé si Marías, madridista confeso estará de acuerdo…

27-X-10
Un paciente me comenta entre boira y boira el dato que aporté al Foro Illa del Rei sobre la contratación, la temporada pasada, de 3.200 trabajadores de fuera de la isla, a pesar del creciente paro menorquín. Y me pregunto si este año ha cambiado la tendencia y la excelente ocupación hotelera ha redundado en la contratación de más menorquines… De no ser así, se plantean un par de preguntas: ¿no quieren trabajar nuestros parados en hostelería? ¿O acaso salen más baratos los forasters?

28-X-10
La estupidez, como la corruptibilidad, no es patrimonio de ningún sector social, sino transversal a toda la sociedad. La corrupción infectó al felipismo terminal como ahora es una gangrena para los populares valencianos y baleares, de hecho suele florecer cuando los gobernantes perciben que su buena estrella en las urnas va para largo.
La estupidez en general, y la machista en particular también, se reparte homogéneamente, como nos enseñara en su día el profesor italiano Cipolla, aunque últimamente proliferen es sectores situados más a la derecha, como en el caso del alcalde de Valladolid y los “morritos” de la ministra o del escritor Sánchez Dragó alardeando de sus juegos sexuales con niñas.
En cuanto al campanudo escritor Arturo Pérez Reverte llamando “perfecto mierda” a Moratinos, entra más en el género “sin complejos” tan caro al españolismo rancio. En fin.

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