sábado, diciembre 04, 2010

Gira maneta, gira maneta

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 4 Diciembre

26-XI-10
Da gusto volver a casa a mediodía de un viernes, acompañado en la radio del coche por Javier Tejero, todo un delegado gubernativo metido a rockero. En la emisora de Diana, Javier da rienda suelta a su erudición musical y a su buen gusto. Hoy mismo me ha obligado a retirarme al arcén para escuchar convenientemente un tema de Leonard Cohen interpretado con voz aterciopelada (¿qué diablos querrá decir este adjetivo aplicado a una voz o a un vino?) por Jennifer Warnes… y el propio Cohen. Un extraordinario momento de radio.

27-XI-10
En un día como el de hoy en el que un cortinaje denso y perenne que cala los huesos, nos deja sin el teatro de la burbujeante calle sabatina (el único momento en que Maó / Mahón parece una ciudad viva), hay que echar mano del poeta para sobrevivir al tedio:
Una tarde parda y fría de invierno.
Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales.

Pasan las horas de hastío por la estancia familiar,
El amplio cuatro sombrío donde yo empecé a soñar
.
Antonio Machado, siempre al quite.

28-XI-10
Antes de enfrentarme mañana con el pérfido Mourinho, concluyo unas jornadas de confraternización con Arnau Vidal, aventurero aguerrido espoleado por sus dolorosos recuerdos infantiles del invasor/ secuestrador, liberador de esclavos del turco, atormentado amante de Helena Martorell, víctimas propiciatorias, ambos, de la gente de orden (los actuales Mercados, para entendernos), auténticos “héroes de la noche” según la literatura de Josep Mª Quintana en su última y magnífica obra.
A través de de Arnau y del atribulado mosén encargado de cantar las alabanzas de los prohombres de Ciutat de Pregonda, JMQ nos introduce de forma ágil y entretenida (menos recargada que en la ya notable Els Nikolaidis), en la corte otomana repleta de esclavos pregondins que purgaban sus penas mientras en su ciudad natal, sus propiedades eran engullidas por los supervivientes del asalto turco que en muchos casos habían pagado por su inmunidad y que se convierten de forma tan torticera en la aristocracia emergente. Y el propio mosén pasándolas canutas para conocer (y callar) la verdad, que siempre suele ser la que cuentan los vencedores, como trata de demostrar JMQ.

29-XI-10
Si en “El corazón de las tinieblas” Josep Conrad viajaba al epicentro de la soledad y de la lucha del hombre contra las fuerzas incontrolables de la naturaleza, la sociedad menorquina acaba de sumergirse en el horror contra natura, el más inasumible de todos. Una única lectura positiva: la extraordinaria eficacia de la policía para desentrañar el horrendo crimen. Chapeau.
Y un rato antes del clásico, repaso a las valoraciones de los resultados electorales de ayer en Cataluña y, ¡cielos!, estoy casi de acuerdo con Jiménez Losantos en su lectura: hay una mayoría de votos… catalanistas (él dice separatistas porque le va la brocha gorda) apabullante, y esto se reflejará cuando la crisis económica escampe. Y si no al tiempo. También ocurrirá en Euskadi cuando puedan votar todos. Así son las cosas.

30-XI-10
Si algo me preocupa profundamente del nuevo orden de valores en el mundo globalizado es la entronización de esa figura del Ganador (arrogancia extrema, escrúpulos mínimos, eficacia…depende), por lo que encandila y envilece a la juventud. Por eso esta vez me he alegrado más que nunca de un resultado deportivo y de que uno de los iconos más representativos de esa fauna (The especial Five, a partir de ahora) mordiera anoche el polvo de la derrota sin paliativos, superado (arrollado) por un exquisito trabajo de equipo bien planificado y mejor ejecutado.
En honor del higiénico mitocidio, enseño a mi nieta el Gira maneta, gira maneta, gira-la tu que la tens petiteta, equivalente casolá de los cinco lobitos, cinco…

2-XII-10
El Pentágono ha quedado en porreta como resultado de la filtración en Internet de sus papeles secretos. Un hito periodístico que se reparten cinco de los diarios más influyentes del mundo, The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País, para confirmar lo que ya sabíamos, que el desparpajo y prepotencia de los norteamericanos, esos ganadores, no conoce límites, al igual que el vergonzante servilismo de nuestra cada vez más desconcertada subprefecture