Publicado en "Diario Menorca" el sábado 15 Octubre
7-X-11
Empiezan los largos sollozos de los violines de otoño que diría el poeta, un buen momento para reabrir esta ventana que, aunque me ofrece un paisaje desolador, me obliga a matizarlo con mirada de abuelo, conciliadora y apacible, nunca me perdonaría que mi nieta se quedara con la imagen de un viejo cascarrabias. Absténganse por tanto de frecuentarla los monotemáticos amantes del piñón fijo, los buscadores de la destralada unidireccional (sea infligida a progres o fachas, nacionalistas de la ceba o del toro de Osborne), los que, lejos de buscar la reflexión, sólo esperan confirmación, cuanto más contundente mejor, de sus prejuicios, los que creen ver frescura y valentía donde no hay más que bravatas panfletarias entretejidas en el vacío, los que no dudan jamás, los “sin complejos” que no entienden por qué el mundo no se rinde a su clarividencia…
Acudan a mirar por esta ventana los que no entienden gran cosa de lo que pasa, los que se preguntan un día sí y otro también qué nos está pasando, los que incluso se preguntan qué y quiénes somos, los que sólo pretenden compartir perplejidades, los que sin creer en una objetividad inexistente, piensen que sí es posible tratar de escapar del sectarismo, los que prefieren un sano (matizado) relativismo a cualquier atisbo de dogmatismo, los resistentes a la creencia en conspiraciones cósmicas, los escépticos en soluciones milagrosas… En fin, queda inaugurado este pantano.
7-X-11
Empiezan los largos sollozos de los violines de otoño que diría el poeta, un buen momento para reabrir esta ventana que, aunque me ofrece un paisaje desolador, me obliga a matizarlo con mirada de abuelo, conciliadora y apacible, nunca me perdonaría que mi nieta se quedara con la imagen de un viejo cascarrabias. Absténganse por tanto de frecuentarla los monotemáticos amantes del piñón fijo, los buscadores de la destralada unidireccional (sea infligida a progres o fachas, nacionalistas de la ceba o del toro de Osborne), los que, lejos de buscar la reflexión, sólo esperan confirmación, cuanto más contundente mejor, de sus prejuicios, los que creen ver frescura y valentía donde no hay más que bravatas panfletarias entretejidas en el vacío, los que no dudan jamás, los “sin complejos” que no entienden por qué el mundo no se rinde a su clarividencia…
Acudan a mirar por esta ventana los que no entienden gran cosa de lo que pasa, los que se preguntan un día sí y otro también qué nos está pasando, los que incluso se preguntan qué y quiénes somos, los que sólo pretenden compartir perplejidades, los que sin creer en una objetividad inexistente, piensen que sí es posible tratar de escapar del sectarismo, los que prefieren un sano (matizado) relativismo a cualquier atisbo de dogmatismo, los resistentes a la creencia en conspiraciones cósmicas, los escépticos en soluciones milagrosas… En fin, queda inaugurado este pantano.
8-X-11
Sobrecogido por la tormenta que observo desde la ventana, escribo un e-mail urgente a mi economista de cabecera con el siguiente texto:
“Empiezo a estar realmente acojonado con la marcha de la economía. ¿Puedes tranquilizarme, maestro? Dime algo, acabo de inaugurar el dietario y necesito un mensaje que no sea apocalíptico, ¿lo hay?”
Me contesta a vuelta de correo: “Yo también estoy algo acojonado. Creo que el panorama es desolador y a ello contribuye mucho la falta de liderazgo político en Europa…Es crucial una acción coordinada a nivel europeo que compagine saneamiento de los bancos (pidiendo responsabilidades o no) y una acción fiscal expansiva de la Unión… Y hay que dejar de hacer demagogia y pequeños planes exentos de credibilidad (todos los líderes europeos parecen la peor versión de ZP)”
Apago el ordenador y me inyecto en vena un deuvedé con los goles de Messi.
9-X-11
Domingo. Los árboles de mi ya vetusto jardín se cimbrean al compás de la tramontana contra un fondo azul, luminoso. Salgo con Tronya y Allen. Fresco ambiental. Nostalgia del pasado fin de semana, nadando con la nieta en S’Arenal, comiendo al pie de un mar calmo y veteado por mil colores…
Inicio el día leyendo Culturàlia, el magnífico suplemento cultural de Es Diari que dirige Raquel Marqués. Me congratulo de sus doscientos números y me acojono pensando en hipotéticos recortes que cercenen lo que no sirve para nada práctico, es decir, la cultura…
“Probo” es uno de esos adjetivos perdidos por el desuso. Me acuerdo él al leer la noticia de la jubilación de Mateo Mir en la misma empresa en la que ha trabajado casi cuarenta años. ¿Cómo llamar si no al trabajador fiel, honesto y efectivo? …
Debería decir algo sobre el tal Steven Jobs que acaba de fallecer. Ojo, nada displicente en lo de “tal”, motivado por el aluvión de páginas que se nos ha venido encima y que me han cogido por sorpresa. No era consciente de la importancia de esos artilugios con nombre de espía que ha inventado el interfecto. Oigo hablar todos los días de IPhone, Ipad y todo esto, pero no sé muy bien qué es cada cosa. Mis respetos al finado y disculpen la ignorancia del usuario de un sencillo móvil de prehistórica generación.
Otrosí: “De la Alianza de Civilizaciones al Escudo Antimisiles” sería un insuperable epitafio para el casi ex presidente del Gobierno. Lo define perfectamente.
Otrosí: “México estudia la prohibición de la fiesta de los toros”… ¿Habrá también allá en el rancho grande pérfidos nacionalistas catalanes dispuestos a enredar?
10-X-11
Un paciente me trasmite su acojono no sólo por las perspectivas económicas sino por la conflictividad social que se intuye a corto plazo en un país con cinco millones de parados y con signos de estancamiento…
12-X-11
En el antes llamado “Día de la Raza” (¡qué idiota es la raza humana!), de nuevo en S’Arenal d’en Castell leyendo abstraído “La Libertad”, de Jonathan Franzen (Edit. Salamandra), una novela monumental de la que habrá ocasión de hablar, si me permiten los lectores el júbilo de citar lecturas, que nada tiene que ver con el exhibicionismo como creen algunos, sino con la ferviente ilusión de compartir gozos literarios.
Una abuela lesionada en un pie ayuda a un abuelo operado de la rodilla a meterse en el mar en una imagen tan enternecedora como estremecedora, según como se mire. Acojonante.