Publicado en "Diario Menorca" el sábado 3 marzo
24-II-12
Relax post laboral con Paul Auster (“Diario de invierno” Anagrama 2012). Josep Bagur, el director que, en época de vacas famélicas, trata de hacerse un hueco en la historia de Es Diari bajo la alargada sombra del bondadoso, prudente y perspicaz Bosco, citaba el párrafo que cierra el libro de memorias extracorpóreas (a menudo se extraña Auster de su propio cuerpo y escribe realmente un reportaje sobre sus reacciones ante los avatares de la vida): “Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama…” Interrumpo cita: yo añadiría mis frenéticos e interminables estornudos. Sigo con Auster:”Tienes sesenta y cuatro años…” Vuelvo a interrumpir: Bueno, no tanto, algo menos. Paul, again: “Afuera, la atmósfera es gris, casi blanca y no se ve el sol. Te preguntas: ¿Cuántas mañanas quedan?”.
Me viene a la cabeza el dictamen del filósofo rumano-francés Cioran (cito de memoria): “La diferencia entre un mortal y un moribundo no es tan grande: lo absurdo de hacer proyectos sólo es más evidente en el segundo caso”. Pero realmente, a partir de los sesenta somos más moribundos pero no por ello más infelices. Todo depende de conservar intactos el deseo y la curiosidad. Y de no escuchar tertulias de la TDT ni manifestaciones de Mourinho…
Rescato otro subrayado del de un libro notable, el que refleja la visión sesentona y british de Julian Barnes en “Nada que temer”: “Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás” ¿Somos como nos ven?... ¿Qué estará pensando Inés de su avi?
24-II-12
Relax post laboral con Paul Auster (“Diario de invierno” Anagrama 2012). Josep Bagur, el director que, en época de vacas famélicas, trata de hacerse un hueco en la historia de Es Diari bajo la alargada sombra del bondadoso, prudente y perspicaz Bosco, citaba el párrafo que cierra el libro de memorias extracorpóreas (a menudo se extraña Auster de su propio cuerpo y escribe realmente un reportaje sobre sus reacciones ante los avatares de la vida): “Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama…” Interrumpo cita: yo añadiría mis frenéticos e interminables estornudos. Sigo con Auster:”Tienes sesenta y cuatro años…” Vuelvo a interrumpir: Bueno, no tanto, algo menos. Paul, again: “Afuera, la atmósfera es gris, casi blanca y no se ve el sol. Te preguntas: ¿Cuántas mañanas quedan?”.
Me viene a la cabeza el dictamen del filósofo rumano-francés Cioran (cito de memoria): “La diferencia entre un mortal y un moribundo no es tan grande: lo absurdo de hacer proyectos sólo es más evidente en el segundo caso”. Pero realmente, a partir de los sesenta somos más moribundos pero no por ello más infelices. Todo depende de conservar intactos el deseo y la curiosidad. Y de no escuchar tertulias de la TDT ni manifestaciones de Mourinho…
Rescato otro subrayado del de un libro notable, el que refleja la visión sesentona y british de Julian Barnes en “Nada que temer”: “Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás” ¿Somos como nos ven?... ¿Qué estará pensando Inés de su avi?
25-II-12
Buena noticia la del empeño del ministerio de Fomento en declarar servicio público el enlace Mahón-Madrid. Veremos si acaban por incluirse otros vuelos vitales para nuestra isla, pero de momento no deja de ser un lenitivo para tanta zozobra viajera y un pequeño alivio para el atribulado Alejandre.
Pésima noticia la del cierre del diario Público un periódico que, cuando menos, contrabalanceaba el agobiante predominio de los medios conservadores (El Mundo hace tiempo que surfea por aguas de un anarquismo/amarillismo de derechas). Aunque no lo seguía regularmente, percibo su pérdida como una amputación.
Repaso mis notas mentales de la dispersa pero magnífica disertación, anoche en la Biblioteca Rubió, de Xavier Vidal-Folch, periodista de El País, especialista en temas europeos y económicos, en la que nos infundió cierto optimismo sobre la marcha de las instituciones europeas que, a paso lento pero seguro, se van reinventando a sí mismas al compás de las sucesivas crisis. No hizo referencia, tan siquiera piadosa, al clamoroso silencio de la presunta alternativa socialdemócrata…
Con Mario Delgado y su cine negro por la tarde en Alayor. ¿Por qué nos seducen esos relatos truculentos de seres marginales? Hablo en la presentación de la fascinación por el Mal para quienes nos movemos simplemente entre lo correcto e incorrecto. También planteo que el cine negro nace y se desarrolla en una época, la primera mitad del siglo pasado en que el Mal estaba identificado y la sociedad, jerárquicamente estructurada, sólida como el granito. Hoy, en plena sociedad en red, líquida o gaseosa, sin más jerarquías que las del triunfo o el fracaso, todo vale, incluido jalear a los corruptos y votarlos masivamente…El Mal es hoy poroso, inaprensible. La propia realidad es negra.
26-II-12
Urdangarín, Urdangarín, Urdangarín… Por fin el esperado y morboso paseíllo y sus primeras declaraciones. ¿Es bueno este asunto como reflejo de la igualdad ante la ley o es malo por lo que significa de descrédito para las más altas instituciones?
Comida con unos queridos amigos que se vuelven a Madrid después de un hecho luctuoso (ella era frágil como la porcelana pero resistió como el granito). Otra despedida, esta vez la última de ellos en la isla, y un nuevo paso al frente en el proscenio de la vida. Pero quedan los recuerdos, los amigos, esas raíces menorquinas que imprimen carácter y que son imperecederas. Sé que volverán.
29-III-12
Dos amigas. M.P, aragonesa indómita (como todas las que conozco, y las conozco bien), me halaga con un regalo exquisito: nada menos que seis libros, de autores compartidos. No es tan difícil hacerme feliz. Le sugiero otros autores por si otro día quiere acompañarme de nuevo al paraíso de la lectura.
Susana Quadrado, periodista mahonesa de altos vuelos, me regala un párrafo impagable en La Vanguardia: “Sugeriría a los amigos que atendieran a los amigos, que los miraran a la cara. Que hablaran con ellos. Pues un día van a levantar la mirada del ordenador, del móvil, de la tableta y se van a encontrar con que no hay nadie. Y como cantan Els Pets “digue’m que m’estimes”… pero hazlo con un susurro al oído”.
1-III-12
¿Hay mejor forma de celebrar la Diada que con tres salmonetes y un albariño a tres metros del mar azul de Cales Fonts?