El grado de deterioro de nuestra democracia queda perfectamente plasmado en el chusco evento del anunciado trasplante a España del macrocasino de las Vegas. Sólo falta nuestro entrañable actor Pepe Isbert para plasmar en pantalla un esperpento tipo "Bienvenido Mr. Marshall", por el que se nuestra esntusiasmada la muy bizarra Esperanza Aguirre que se ha declarado dispuesta a cambiar la Ley del Tabaco y lo que haga falta ( tasas de edificación "especiales", cotizaciones "sui generis" a la seguridad social, etcétera son algunas de las "razonables" peticiones de los inversores) con tal que el americano desembarque en Madrid. Ya veremos lo que le ofrecen los catalanes, también deseosos de que el maná ludópata se derrame cobre el Principado.
Leyes a la carta para "generar puestos de trabajo". ¿Todo vale? ¿También subvertir las leyes democráticas de un país? ¿Soberanía del pueblo? ¿What is that?