29-I-13
En la Fundación Ortega y Gasset de
Madrid con el buen amigo Carlos Sebastián, catedrático de Teoría Económica de
la Complutense y asiduo de Fornells. La sala, a reventar, para escuchar al
autor del libro “Subdesarrollo y esperanza en África ” y a los presentadores,
María Cifuentes, editora de Galaxia Gütemberg, Fernando Vallespín, politólogo,
articulista de El País y directivo de
la Fundación, y Josep Borrell, economista, ex ministro socialista y frustrado candidato a la
presidencia del Gobierno, quien, tras desenterrar a Max Weber con la supremacía
de los países protestantes, achaca a la inversión en educación el despegue del
sudeste asiático versus subdesarrollo
africano.
Por su parte, el autor, Carlos
Sebastián, desecha el manido “expolio
colonial” y las condiciones geopolíticas, así como pone en cuestión la utilidad
de la ayuda al desarrollo, perdida la mayoría de ocasiones por vericuetos espurios, para hincar el diente en
la corrupción y clientelismo de los países africanos (de sus elites, para ser
más exactos), causas fundamentales, según el catedrático forneller, del crónico subdesarrollo del continente africano, del
que sólo emergen los países capaces de dotarse de instituciones democráticas y seguridad
jurídica, como Botsuana y Mauricio, partiendo ambos de condiciones naturales tan
adversas como lo demás.
En la cena posterior, con ex
ministros, politólogos, economistas, y ex directores de diarios nacionales,
cunde el desánimo por La Situación,
por lo que optamos por evadirnos del fúnebre ambiente hablando de fútbol, donde el madridismo
imperante en la mesa tampoco está para echar cohetes: prometen irse mañana del
campo cuando Messi marque su segundo
gol…
30-I-13
Día de derby al que me traslada (para verlo en casa) Ryanair
con puntualidad suiza y precio ajustado (bye
bye). Gran partido y soberana perplejidad
al ver a
los madridistas eufóricos por empatar agónicamente en casa… ¿Será porque los mejores del siglo XX se han convencido por
fin de que juegan contra el mejor equipo del siglo XXI?
31-I-13
Repaso a la prensa menorquina y
constato nuevos expolios afectivos: por una parte, el de Victoriano Seoane,
inolvidable e inveterado compañero de juntas ateneísticas, tan prolífico en iniciativas interesantes
como divertidamente prolijo en su exposición, “¡Victoriano, és tard !”, clamaba uno como moderador
obligado, a lo que respondía él con una sonrisa autoindulgente… para seguir perorando
como si tal cosa. Gran conversador y experto en historias de Menorca y los
menorquines fue un referente en la vida cultural de nuestra ciudad y un amigo
fiable, de los de antes.
También desaparece Fernando Miquel, el Turronero, un hombre bueno, familiar,
y un notable empresario que supo evolucionar sin perder las raíces, patentes en
su extraordinaria horchata de chufa y en los helados y turrones que mantuvieron
sus tradicionales sabores a lo largo de las décadas para conectarnos sensorialmente
con nuestra infancia. Para mí, esté donde esté, no es Navidad sin el turrón de
yema del Turronero y no hay verano sin sus helados y horchatas.
1-II-13
El diario El País, dolorido y a la vez espoleado por su reciente patinazo con la presunta foto de Chávez intubado,
logra, esta vez sí, una exclusiva espectacular al publicar los ya llamados
“papeles de Bárcenas” que parecen confirmar lo que ya se intuía: que no n’hi
ha un pam de net que decimos por aquí, o lo que viene a ser lo mismo, que
estamos en plena tormenta perfecta del sistema democrático que nos hemos dado, por utilizar otra manida expresión (¿nos la
dieron con queso, realmente?), en la que está todo patas arriba: ya no es sólo
la corrupción, transversal a ideologías y partidos (no les está mal empleado a
los populares, fustigadores
inclementes de corruptelas ajenas), sino el más que deficiente funcionamiento
de los controles democráticos, la manipulación de los medios de información
públicos (acaban de darnos un pescozón
en Europa), la crisis existencial de los privados, las sospechas sobre la Casa
Real, la falta de respuesta política por parte del Gobierno, el estado catatónico de la oposición, el
silencio de los intelectuales… Y, para colmo, seguimos en el país del Nunca
Jamás (dimitiré).
3-II-13
Sobrecogedor relato de los pacientes
y familiares de enfermedades raras en
Es
Diari. Turbador y al mismo tiempo ejemplarizante en tiempos nada sobrados
de vidas ejemplares. Héroes anónimos de la colosal y desigual lucha contra el
infortunio… Con alguna moraleja interesante en tiempos de razón económica pura
y dura.
Y es que estas enfermedades,
digámoslo claramente, no son rentables.
Hay tan pocos casos que ¿para qué detraer
recursos? No creo exagerar ni caer en la demagogia, pero al reducir
recursos a la investigación y a la dependencia se condena a estos pacientes a
una vida indigna. Y otra moraleja, aún más política: ¿No es hora de recuperar
la idea de un Estado paliativo de
estas flagrantes desigualdades frente al
sálvese quien pueda del Estado neoliberal,
es decir, mínimo?
4-II-13
El equipo del Gran Wyoming, simulando interés turístico, se va a Fitur y entrevista a distintas comitivas
de políticos desplazados a la feria. Al final les pregunta quién paga la cuenta de tanto viajero. Todos sonríen piadosamente…
Como en el chiste de la hiena, ¿de qué c. se ríen?