24-V-13
Intento sobrevivir al maremoto aznariano, una abigarrada mezcla de
mesianismo fundamentalista e intrigas cortesanas bajo el vuelo de dagas traicioneras, un magma muy adecuado para un libreto operístico en una
tarde como la de hoy, en capilla ante la despedida de nuestro universal divo Joan Pons, ese ciutadallenc molt
ciutadallenc que los mahoneses sentimos tan mahonés como pueda ser mi amigo
Oliaigo Pons, un prodigio insólito en
la historiografía isleña. Joan ha sido, con el formatge, el propio oliaigo,
y sa penya de s’indio, el cemento más
sólido de la menorquinidad (el Menorca Básket pudo serlo también pero fue
demasiado breve).
Mientras espero el momento de
desplazarme al “Teatro Joan Pons” (¿Why
not?), intento desembarazarme, como he escrito más arriba, de la
omnipresente sombra de Aznar / Mourinho (no sería buen negocio habernos librado
del portugués para que acabe volviendo el recio castellano), pensando en la
necesidad perentoria de devolver su significado primigenio a las palabras y a
las cosas. Porque a la crisis institucional (partidos incluidos), económica y
social, se le añade la semántica,
aquella que define el sentido de las palabras. Por ejemplo la de “liberal”,
auténtico trending topic de la
política actual, cuyo significado se ha pervertido tanto que uno corre el
riesgo de tomar por tal al señor Bush, a
Esperanza Aguirre, al susodicho Aznar, o a esa caterva de ácratas
lingüísticos que lapapean por España
bajo la careta “liberal” de que cada cual hable la lengua que quiera.
El liberalismo político que cimentó
el progreso político de Occidente nada tiene que ver con este pretendido
anarquismo de derechas de los susodichos, que sólo habla de libertad económica
y máxima garantía para la propiedad privada, mientras el genuino liberalismo de
John Stuart Mill, entre otros, exige, además, libertad política, es decir
cuidado de las condiciones necesarias tanto culturales como políticas para
ampliar y mejorar la capacidad de elección de los ciudadanos, lo que le acerca
mucho a la socialdemocracia( de hecho en EEUU, se les llama “liberales” a los
socialdemócratas).
Trasladada mi cefalea aznariana al lector, decido anudarme la
corbata por primera vez en el año y encaminarme al Teatro para aplaudir al ciutadallenc més maonés. Visca en Joan forever!
25-V-13
Intenso placer para el gourmet futbolístico. Contemplar una
final de champions con la placidez de
la asepsia sentimental, sin las palpitaciones que me hubiera provocado la
presencia del Barça o del Madrid (por motivos opuestos, obviamente), es una
auténtica maravilla, máxime si el partido es equilibrado, intenso, de alto
nivel técnico-táctico y jugado con un fair
play exquisito, antes, durante y después del partido. Una xalada.
26-V-13
Pues no hay manera de librarse de la
alargada sombra de Aznar. Los dominicales rebosan de análisis y contraanálisis,
panegíricos y diatribas. ¿Algo nuevo, diferente o ingeniosillo que decir?, se
pregunta el atribulado dietarista. Bueno, quizás el agravamiento de la ya
evidente crisis del bipartidismo entre el estrépito de los tambores
aznarianos. Otrosí: ¿Se corresponde lo declarado por Aznar con lo que piensa
buena parte del electorado del PP? ¿Acaso se está gestando una escisión en el
hasta ahora monolítico partido conservador? ¿Estamos yendo hacia un
multipartidismo en que tenga algo que decir una derecha(más) dura, alejada de maricomplejines?
Menos mal que encuentro un eficaz lenitivo en
la prensa. En Es Diari y de la mano
de la magnífica serie periodística de María Solá “Menorquines en el mundo”,
asisto a la conmovedora lección de coraje vital de Agustín Llopis Sintes de Es Castell en su duro periplo laboral,
con el romántico intento intermedio de regentar una librería, hasta su actual
ubicación en Lausana (Suiza), donde ha podido reunir de nuevo a la familia y
reencontrarse con su primigenio oficio de chapista. Hermoso ejemplo de lucha
por salir adelante y preciosa serie la de María.
Pero es domingo y de un momento a
otro vendrá mi nieta a la que no pienso hablarle de Aznar ni de luchas por la
supervivencia sino enseñarle cosas de
provecho. A lo mejor me la llevo a Sa
Cala de Sant Esteve a mostrarle la
entrada del Podemó, que dice ella. Lo
mejor de la abuelez es sin
duda que no tienes que educar, sólo enseñar
en el sentido de descubrirle cosas, compartir tu experiencia con la
criatura. No necesariamente malcriar, sólo
manipular lo mínimo para que no te salga con los colores deportivos
equivocados…
27-V-13
Impresionante testimonio humano a
través de nuestro amigo escritor José Antonio Fortuny y la periodista de El País Rosa Montero. Se trata del texto
“Panegírico” de Francisco Guzmán, nacido con parálisis cerebral y que pese a
ello tenía una licenciatura en Física y otra en Humanidades. Francisco falleció
hace un mes y dejó un escrito como mensaje final (se puede leer tecleando Panegírico minusval 2000) que es un
monumento lírico y a la vez testimonio de su lucha incesante-que es la de
nuestro amigo Fortuny- por la vida independiente, imposible sin una decidida y
eficiente intervención pública que vaya bastante más allá de la hoy demediada
Ley de Dependencia. Labor de titanes en los tiempos que corren.
29-V-13
Afirma la nueva consellera de Educación que
examinarse de Religión es un signo de excelencia. Siempre me había preguntado
cómo había llegado mi generación a semejantes cotas de excelsitud. Ahora lo
comprendo.