1-V-08
Recorremos en Es Migjorn los paisajes vitales de David Rusell, un batiburrillo de hortals que configuran un paraje de excepcional belleza que parece detenido en el tiempo. Venimos de jugar (es un decir) un partidillo de fútbol con viejos amigos migjorners y ciutadallencs y la fiesta se prolonga con unos espléndidos tordos y una no menos exquisita paella bajo un sol que se mece en una cuna de verdor. A la vuelta, en el coche suena la guitarra de David interpretando a Bach. Insuperable.
Ya en casa, leo en Internet la referencia a la happy pizza que se sirve en Camboya, en la que, mezclada con el queso, se ofrece…marihuana, cuya dosis se ajusta a los deseos del comensal: si quiere una pizza simplemente feliz, bastante feliz, o locamente feliz. Se sabe de alguno que ha perdido el avión de vuelta y de algún que otro que ha acabado el ágape en el hospital. Francamente, prefiero la felicidad natural de los tordos Sito’s mother, la amabilidad casolana de Paca y Magda, la filosofía vital de José Triay, la disciplina inglesa de Massana…
Recorremos en Es Migjorn los paisajes vitales de David Rusell, un batiburrillo de hortals que configuran un paraje de excepcional belleza que parece detenido en el tiempo. Venimos de jugar (es un decir) un partidillo de fútbol con viejos amigos migjorners y ciutadallencs y la fiesta se prolonga con unos espléndidos tordos y una no menos exquisita paella bajo un sol que se mece en una cuna de verdor. A la vuelta, en el coche suena la guitarra de David interpretando a Bach. Insuperable.
Ya en casa, leo en Internet la referencia a la happy pizza que se sirve en Camboya, en la que, mezclada con el queso, se ofrece…marihuana, cuya dosis se ajusta a los deseos del comensal: si quiere una pizza simplemente feliz, bastante feliz, o locamente feliz. Se sabe de alguno que ha perdido el avión de vuelta y de algún que otro que ha acabado el ágape en el hospital. Francamente, prefiero la felicidad natural de los tordos Sito’s mother, la amabilidad casolana de Paca y Magda, la filosofía vital de José Triay, la disciplina inglesa de Massana…
2-V-08
Se sigue hablando del final del secuestro de los pescadores españoles en aguas de Somalia. El gobierno español no quiere hablar del precio del rescate y parece razonable. Lo que ya no lo es tanto es no aclarar una duda no menos razonable: una vez a salvo los pescadores (prioridad absoluta), ¿por qué no se dio la orden, como parece, de perseguir y capturar a los secuestradores como hicieron los franceses no hace mucho? Si es así, la opinión pública tiene derecho a saber por qué, ya que una cosa es la diplomacia y otra la pusilanimidad. ¿Zapaterismo en estado puro?
3-V-08
Calvo Sotelo acuñó fama de frío y distante, nada más alejado de la percepción que tuvimos de él en unas inolvidables veladas en Mahón y Cala Galdana. Dotado de un finísimo sentido del humor (inequívocamente british) siempre fue receptivo a nuestros requerimientos para colaborar con el Ateneo, lo que hizo en diversas ocasiones y en otras se disculpó personalmente. Tampoco se mostró nunca distante o evasivo: en cierta ocasión le preguntamos qué haría si se enterara como presidente del Gobierno de que una lancha de etarras armados hasta los dientes y con evidencias de ir perpetrar inmediatamente un atentado, estaba a punto de llegar a tierras vascas. En la distensión confianzuda de una sobremesa, su respuesta, con un deje de ironía, fue contundente: la hundiría.
4-V-08
En los dominicales, Calvo Sotelo aparte, me llaman la atención las exégesis del actual momento político italiano. El otro día en Es Diari, un ciudadano del país trasalpino se quejaba del trato que dan algunos medios al Cavalieri , al que han dedicado calificativos como “delincuente”, entre otras lindezas ( Alfonso Guerra dixit), o político mafioso, que no parecen muy oportunos cuando al presunto le han votado tantos ciudadanos.
La verdad es que una figura como Berlusconi, un auténtico anarquista de derechas que disculpa la evasión fiscal, alardea de cuidar de su cortijo (“si puedo cuidar de lo mío, mejor podré cuidar lo de los demás”), que le parece normal que un presidente de Gobierno disponga del monopolio informativo y mantener contenciosos con la Justicia, que ingenia continuos chascarrillos sobre las mujeres etcétera, este tipo de político, digo, causa cierta perplejidad en nuestro país, acostumbrado a profesionales más convencionales.
Y también choca, en un país como España, con amplia y dolorosa experiencia en caudillismos, el ascenso, democráticamente impecable, bien es cierto, de figuras profascistas o, por lo menos, con un inequívoco tufillo mussoliniano, como el nuevo alcalde de Roma, aunque convengo con Giovanni Sartori en que preocupa bastante más la deslegitimación de las instituciones, el “menos Estado y más seguridad”, el “¿qué hay de lo mío?” santo y seña del berlusconismo. ¿Estamos ante un síntoma más del descrédito de la democracia tradicional o lo que es casi peor, el principio del fin de cualquier idea comunitaria?
Afortunadamente, una maravillosa caminata por el camí de cavalls entre Mitjana y Trebaluger ahuyenta el pajarraco de las tribulaciones políticas. ¿Quién es capaz de pensar en Berlusconi ante tanta belleza inmaculada…por obra y gracia de La Política? Paseando entre pinos y retazos de mar azul uno se siente feliz por haber nacido en esta tierra y seguir disfrutándola como la conoció de niño. ¿Será esto el llamado patriotismo?
7-V-08
“No estoy arrepentido de nada; hice el trabajo que tenía que hacer, y ya está; en cuanto a mis asuntos familiares, sólo me importan a mí.”, afirma Max Aue, el sádico nazi protagonista de la novela (más bien un esperpéntico inventario de atrocidades) “Las benévolas” de Jonathan Littell. La frase, la “filosofía” de Aue me viene a la memoria al seguir contemplando el rostro del Mal en el llamado “monstruo de Amstetten”.
Sigue Aue/ Littell: “Los psicópatas no tienen mayor importancia. Pero los hombres corrientes son el auténtico peligro. El auténtico peligro para el hombre soy yo, sois vosotros… Y esto es lo más nos desconcierta, la posibilidad de que el Mal anide en nosotros mismos y que la sociedad contemporánea esté banalizándolo, jugando a la ruleta rusa con nuestra propia supervivencia como humanos.
8-V-08
A mi lo que me duele como culé no es hacerle el pasillo a blancos, que es anecdótico, además de edificante, por lo que significa de reconocimiento al ganador en noble lid, sino el que una plantilla tan dotada se haya desintegrado-facilitando las cosas a un mediocre Real Madrid-, después de haber rozado el cielo del fútbol-arte, y que un entrenador tan sensato como Rijkaard no haya podido despedirse con el reconocimiento que merece, a pesar de su excesiva pusilanimidad. De todas formas, fue bonito mientras duró. Como la vida misma.