Al final de la batalla

Publicado en "Diario Menorca" el martes 26 de agosto

Encontré a Agosto Pons tumbado en una chaise longue, fumándose un pitillo. Acaba de acostarse con Menorca Sintes y se le veía relajado y satisfecho. Desde el baño se oía un rumor de cañerías: era obvio que la señorita Menorca se estaba recomponiendo de las embestidas agosteñas.
-Ya se quejará-dije, con sonrisa cómplice, para romper el hielo.
-No, si…-sonrió pícaramente mientras se acomodaba los pantalones y me ofrecía un cigarrillo.
-No gracias, no fumo mientras trabajo-respondí -. ¿Cómo resumiría su experiencia?-, continué-. Agosto había aceptado la entrevista con la condición de que obviáramos detalles escabrosos.
-Bueno, verá, a pesar de las nefastas expectativas…
-Tampoco hay que exagerar…
-¿Cómo que no?-se incomodó-, ¿le parece poco la crisis económica, las medusas, la visita masiva de familiares y amigos del continente, el calor sofocante, los atascos, las verbenas, ¡Los Juegos Olímpicos! Y todo ello sin dejar de trabajar, porque no olvide que yo trabajo, aunque ahora me vea usted así.
-Bien, bien, prosiga.
-Estaba claro que tenía que conseguir una faena de aliño para sobrevivir y poder volver a mi cita del año próximo. Lo mío es un trabajo concienzudo, no se confunda por las apariencias.
-¿Y lo ha logrado?
-¿No me ve?
En ese momento irrumpió la señorita Menorca Sintes, con las mejillas arreboladas, el pelo, mojado y desparramado por su desnuda espalda, un escueto sujetador, que apenas podían contener la fuerza emergente de sendos montetoros con sus antenas mirando al cielo. Se me cayó el bolígrafo.
-¿Y cómo lo hace para sobrevivir en medio de este fárrago?-pregunté.
-Este año he aplicado la “disciplina Guantánamo”.
-¿Perdón?
-Sí, hombre, sin complejos, para entendernos. Verá: para salir indemne he tenido que elegir, discriminar, zaherir, incluso intimidar, pero aquí estoy, vivito y coleando, firme el ademán, cuando me consta que otros están atiborrándose de tranxilium. Y es que las estrategias de supervivencia que me propuse a principios de mes, han funcionado a la perfección.
-Si no le importa explicarse...
-La crisis económica la he toreado a base de ensaladas, queso y vino de la casa, nada de restaurantes caros.
-¿Y qué ha hecho para combatir el estrés?
-El estrés lo provoca el querer estar en todos sitios sin dejar de trabajar, así que lo he batido en retirada al conseguir pasar el mes sin haber acudido a un solo concierto, festival, exposición de pintura o debate a la fresca. ¡Ah!, y tampoco he sido visto en fiesta patronal alguna.
-Ahora me dirá que tampoco ha querido saber nada de política…
-Esto es esencial, stop a los asuntos políticos: sólo literatura y artículos de humor. Nada de sesudas reflexiones sobre las raíces de Europa o el perverso relativismo que nos asuela, sólo rumores sobre fichajes futbolísticos, juegos olímpicos o vacaciones de famosas de buen ver.
-¿Y cómo ha podido superar el continuo trasnoche inherente…?
-¿Inherente? Vamos, anda, hay que echarle coraje. Así he conseguido llegar a fin de mes, como se dice, sin haberme acostado ni un día más tarde de lo simplemente cortès. He seguido, impertérrito, con mi firme determinación de no aceptar sugerencias de reuniones que empiecen más allá de las nueve de la noche, y no se me han caído los anillos a la hora de decir hala idò, bona nit.
-¿Y ha conseguido comer todos los días a una hora razonable?
-Bueno, tampoco hay que ponerse borde. Un día comí a las cuatro de la tarde, pero hay que decir que fui adecuadamente sobornado con un espléndido y prolongado aperitivo regado por un delicioso albariño.
-Así cualquiera.
A todo eso, la señorita Menorca permanecía, discreta, en un rincón, acicalándose las uñas. Cuando la entrevista había concluido, me dirigí a ella.
-¿Y cómo hace para mantenerse tan en forma? ¿Cirugía? ¿Botox?
-Vida sencilla y natural, amigo -respondió con un mohín coqueto-. Las prótesis no me van-concluyó con una sonrisa biosférica.
-Las estadísticas oficiales la encumbran a usted como una de las damas más frecuentadas del país durante el verano.
-Sin faltar, ¿eh?
-Perdone, me refiero a estancias en hotel para admirarla…
Cambió el gesto adusto por una amplia sonrisa acompañada de un insinuante contoneo.
-Sí, pero no es como antes, ya no me llevan a cenar ni me hacen regalos.
-Serán cosas del relativismo-dije por decir algo.
-¿Me invitas a cenar?
-¡Idò!

Modelos turísticos

Publicado en "Diario Menorca" el martes 19 de Agosto

-¡Albricias, he conseguido nadar en Cala Turqueta!
-No hay nada como ser rico y disponer de barco.
-¿Barco?, no hijo, no, coche, madrugón y semáforo. Además, menos lobos, en Menorca tiene llaüt cualquier indígena que se precie.
-Yo, no.
-Tú no eres indígena sino alienígena: no te gusta navegar, ni el gin ni los caballos.
-Pues a pesar de ello, soy pata negra y defiendo a los míos, que gozan de llaüt ganado con el sudor de su frente, trabajando de sol a sol.
-Vaya, hombre, no te conocía la faceta patriótico-demagógica. Aquí por lo visto todos sois ciudadanos ejemplares que pagan sus impuestos, votan a Joana y Arturo, dan la vuelta a la isla en tèquina, y en invierno van a la ópera (en el gallinero) y / o a Londres de bed and breakfast…
-Bien, ¿decías?
-Te decía que ayer conseguí visitar Cala Turqueta …Por tierra: febril sauna en la cola, algunos nervios por si el semáforo enrojecía, pero al final ¡premio!
-¿Te parece mal el numerus clausus en las playas vírgenes? ¿Preferirías el aterriza como puedas? ¿O acaso censuras el que apostemos por el camí de cavalls, cicloturismo, agroturismo, turismo cultural versus sol, playa, hormigón y discotecas?
-Uy uy uy, ¿qué te pasa hoy?, te veo especialmente susceptible.
-Es que me conozco las críticas subliminales a la Menorca way of life, que es la mía por nacimiento, vocación y elección libre y soberana: que si queremos turismo pero no sus molestias, que si nos quejamos de los atascos en la carretera general pero abominamos de las autopistas, que si estamos infundadamente encantados de habernos conocido…Pues sí, ¿pasa algo?, y además estamos orgullosos de haber contenido la depredación urbanística del litoral. Y de no haber caído en la tentación de desnaturalizar la isla.
-¿Y de eso se come? Bueno, el hecho es que conseguí bañarme en Cala Turqueta, a pelo, no en pel, que uno ya no está para alardes, y que a quien madruga Dios ayuda... Digamos que Menorca is different…
-De Ibiza, por supuesto. Estuve allí el verano pasado y, aunque el campo está abandonado y las autopistas se han cargado el paisaje interior, las playas (las no urbanizadas) son una delicia: la vida eivissenca empieza cuando el sol declina, lo que es un chollo para los noctífugos, que nos encontramos con una vida diurna sosegada, tanto que este año pensamos volver cuando aquí estalle el éxtasis de las fiestas de Gràcia…¡Ah! Y no sé si se comerá de la Menorca way of life, pero estoy convencido de que el sol-playa-hormigón es pan para hoy y hambre para mañana.
-Si tú lo dices, pero ese otro modelo hay que trabajarlo, adecuando infraestructuras, tratando bien al turista-cliente, y no os veo muy por la labor, pero en fin… ¡Ah! Y, por cierto, eso de escapar cuando esclata el Jaleo no es muy patriótico.
-La patria es un pálpito.
-What?
-El estremecimiento al contemplar un amanecer en Cala Figuera, la emoción de escuchar un idò familiar, un atardecer en Cales Fons convertido en bandeja de plata, un encuentro intercultural con buenos amigos ciutadallencs , una sobremesa contemplando la bahía de Fornells, una paella en los hortals des Migjorn…
-¡Collons! El ullastre empieza a causar estragos. Mejor vuelvo otro día.
-Un senyor demunt un ruc, la, la , lá…

Hoja de ruta

Para eventuales lectores de allende la isla de Menorca que pretendan degustar el "Arroz de crisis":

-Gin: bebida "nacional" menorquina que en la zona de Llevant (Este, Mahón) se toma en forma de "pomada" (con limonada) y en la de "Ponent"(Oeste) tal cual, es decir, "Gin con limonada". Se trata de una variación nominal para que no nos confundan a unos con otros, deporte también nacional sobre todo en la zona de "Ponent"

-La gran crisis: dimisión en bloque de ocho de los nueve concejales del PP en el Ayuntamiento de Ciutadella por incompatibilidad manifiesta con el CP ( concejal peculiar, especialidad de Ciutadella) de un grupo independiente, cuyo único representante,franquista confeso y justiciero implacable de corruptelas (dicen que de probada honestidad), era el árbitro de la situación.

-La hache incorrupta: La Ley de Normalización Lingüística obliga a catalanizar los nombres de las ciudades. Las normas lingüísticas de la Lengua Catalana (nuestra lengua materna)no reconocen la hache intervocálica, de ahí que en la ciudad de Llevant, Mahón, surja el nombre de Maó que encrespa a un considerable sector de mahoneses tradicionalistas que abogan por la fórmula histórica Ma-hó ( en este blog se aboga por la cooficialidad entre la denominación castellana Mahón y la catalana Maó, Maó/ Mahón, al estilo de Donosti/ San Sebastián, Vitoria / Gasteiz, etcétera, aunque con escaso éxito).

Garnera: Escombra en catalán, escoba en castellano.

Massanet, The Best

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 9 de Agosto.

La interesante entrevista de Miguel J. Urbano al inolvidable crack del fútbol menorquín Toni Massanet en TV Menorquina generó en los viejos aficionados como quien suscribe, una riada de recuerdos que me apresto a poner en orden. El primero, obviamente, es para el protagonista, el mejor “diez” salido de la isla de Menorca, salvo que me corrijan Naro Anglada o Paco Nadal, los dos ultra-veteranos con quienes comparto de vez en cuando vivencias ya casi arqueológicas del fútbol menorquín.
Toni Massanet, ciudadelano de nacimiento y formación futbolística, y mahonés de adopción, primero por su larga estancia en el club de su vida, como recordó, la UD Mahón(aunque jugara también en el Menorca y en el Sporting Mahonés), y luego por arraigamiento familiar, no sólo fue, como he anticipado, el mejor interior zurdo que haya dado nunca el fútbol menorquín, sino que es uno de los personajes más populares y queridos de Menorca por su carácter bondadoso, singular espontaneidad e insobornable honestidad, puesta de manifiesto en alguna de las anécdotas que contó ante las cámaras (impagable el baño en el puerto infligido a un entrenador mafiosillo)
Aunque, por mi carácter de menorquinista convicto y confeso – a uno siempre le han tirado los colores azulgrana-, Massana me hiciera pasar momentos amargos en mi infancia y primera juventud, muy especialmente cuando se disponía a lanzar algún libre directo sobre la portería del Menorca, mi admiración incondicional al buen fútbol siempre se ha impuesto a la dictadura de los colores, y así ocurrió con Massanet, convertido finalmente en uno de los iconos de mi pasión futbolística y luego, con los años, en un amigo muy querido.
Habló el cabildo reconvertido en fotut maonés de algunas liguillas promocionales, pero sus amores gualdiazules le llevaron al error: la eliminatoria con el Laredo no la jugó La Unión sino el Sporting Mahonés, lo sé no por la hemeroteca sino porque estuve allí siguiendo a mi Sporting, club que heredó mi fervor menorquinista. También le traicionó la memoria en otro aspecto: en contra de lo que dijo ante las cámaras, yo creo que sí entrenó al Sporting una temporada entera, en la que fichó a su hermano José-otra bellísima persona con quien tengo el placer de jugar algún partidillo de vez en cuando-…y no lo alineó ni un solo minuto en toda la competición. Tela, amigo Massana, genio y figura.
Durante el programa, salieron nombres y rostros, fotografías de equipos gloriosos de los que me quedaría con dos, y sigo citando de memoria:
1º) El CD Menorca que, a mitad de los años sesenta estuvo a un solo gol de ascender a Segunda División, única entonces, para mi el equipo más sólido (completo) que he visto nunca en un campo menorquín. A saber: Vidal; López, Moro, Dot (inolvidable “cañoncito” que jugaría el Baleares con Massanet); Viroll I, Pito Pérez; Llago( el goleador más efectivo que he visto nunca en vivo y en directo), Llopis, Vicente, Bou y Gaussí. Lo entrenaba Rey y, tras eliminar al Caudal de Mieres en un paseo militar, se perdió 3-0 en Puertollano con aquel gubernamental Calvo Sotelo y en la vuelta, a falta de un cuarto de hora, el Menorca ganaba 3-0… En aquel cuarto de hora se produciría más una jugada dudosa en el área visitante. Luego vendría el escándalo del desempate en la Condomina, pero esa es otra historia que podría contar mejor que yo Miguel Tutzó, “Mituro”…
2º) La UD Mahón de Martín Vences, cuando uno ya ejercía de comentarista de Es Diari, creo que un par de años más tarde. El equipo de mi buen amigo Manolo, en cuyos entrenamientos participé en más de una ocasión, fue, para mi gusto el que mejor fútbol( por lo menos, el más vistoso) desplegó de todos cuantos he visto en Menorca. En la portería, el malogrado “Zorro”, Ramón. En la defensa, Blasco, Vidal y Acisclo. En la media Sotoca y Robles-luego mallorquinista, diría que incluso en Primera- y una delantera de seda: Roy, Rodri, Bustillo, Masssanet y Planas.
Bustillo y Planas, ambos amigos míos en los tiempos universitarios de Zaragoza, llegarían a jugar en Primera, el primero de ello en el Barça, y en la Selección Española y aún me encuentro alguna vez con él por las calles zaragozanas en las que rememoramos aquellos años.
Casi nada, los recuerdos que me ha traído la comparecencia televisiva del bueno de Massana. Todos los futboleros te queremos, Toni.

Arroz de crisis

Publicado en "Diario Menorca" el martes 5 de agosto

-¿Cómo lleváis la crisis en el continente?
-¿Qué crisis?
-¿Ya le has dado al ginet a estas horas? Pero hombre, si acabas de aterrizar.
-Cualquier hora es buena para un gin amb llimonada en cuanto uno pisa Menorca.
-Ya veo que te has nacionalizado ciutadallenc, en Maó / Mahón tomamos pomades.
-Hombre, allá hay mucha más marcha, en Llevant sólo discutís por una letra más o menos, es muy aburrido, y siempre gobierna el rey Arturo…
-¿Te refieres a la hache incorrupta?
-Sí, claro, por cierto, cuando escribo en el ordenador “mahonesa” sin hache, para buscar algo de Joana Barceló, la Presidenta, me sale “mayonesa”, pero estábamos hablando de la situación en Ciutadella…
-¿Ha habido rissaga?
-No te hagas el sueco, una cosa es que levites bajo tu árbol y otra que te escabullas. Sabes que me refiero a la Gran Dimisión.
-Bueno, los grandes movimientos pendulares no son novedad en Cap de Ponent, recordarás que en cierta ocasión se acostaron siendo socialistas y se levantaron con mayoría absoluta de los populares. Son como Fuenteovejuna, lo cual no es bueno ni malo sino todo lo contrario.
-Un análisis muy mahonés…
-Bueno, aquí es muy difícil que surja la figura del CP, somos más british, mucho menos lanzados.
¿CP?
-Sí, el Concejal Peculiar es una creación muy ciutadallenca. Recuerda a Llorenç Casasnovas y su garnera.
-¿”Garnera”?
-Sí, es que aquí no se “escombra” sino que se “garna”, y aquel CP prometía garnar, o sea levantar alfombras, pero el pueblo acabó por escobarlo a él. En esta ocasión, otro CP, Joan Triay, uno de los escasísimos cargos públicos de España que no tiene ambages en proclamar su profunda admiración por Francisco Franco, se erige en justiciero implacable de sus coligados populares. Lo que te digo, allá, en Ponent son irreductibles e impenetrables a los análisis convencionales.
-Very interesting, really. ¿Y la crisis?
-Bien, agosto y gracias. Solbes sigue con sus partes meteorológicos, el Presidente con su masaje ideológico y nosotros tirando de tarjeta de crédito. En octubre será el crujir de dientes.
-¿Nada de langosta, pues?- En espera de que alguien patente la caldereta de medusas, Diego Coll de Es Cranc Pelut de Fornells tiene una propuesta más adecuada para tiempos desacelerados: arroz de anguilas de Es Grao. También es plato identitario, pero más asequible

Vent maleit

No sé si es correcto o elegante, pero puedo resistirme a dedicar unas líneas a la serie que creó y dirigió para Internet mi hijo Miguel y que más tarde populizaría la Xerxa de Televisions Locals de Catalunya al emitirla en su programación. El otro día pudimos verla completa en un abarrotado Teatro Principal, el mejor marco posible para su director, mahonés de nacimiento y barcelonés de adopción que utiliza la palabra menorquina "maleit" (rabioso) y no maleït (maldito) para referirse al viento de Menorca.

Ni que decir tiene que me siento muy orgulloso del trabajo de mi hijo, a quien he visto crecer entre cámaras y mezcladores de imagen... y bajo los auspicios de una productora, "Un lloc, un món" que nació como lo que parecía un juego de niños y que no lo era en absoluto, puesto que continúa en la brecha y con su estilo original, impregnadocon un sello inconfundible.

La serie, que pueden hallar los lectores de este blog en el link correspondiente al blog "Un lloc un món" narra las peripecias de una joven aviadora taiwanesa cuyo avión cae en Menorca y se pone a buscar los objetos que perdió en el accidente. En su periplo se encuentra a personajes surrealistas, como la chica que se va enterrando en la arena de la playa, absorta en una contemplación tan embelesada como paralizante de las bellezas de la isla, el saltador que quiere escapar de un mundo empequeñecido, el último chófer que ama a los viajeros pero no a los turistas, la mujer que guarda silencios en una botella, esa otra que lleva cincuenta años con los ojos cerrados negándose a ver la realidad, el fotógrafo de las verdades ocultas, los encadenados a amistades ficticias, los hombres del tiempo detenido que cuentan anécdotas de Jesucristo o Napoleón, la jueza que emite su veredicto haciendo calceta, el enemigo que sobrevuela todos los episodios...

Vista de un tirón (dos horas), la serie alcanza todo su esplendor, con sus insólitas imágenes de una Menorca invernal, su lenguaje narrativo entre onírico, surrealista y metafórico, y las estelares actuaciones de la actriz taiwanesa Chi y la menorquina Elisa Gámez que consigue una personalísima creación de "la mujer de los ojos cerrados", Laura Cubas en su difícil papel de la chica que se va enterrando en la playa, su madre, la siempre eficaz Laura Olives una jueza llena de retranca y sentido práctico, el cameo de la muy conocida Ángels Gonyalons, del propio Juan Cubas, del poeta Ponç Pons y tantos otros...

Repito que no sé si es muy adecuado que un padre hable públicamente de la obra de su hijo, pero ¡qué diablos!, harían mal en perdérsela.