6-II-09
Doblemente infortunada la joven (ya no tan joven) italiana Eluana Englaro, muerta en vida durante diecisiete años y trajinada ahora como un objeto de disputas metafísico-políticas en su país, Italia, donde el gobierno del histriónico Berlusconi ultima a toda prisa un decreto ley que obligaría a hidratar y alimentar ad eternum a enfermos en estado vegetativo, con el objeto de burlar la resolución del Tribunal Supremo que obliga a desconectar el soporte vital de Eluana.
Obviando el tremedal de disquisiciones filosófico-religiosas, salvo el pequeño detalle de la voluntad claramente expresada por la víctima y su familia antes de sufrir el accidente que la dejó en estado de vida vegetativa, me quedaría con la reflexión de Ezio Mauro, director del diario romano La Repubblica : “No estamos sólo ante un conflicto sino ante el problema de quién tiene la última palabra en democracia, el principio de intangibilidad de lo juzgado, la regla misma de separación de poderes…”
Ah!, otro pequeño detalle: el escrupuloso respeto a las leyes y procedimientos del padre de Eluana, Beppino Englaro. En la Italia del peculiar Il Cavalieiri constituye toda una lección…
Doblemente infortunada la joven (ya no tan joven) italiana Eluana Englaro, muerta en vida durante diecisiete años y trajinada ahora como un objeto de disputas metafísico-políticas en su país, Italia, donde el gobierno del histriónico Berlusconi ultima a toda prisa un decreto ley que obligaría a hidratar y alimentar ad eternum a enfermos en estado vegetativo, con el objeto de burlar la resolución del Tribunal Supremo que obliga a desconectar el soporte vital de Eluana.
Obviando el tremedal de disquisiciones filosófico-religiosas, salvo el pequeño detalle de la voluntad claramente expresada por la víctima y su familia antes de sufrir el accidente que la dejó en estado de vida vegetativa, me quedaría con la reflexión de Ezio Mauro, director del diario romano La Repubblica : “No estamos sólo ante un conflicto sino ante el problema de quién tiene la última palabra en democracia, el principio de intangibilidad de lo juzgado, la regla misma de separación de poderes…”
Ah!, otro pequeño detalle: el escrupuloso respeto a las leyes y procedimientos del padre de Eluana, Beppino Englaro. En la Italia del peculiar Il Cavalieiri constituye toda una lección…
7-II-09
Piove, piove y no sólo en Italia. En nuestra seca y biosférica isla llevamos ya meses empapándonos como batracios… Por cierto, hoy toca, ¿dónde estarán Tronya y Allen? Suelen esconderse cuando canturreo ¡aigua!, pero hoy, día de baño, no les había dicho nada. Pero recuerdo que me he paseado por el pasillo con sus toallas y ellos han atado cabos… ¿Canets, ont sou?
8-II-09
Zaca da nuevamente en la diana con su viñeta dominical, alegórica a la agonía del Fomento del Turismo, que vuelve a sus orígenes, a los acogedores brazos del Ateneo, al igual que el Benjamín Button magníficamente interpretado por Brad Pitt se va haciendo niño a medida que avanza en la vida (la película, aunque con exceso de metraje, es digna de verse), hasta acabar extinguiéndose dulcemente.
No me gusta ser testigo del ocaso de instituciones salidas de la sociedad civil menorquina, antaño tan pujante y hoy sumergida en el fárrago de administraciones públicas que deberían limitarse a acompañar este tipo de entidades en lugar de clonarlas. Lo dijo una vez en el propio Ateneo el físico menorquín afincado en USA Benjamín Carreras: “El día en que conviertan en funcionarios a los jugadores del Barça o el Madrid y ganen algún título, me lo creeré”. Pues eso.
9-II-09
Como si no hubiera bastantes motivos con el paro galopante para desistir de abrir el periódico, una nueva oleada de corrupción política nos viene a recordar que las desgracias nunca vienen solas y que, a pesar de los avances científicos y sociales, la naturaleza humana, codiciosa, es invariable e independiente de circunstancias. Vamos, que si nunca me creí aquello de que “los socialistas son intrínsecamente corruptos”, que se aireó durante el destape de Roldán, Urralburu etc, tampoco voy a creerme ahora que la corrupción sea generalizada allí donde gobiernan los populares…
Naturaleza humana aparte, parece claro que las tentaciones se acrecientan cuando hay sensación de invulnerabilidad, o cuando se percibe que el final del poder está lejano, como les sucedía a los socialistas en la época de González o a los populares de Aznar que, ni por asomo, pensaban poder el poder (como le ocurre ahora al entorno de la señora Aguirre). Pero, al igual que la estupidez, como dejó escrito el inolvidable catedrático italiano Carlo Cipolla, las corruptelas no discriminan entre etnias, credos religiosos, ideologías políticas o adscripciones deportivas…
10-II-09
Con el tiempo me he ido acostumbrando a las indulgentes sonrisas de quienes desconocen el mundo de los perros, incrédulos ante los prodigios que relatamos quienes convivimos con ellos. Probablemente, la mayoría de agnósticos perrunos habrá pasado hoy por encima de una carta que publica Es Diari sobre el rescate de una perra, vieja y ciega, por parte de un policía de la Autoridad Portuaria que no dudó en lanzarse a las aguas del puerto para rescatarla. A mí no sólo me ha conmovido, sino que me ha hecho salir de casa con renacido optimismo. Y además le pongo guinda, a propósito de un reciente abandono de mis chuchos: “Cuando sales de vacaciones… ¿Cómo le explicas a tu perro amigo que volverás?” (“Filetefraseando” de Pancho Aquino, Buenos Aires).
11-II-09
En el magnífico resumen de prensa que lleva a cabo todos los días Santi González a eso de las ocho menos veinte de la mañana en Onda Cero, escucho dos noticias relativas al mundo de la banca que, al relacionarlas, me llaman poderosamente la atención:
-Los banqueros británicos piden perdón en el Parlamento.
-El presidente del Banco de Santander ofrece setenta millones de euros al Real Madrid para el fichaje de Cristiano Ronaldo.
¡Que no és guapo, aixó!
12-II-09
Me llega el eco de una frase escuchada en los aledaños del Pabellón del Menorca Básket, tras el cambio Casas-Imbroda: “Hemos pasado de Stalin a Gorbachov”, y no sé cómo tomármela: si con el optimismo que significó el final de la dictadura soviética o con el realismo del caos originado por el político de la glasnot y la perestroika. Por mucho que al Menorca le llamen “Vive”, esto es un sin vivir.