13-II-08
Un espectador rezonga a mi lado en el cine. Es una persona mayor, está solo y farfulla comentarios inaudibles pero, con toda seguridad, de desagrado. Estamos viendo “Mi nombre es Harvey Milk” la historia del activista por los derechos de los homosexuales, y aparecen en la pantalla las primeras escenas de sexo homo (bastante discretas, por cierto). Luego vienen secuencias de actividad política y nuestro vecino se calma… hasta que Harvey liga de nuevo. Entonces sus exclamaciones se hacen ya francamente molestas, pero afortunadamente para nosotros le puede la indignación y abandona la sala entre estentóreas exclamaciones de disgusto.
Quizá si en su juventud le hubieran impartido “Educación para la Ciudadanía” ahora hubiese podido disfrutar de una magnífica (nada panfletaria ni escandalosa) película interpretada por un actor excepcional.
Un espectador rezonga a mi lado en el cine. Es una persona mayor, está solo y farfulla comentarios inaudibles pero, con toda seguridad, de desagrado. Estamos viendo “Mi nombre es Harvey Milk” la historia del activista por los derechos de los homosexuales, y aparecen en la pantalla las primeras escenas de sexo homo (bastante discretas, por cierto). Luego vienen secuencias de actividad política y nuestro vecino se calma… hasta que Harvey liga de nuevo. Entonces sus exclamaciones se hacen ya francamente molestas, pero afortunadamente para nosotros le puede la indignación y abandona la sala entre estentóreas exclamaciones de disgusto.
Quizá si en su juventud le hubieran impartido “Educación para la Ciudadanía” ahora hubiese podido disfrutar de una magnífica (nada panfletaria ni escandalosa) película interpretada por un actor excepcional.
14-II-09
Enésimo día ensopit. Sin ganas de chapotear me recreo en casa con mi habitual revista de prensa internáutica y encuentro varias noticias interesantes, aunque someramente antiestéticas:
-La obscenidad de la fotografía de los animales abatidos en la cacería Garzón & Bermejo y lo indecoroso del propio encuentro.
-La negativa del Reino Unido a la entrada en su país del diputado de la derecha holandesa Geert Wilders, quien sostiene la vinculación del Corán con el terrorismo, porque “sus opiniones comprometen el orden público y la seguridad nacional”.
-La carta al director (en Abc) del hijo del ex Teniente Coronel Tejero en la que reivindica la acción golpista de su padre “porque Dios y la Bandera Nacional le exigían cumplir con su deber”.
Tampoco le hubieran ido mal al chico unos cursos de convivencia democrática…
15-II-09
Luce el sol pero no para Marta del Castillo, la joven asesinada por su ex novio probablemente con el ancestral móvil de que “la maté porque era mía”. Parece una pesadilla. Puede haber algo más mezclado con el reflejo machista. Quizás el deseo subliminal de reinventarse, gozar de “nuevas oportunidades”, “pasar página” propio de la sociedad actual, llevado a su paroxismo. Hoy día predomina una especie de alergia al compromiso que entroniza relaciones efímeras. Puede que Marta lo entendiera así y su asesino quizá también, pero éste le añadiría una fatal coletilla: “De acuerdo, pero no serás de nadie más”…
Pesadilla de una sociedad hiperinformada y porosa. Antes, estas cosas parecían suceder sólo en barrios marginales, entre el lumpen, ni siquiera aparecían en la prensa diaria, pero hoy día ocurren en el tercero izquierda de nuestros bloques de pisos, entre gentes que “parecen tan normales”, al decir de los vecinos entrevistados ante las omnipresentes cámaras de televisión.
16-II-09
Llegan a mi consultorio futbolístico los primeros atisbos de madriditis entre la feligresía culé a raíz del recorte de la diferencia de puntos entre Barça y Real Madrid. En verdad en verdad os digo, hermanos en Guardiola, que, una vez abandonado nuestro histórico y corrosivo relativismo, gozamos de sólidos valores, no hay motivos para la zozobra…
¿Y qué decir del “Vive Menorca”? Sólo a base de lingotazos de rioja logramos sobrevivir a las penalidades domingueras que nos proporciona IB-3. Sic transit.
17-II-09
“Entre línies” de TV3 nos ofrece un revelador reportaje sobre la vida real de los discapacitados profundos, su absoluta dependencia de la familia cuidadora, su mutua esclavitud, sus ansias de llevar una vida mínimamente independiente…y proporcionársela a sus seres queridos. La Ley de Dependencia sólo permite unas horas de asistencia y en muchos casos mediante copago. El reportaje nos muestra un programa piloto del Ayuntamiento de Barcelona con doce discapacitados que logran acceder a la elemental libertad de poder dirigir sus vidas, viviendo en pisos tutelados con asistencia… ¿Alguien conoce mejor causa para utilizar nuestros impuestos?
18-II-09
Me preguntan por el “dictador” Chávez y se sorprenden cuando afirmo que no es un dictador stricto sensu sino algo aún más peligroso: respeta la democracia formal pero invadiendo cada vez más parcelas de la sociedad civil, medios de comunicación, utilizando la demagogia a manos llenas, pervirtiendo leyes como la que acaba de ganar tan democrática como perversamente: la limitación de mandatos es una norma básica de higiene democrática. En eso siempre tendremos que descubrirnos ante la promesa cumplida de José Mª Aznar…
Pero el peligro populista no lo tenemos tan lejos, o todo es relativo, dirían otros: ahí al lado, en el corazón de la culta y democrática Europa, Il Cavaliere Berlusconi coloniza medios de comunicación, promulga leyes ad hoc para eludir sus propios procesos judiciales, criminaliza a los inmigrantes y atiza la peor de las demagogias en el caso Eluana en connivencia con el oscurantismo más retrógrado. Y en su país, tan moderno y glomouroso, suscita tanta admiración como Chávez en el suyo...
19-II-09
Il Cavaliere perpetra una de sus habituales e innobles chanzas, hoy a costa de las víctimas de la dictadura argentina que eran arrojadas desde los aviones militares al Río de la Plata...
Triste y asqueado por la nueva iniquidad del mandatario italiano, me refugio en mi casa de citas: “Vos querés blanco. Yo quiero negro. Seamos amigos y que sea…gris. ¿Querés?” (“Filetefraseando” Pancho Aquino. Buenos Aires 2002)
¡Ay, el pérfido relativismo, siempre acechando!
