sábado, enero 13, 2007

Dietario 13 Enero 2007

Publicado en "Diario Menorca" el sábado 13 de enero
1-I-07
Después del calamitoso fin de año, con el atentado etarra y la macabra ejecución de Sadam Husein, el único ansiolítico que tengo a mano es el Concierto de Año Nuevo, como siempre desde Viena, aunque cada vez hay más japoneses en la sala. Me dejo llevar por la armonía y el burbujeo del lenguaje musical. Y volvemos a comer y a beber como si nada, pero se va imponiendo la melancolía post coitum festivo, la áspera sensación de que la realidad jamás se va de vacaciones: unos chicos ecuatorianos continúan bajo los escombros de Barajas por la delirante reivindicación de una patria. Todavía.
4-I-07
Algunos apuntes sobre el final de la tregua etarra:
- Ni el Estado estaba de rodillas ni traicionando a las víctimas ni cediendo Navarra ni la independencia de Euskadi ni el sumsumcorda. Por lo menos esto parece haber quedado claro.
- Se equivocó Zapatero al fiarse del clan Ternera, se volvió a equivocar gravemente al reunirse prematuramente con Batasuna, engañando a Rajoy, patinó de nuevo al no interrumpir el proceso a la primera señal de kale borroka, y erró el PP con su desaforada política de poner todos los palos posibles en las ruedas del Gobierno.
- Lo único positivo de la experiencia: el constructivo y leal papel del PNV o, para ser más precisos, del presidente del Euskadi Buru Batzar (PNV) José Jon Imaz, mientras Ibarretxe prosigue su levitación.
- La resolución del problema etarra únicamente por la vía policial- judicial-represiva es, por desgracia, una quimera, como la demuestra la historia: ni Franco con sus estados de excepción, ni el PSOE con la guerra sucia, ni Aznar con su dureza democrática han conseguido gran cosa, ni sirven como ejemplo en contra los casos de la Baader Mainhoff alemana o las Brigadas Rojas italianas, donde se aplicó el ancestral lema de “muerto el perro muerta la rabia”, ya que los terroristas no contaban con apoyo popular alguno, muy al contrario que ETA.
Tarde o temprano, éste u otro gobierno volverá a intentar una solución negociada. Claro que esta vez el listón debería estar mucho más alto: o el cese absoluto, definitivo y debidamente verificado, de toda actividad militar o ni agua. Y por supuesto, con todos los partidos democráticos haciendo piña con el gobierno, sea del color que sea, con un pacto antiterrorista renovado que, punto fundamental, no excluya al nacionalismo moderado, sin el cual no hay solución posible.

5-I-07
Movida noche de Reyes con el nacimiento de cuatro nuevos e inesperados vástagos de Tronya : la perra exige nuestra atención exclusiva y excluyente ( del sueño). El milagro de la vida se nos manifiesta en todo su esplendor. Tronya me llama de madrugada para romper aguas en el jardín, y vuelve apresuradamente para parir a nuestro lado. Se apaña perfectamente ante nuestra estupefacta mirada, mientras Allen (Edipo, desde hoy), se muestra desconcertado, con varonil incompetencia, ante tamaña demostración del poder de la feminidad (y su descomunal servidumbre).

6-I-07
Algo no marcha bien. Uno de los cachorros, el más pequeñito, no consigue alimentarse, le fallan los reflejos, no reacciona. Tronya, sí, y empieza nuestra segunda noche toledana. Mientras decaen las fuerzas del cachorro aumenta la angustia de la madre que se pasa la noche subiéndonos a su hijo a nuestra cama para, con mirada implorante y entre gañidos, solicitar una ayuda imposible (el suero que le suministro al pequeño con una jeringuilla es sólo un paliativo). La situación se complica por momentos: la madre se desespera con el consabido estruendo perruno, el padre se esconde y nosotros nos miramos, cansados, soñolientos e impotentes. Finalmente el cachorro, apenas un pajarillo, expira a mitad de mañana y viene el drama de quitárselo a Tronya, su represalia de esconderme a los demás cachorros bajo los muebles… En fin, espero que algún día me llegue a perdonar.

7-I-07
Sosteniéndome los párpados con unas pinzas que tomo prestadas del quirófano, releo el soberbio artículo del catedrático Carlos Sebastián en Es Diari del sábado, en el que entre la pena (“me siento huérfano a pasar de mis sesenta y pico” me había dicho el día anterior) por la muerte del padre, el humor woodyalleniano que nos unió en una amistad sincera y perdurable, y su habitual clarividencia, nos ofrece un mensaje fundamental: sin instituciones fiables, sin cumplimiento de leyes y normas, no hay prosperidad posible.
Dos páginas más adelante, mi porfiado corresponsal navarro me hace sonreír llamándome activista: en el día de mi cumpleaños, me lo tomo como un rejuvenecedor elogio. Mi primogénito, siempre al quite me felicita por haberme convertido en un icono gay. Sic transit.

9-I-07
Contemplo con preocupación el errático deambular del presidente del Gobierno que parece caminar sonámbulo como un boxeador sonado. Da la impresión que no disponer de un plan B. Rajoy tampoco. Aviados estamos.

10-I-07
“Detenida una mujer y su novio por la muerte de su hija de seis meses en Fuerteventura”. Al parecer, la niña llevaba veinte horas sin comer, no estaba inscrita en el Registro Civil, no tenía ninguna vacuna ni jamás había visto un médico… Es inevitable pensar de nuevo en Tronya.