-O sea que este es tu famoso árbol.
-Bueno, famoso, lo que se dice famoso...
-Los articulistas convertís vuestras nimiedades en material literario, en el fondo soís unos hijos de Narciso.
-No te metas con Siso, es uno de mis mejores amigos.
-Esto me suena a Woody Allen.
-Bien, ¿y qué?, ¿acaso Woody no está de actualidad este verano, en la Barcelona de los apagones y los retrasos?
-Bueno, tú eras de los que defendías el Estatut, ¿no?
- Hombre, si el Estado no lo invirtiera todo en Madrit...
-¡Ya salió el catalanista-victimista!
-No te confundas: ser del Barça no significa ser catalanista, aunque tampoco me busques entre los que vociferan contra el imperialismo catalán. Al fin y al cabo usufructuamos la misma lengua.
-Digamos al menos que España no os pone a los mahoneses “pata negra”.
-Ni Catalunya tampoco, aunque hay de todo: conozco a mahoneses “pata negra” que son catalanistas de la ceba, a otros muchos que se tatuarían con gusto el toro de Osborne en la nuca, e incluso a partidarios de nuestra integración en la Commonwealth, pero la gran mayoría creo que es bastante templada en estas calenturientas adscripciones.
-¿Y tú, ilustre ullastrer?
- No reconozco más nación que la de quienes nos criamos jugando en los muelles del puerto de Mahón, ni más patria que las mis amigos y los libros que leemos, ni más bandera que el ullastre centenario, aunque lo de la pre-Commonwealth del siglo XVIII fue bonito mientras duró, una oportunidad histórica perdida para los menorquines...
-Bueno, bueno, no nos pongamos estupendamente anglófilos, dejémoslo, es casi una obscenidad hablar de patrias en agosto.
-Bien, pues dime cómo has encontrado este año a la isla.
-Perpleja.
-¿Cómo?
-Si, los menorquines sóis cada día más hamletianos. Sí pero no, no pero sí, turismo sí pero sin molestar, os quejáis de los atascos circulatorios pero abomináis de las autovías, queréis más ambiente nocturno pero os asusta que os lleguen a ibicencar, queréis baloncesto ACB pero os escandalizan las subvenciones públicas inherentes...
-Bendita ambigüedad, vive Dios, y ya que lo mencionas: ¿no has visto cómo están Mallorca e Ibiza?
-Sí, llenas de turistas.
-¿A qué precio?
-Más barato todo que aquí.
-Si lo ves así, ¿por qué no cambias de isla en tus vacaciones?
-¡Susceptible!, lo sabía, los menorquines aceptáis la crítica sólo hasta cierto punto, sóis unos chauvinistas. Vamos, vamos, no te sulfures, sabes que adoro Menorca tanto como Serrat, Gabilondo y la Milá, juntos, aunque por lo que cuentas, también estáis infestados de madridistas, lo cual no deja de ser disuasorio para nosotros, los atléticos...
-¿Infestados? No les faltes al respeto a mis iconos del Enemigo: sin ellos no sabría vivir. Además, por este lado no me vas a soliviantar, los culés estamos en plena época dorada, la mejor de nuestra historia.
-Supongo que por lo magnánimamente que regaláis las Ligas.
-Nos lo podemos permitir, han dejado de interesarnos las competiciones menores. O Champions o nada. Con Henry y Messi nos aseguramos dos títulos consecutivos.
-Los culés, como siempre, campeones en verano.
-Idò!
-Bueno, famoso, lo que se dice famoso...
-Los articulistas convertís vuestras nimiedades en material literario, en el fondo soís unos hijos de Narciso.
-No te metas con Siso, es uno de mis mejores amigos.
-Esto me suena a Woody Allen.
-Bien, ¿y qué?, ¿acaso Woody no está de actualidad este verano, en la Barcelona de los apagones y los retrasos?
-Bueno, tú eras de los que defendías el Estatut, ¿no?
- Hombre, si el Estado no lo invirtiera todo en Madrit...
-¡Ya salió el catalanista-victimista!
-No te confundas: ser del Barça no significa ser catalanista, aunque tampoco me busques entre los que vociferan contra el imperialismo catalán. Al fin y al cabo usufructuamos la misma lengua.
-Digamos al menos que España no os pone a los mahoneses “pata negra”.
-Ni Catalunya tampoco, aunque hay de todo: conozco a mahoneses “pata negra” que son catalanistas de la ceba, a otros muchos que se tatuarían con gusto el toro de Osborne en la nuca, e incluso a partidarios de nuestra integración en la Commonwealth, pero la gran mayoría creo que es bastante templada en estas calenturientas adscripciones.
-¿Y tú, ilustre ullastrer?
- No reconozco más nación que la de quienes nos criamos jugando en los muelles del puerto de Mahón, ni más patria que las mis amigos y los libros que leemos, ni más bandera que el ullastre centenario, aunque lo de la pre-Commonwealth del siglo XVIII fue bonito mientras duró, una oportunidad histórica perdida para los menorquines...
-Bueno, bueno, no nos pongamos estupendamente anglófilos, dejémoslo, es casi una obscenidad hablar de patrias en agosto.
-Bien, pues dime cómo has encontrado este año a la isla.
-Perpleja.
-¿Cómo?
-Si, los menorquines sóis cada día más hamletianos. Sí pero no, no pero sí, turismo sí pero sin molestar, os quejáis de los atascos circulatorios pero abomináis de las autovías, queréis más ambiente nocturno pero os asusta que os lleguen a ibicencar, queréis baloncesto ACB pero os escandalizan las subvenciones públicas inherentes...
-Bendita ambigüedad, vive Dios, y ya que lo mencionas: ¿no has visto cómo están Mallorca e Ibiza?
-Sí, llenas de turistas.
-¿A qué precio?
-Más barato todo que aquí.
-Si lo ves así, ¿por qué no cambias de isla en tus vacaciones?
-¡Susceptible!, lo sabía, los menorquines aceptáis la crítica sólo hasta cierto punto, sóis unos chauvinistas. Vamos, vamos, no te sulfures, sabes que adoro Menorca tanto como Serrat, Gabilondo y la Milá, juntos, aunque por lo que cuentas, también estáis infestados de madridistas, lo cual no deja de ser disuasorio para nosotros, los atléticos...
-¿Infestados? No les faltes al respeto a mis iconos del Enemigo: sin ellos no sabría vivir. Además, por este lado no me vas a soliviantar, los culés estamos en plena época dorada, la mejor de nuestra historia.
-Supongo que por lo magnánimamente que regaláis las Ligas.
-Nos lo podemos permitir, han dejado de interesarnos las competiciones menores. O Champions o nada. Con Henry y Messi nos aseguramos dos títulos consecutivos.
-Los culés, como siempre, campeones en verano.
-Idò!
