Hay muchos asuntos altamente preocupantes, empezando por esa crisis negada tantas veces antes de que el gallo cantara, pero hoy me quedo con una imagen que, desde que la viera ayer en un diario digital, se resiste a abandonar mi memoria visual y al núcleo duro de mis neuronas más específicamente humanas.
Era una playa italiana y se veía en último plano a unos bañistas que, aparentemente daban cuenta de buena pasta italiana, ¿raviolis, tagliattoni, gnochi ? En principio, nada chocante, más bien habitual en estos días de verano... Si no fuera porque en primer plano aparecen unos pies emergiendo bajo un pareo, y otros bajo una toalla. Sólo se ven los pies, el resto de ambos cuerpos aparece pudorosamente tapado, como si corrspondieran a unos cadáveres. Pero claro, no puede ser, los otros tal cual, disfrutando de la playa, será un spot publicitario...
Pues no, no es un anuncio, se trata de dos recién fallecidas, gitanas, vaya que sí, que pretendían darse un chapuzón de alivio tras un día de intentar vender bisutería a los "auténticos" bañistas, y perecieron ahogadas. Y allá están, los bañistas "auténticos", ciudadadanos de pro de la muy europea Italia, prosiguiendo con su jornada de ocio, ajenos al dolor, ajenos a la tragedia, carentes de la más mínima veta de humanidad. ¿Quo vadis?