sábado, julio 12, 2008

Solbes I el Meteorólogo

Publicado en el "diario Menorca", el sábado 12 Julio

Economistas y meteorólogos tienen algo en común: ambos predicen mejor el pasado que el futuro. También suelen anunciar que tras la tempestad viene la calma, aunque no se atreven a precisar cuándo. Y así como los hay que cuando llueve culpan al Gobierno (piove, porco governo), lo mismo ocurre cuando la borrasca económica se cierne sobre los hipotecados ciudadanos, sobre todo si, mientras tanto, al Presidente le da por el masaje ideológico (una pizca de “desfavorecidos”, otra de laicismo, unas gotas de “Igualdina Aído”…) en lugar de hablar claro y actuar con decisión.
Claro que si en el caso de la lluvia la imputación nos mueve a la sonrisa (aunque los neoliberales no se cortan un pelo a la hora de culpar de cualquier cosa al “falaz intervencionismo trasnochado”), en el de la “desaceleración acelerada” negarlo sólo puede llevarnos al humor negro. Porque vamos a ver: uno espera de sus gobernantes algo más que partes meteorológicos. Y eso es lo que viene haciendo el ministro Solbes, caricaturizando a su propio guiñol, (“Bueeeeno, este trimestre sólo lloverá el 0.3 %, y los próximos seguramente menos… Más adelante, ya veremos, la borrasca acabará escampando un año de estos…”), o con pinitos de cronista deportivo (“la recesión pasa rozando el larguero.”)
Siempre nos habían asegurado que Pedro Solbes es un gran gestor público, y así nos lo ha parecido a un buen número de ciudadanos, pero…¿También lo puede ser en épocas de borrasca? Porque lo cierto es que empieza a oírse el eco del desesperado grito del protagonista del chiste de Eugenio, cuando pende sobre el abismo, agarrado a un arbusto y Dios le ofrece ayuda: “Sí, vale, pero… ¿Hay alguien más?