30-X-08
No es cuestión de corrección política ni de calidad democrática: la Reina no debe expresar opiniones sobre temas que son objeto de controversia política por estricta cuestión de neutralidad, porque la esencia de su profesión, su única justificación en una sociedad democrática, es la de representar a todos los españoles y difícilmente puede conseguirlo si manifiesta sus preferencias, por mucho que éstas no sorprendan de ninguna manera a los ciudadanos (nadie en su sano juicio podría esperar de los Reyes ideas bolcheviques).
La Monarquía ha ido y es de una gran utilidad en nuestro país para superar el trauma de la guerra civil y aglutinar a los españoles en un proyecto común y debe seguir siéndolo, nos va bien, pero para ello, la discreción y la prudencia deben ser sus divisas. De lo contrario puede que muchos se sientan tentados a seguir la advertencia del dibujante El Roto: “Si los Reyes empiezan a hablar de lo nuestro…nosotros empezaremos a hablar de lo suyo”… Y no es nada conveniente dejar a la Reina a los pies de los caballos de una izquierda aún beligerantemente republicana y de una derecha asilvestrada que sigue soñando en una Monarquía más activa que meta en vereda a vascos y catalanes y que no sancione leyes impías. Mejor que los Reyes continúen siendo fieles el consejo de Franco: “Hágame caso, joven, y no se meta en política”…
No es cuestión de corrección política ni de calidad democrática: la Reina no debe expresar opiniones sobre temas que son objeto de controversia política por estricta cuestión de neutralidad, porque la esencia de su profesión, su única justificación en una sociedad democrática, es la de representar a todos los españoles y difícilmente puede conseguirlo si manifiesta sus preferencias, por mucho que éstas no sorprendan de ninguna manera a los ciudadanos (nadie en su sano juicio podría esperar de los Reyes ideas bolcheviques).
La Monarquía ha ido y es de una gran utilidad en nuestro país para superar el trauma de la guerra civil y aglutinar a los españoles en un proyecto común y debe seguir siéndolo, nos va bien, pero para ello, la discreción y la prudencia deben ser sus divisas. De lo contrario puede que muchos se sientan tentados a seguir la advertencia del dibujante El Roto: “Si los Reyes empiezan a hablar de lo nuestro…nosotros empezaremos a hablar de lo suyo”… Y no es nada conveniente dejar a la Reina a los pies de los caballos de una izquierda aún beligerantemente republicana y de una derecha asilvestrada que sigue soñando en una Monarquía más activa que meta en vereda a vascos y catalanes y que no sancione leyes impías. Mejor que los Reyes continúen siendo fieles el consejo de Franco: “Hágame caso, joven, y no se meta en política”…
31-X-08
No abro la puerta de mi casa a ese engendro de Halloween pese a que se suceden las oleadas de timbrazos. No me gustan determinados mimetismos. No me importaría que copiáramos a los americanos su sentido de país, su sistema universitario o su dinamismo social que permite incluso que un negro compita por la presidencia de la nación (¿podríamos imaginar algo semejante en España con un ecuatoriano, pongo por caso?). Pero no me interesa su folklore. Ya tenemos suficiente con nuestras diadas.
1-XI-08
Un reciente estudio neurológico mediante resonancia magnética, pone de manifiesto que el amor y el odio anidan por las mismas circunvalaciones cerebrales, pero con una pequeña diferencia: en actitud de enamoramiento, el córtex ( la parte más evolucionada del cerebro, la más racional ), está prácticamente inhibida (es decir, la parte emocional actúa sin planificación ni frenos, poco menos que delirando), mientras que cuando alguien manifiesta odio personal, o colectivo a determinado grupo, al madridismo, pongo por caso, el córtex aparece hiperactivo, como si estuviera tensando la cuerda de la actitud a tomar. O sea que puede que llegue el momento en que se pueda detectar la disposición agresiva, lo que puede abrir la puerta a hipotéticos tratamientos preventivos… Asusta pensar en un nuevo Bush con semejante juguetito.
2-XI-08
El tiempo parece aliarse con la necrofilia ambiental. La verdad es que no suelo acordarme de mis deudos a piñón fijo, tal día como hoy, de difuntos, como tampoco me pongo especialmente entrañable cuando llega la Navidad, aunque disfrute del aroma familiar, y, por supuesto, nada exultante en el momento de las uvas aunque me encanta estar rodeado de buenos amigos. Sin embargo se me nublan los ojos continuamente por esto y aquello y, a medida que cumplo años, más y más. Hoy, por ejemplo, oigo hablar muy bien de mis dos hijos (en el aspecto humano, que es el que más me interesa) y tengo que simular un acceso de tos… Magnífica excusa para quedarse un domingo en casa rodeado de periódicos y fútbol inglés, ¡qué grande es la Premier League!
3-XI-08
Vivo sin vivir en mí en la víspera de la elección de nuestro Presidente. En anteriores comicios solía discutir con el inolvidable Miquel Vanrell. Él decía que “daba lo mismo pepsi-cola que coca-cola”, republicano que demócrata, y yo intentaba matizar la cuestión: es evidente que E.E.U.U, con pepsi o con coca, seguirá siendo la nación imperial por antonomasia, con permiso del Asia emergente. Pero no es lo mismo que gobierne un cristiano renacido con hilo directo con el Jehová de los misiles, que lo haga un joven político con formación intelectual (es decir, se le supone mayor querencia por el diálogo y la diplomacia que por la patada en la puerta) capaz de entender mejor la creciente complejidad del mundo No, no es lo mismo pepsi- cola que coca-cola aunque, a la hora de la verdad, ocurran menos cambios de los que muchos imaginan (las esencias USA permanecerán, es decir, sus intereses). He de decir que el bueno de Miquel acabó por darme la razón.
Vivo sin vivir en mí en la víspera de la elección de nuestro Presidente. En anteriores comicios solía discutir con el inolvidable Miquel Vanrell. Él decía que “daba lo mismo pepsi-cola que coca-cola”, republicano que demócrata, y yo intentaba matizar la cuestión: es evidente que E.E.U.U, con pepsi o con coca, seguirá siendo la nación imperial por antonomasia, con permiso del Asia emergente. Pero no es lo mismo que gobierne un cristiano renacido con hilo directo con el Jehová de los misiles, que lo haga un joven político con formación intelectual (es decir, se le supone mayor querencia por el diálogo y la diplomacia que por la patada en la puerta) capaz de entender mejor la creciente complejidad del mundo No, no es lo mismo pepsi- cola que coca-cola aunque, a la hora de la verdad, ocurran menos cambios de los que muchos imaginan (las esencias USA permanecerán, es decir, sus intereses). He de decir que el bueno de Miquel acabó por darme la razón.
5-XI-08
El insomnio matutino me permite escuchar en directo el triunfal y magnífico discurso de Obama y la impecable respuesta de John Mc Cain, ante sus decepcionadas y enrabietadas huestes, a las que instó con firmeza ponerse a las órdenes del nuevo Presidente. Los antiamericanos viscerales tienen tema de reflexión. Bueno en realidad tienen varios, porque Estados Unidos es capaz de lo peor, como hemos vivido estos años, pero también de lo mejor.
Ya instalado en lo local, leo el delicioso artículo del arquitecto Juan J. Gomila sobre el paralelismo entre curvas urbanísticas y anatómicas a propósito de Sa Costa de na Gilda, aquella (la cuesta de “Ses Voltes”, no Rita Hayworth) que un día dilapidara todo su erotismo con el multitudinario paseo en coche descubierto de un achaparrado megageneral.
6-XI-08
El papel de la Monarquía, la presidencia de Estados Unidos, grandes temas para tertulias y dietarios, mientras el paro sigue subiendo galopantemente en el país que según su presidente (en campaña electoral) estaba en la champions de la economía, Cáritas no da abasto y empiezan a titilar las luces de la campaña de consumo navideño…
7-XI-08
Casa de citas.- “La inteligencia es lo que hace uno cuando no sabe qué hacer” (Richard. J. Hailen, neurólogo de la Universidad e California).