7-XI-08
Observo,divertido, el espectáculo de la ubérrima floración de obamitas que se nos ofrece a diestra y siniestra. Al parecer, algunos de los más conspicuos necons que antes ponían sus pies en la mesa del rancho tejano de Crawford incluso hablan obamita en la intimidad, y también irredentos rojos que habían hecho del antiamericanismo una religión transpiran obamidad por todos sus poros.
Y no digamos nuestro presidente, cuyos ojos desprenden chiribitas imaginándose sentado en el taburete que llevó a la posteridad Mónica Lewinsky, mientras la anarcoderecha mediática se esmera en una cruzada cósmica para marcar distancias entre Zapatero y Obama no vaya a ser que el Bronceado ( Berlusconi dixit) se deje cautivar por los cantos de sirena del leonés. Y la verdad es que no hace falta tanta porfía porque las diferencias son obvias: Obama es un político en el que advierte una consistencia intelectual fuera de lo común en la actual era de la mediocridad, una fibra moral y una idea del camino a seguir. Otra cosa será que sepa afrontar la incertidumbre y subsanar los errores que inevitablemente cometerá en una situación política y económica endiablada. Pero de momento, el mundo se ha librado de la pesadilla neocon, lo que no es poco alivio.
8-XI-08
Un amigo, comunicador como uno mismo, me expresa su obsesión por estar centrado en lo que de verdad preocupa a la gente. Y lo escribo en cursiva porque ni conozco a la gente ni por lo tanto puedo saber lo que le preocupa. Conozco personas diversas con diferentes afanes. Unos se me muestran preocupados por la marcha de la economía y me hablan de los avatares de la Bolsa, otros por ese piso que no pueden vender o por su puesto de trabajo, que es el efecto colateral más perverso, otros porque trabajan demasiado y ganan poco, los hay que andan trastornados por la crisis del modelo familiar tradicional (una hija acaba de divorciarse y/o un cuñado se ha fugado con el fontanero) y no faltan quienes echan de menos una intervención divina como en los buenos tiempos. En fin, gente para todo y uno, humilde dietarista, no puede atenderles a todos. Así que vuelvo a mis divagaciones de fin de semana.
9-XI-08
La excelsitud del juego del Barça anoche, me lleva a pensar en el hombre nuevo culé mientras me relamo de gusto ante la evidencia de un domingo soleado y recapitulo una lectura jugosa:
-Rousseau, confundido por el cisma luterano y las noticias que llegaban de América se empeñó en fundar el mito del buen salvaje. Fracaso total, a nadie le interesó el proyecto de volver a Altamira, aunque no faltan hoy día los defensores de un sabio (prudente y controlado) retroceso a formas de vida más sostenibles.
-Hitler quiso ponernos un pijama de rayas a todos para catapultar al hombre nuevo ario y la cosa acabó como acabó.
-Lenin y Stalin cogieron al buen salvaje por los pelos y quisieron forjar su propio hombre nuevo, una mezcla imposible de buen salvaje, animal gregario, sargento prusiano y delator en un decorado de cartón-piedra, hasta que llegó un viejo actor de Hollywood con la rebaja.
-A nosotros mismos, sin ir más lejos, nos quisieron convencer de que éramos portadores de valores eternos, mitad monjes mitad soldados y luego en el 68, en un vaivén insólito, de que pidiéramos lo imposible…
-Ahora acaba de caer el último intento por forjar otro superhombre, el de los neocons y sus falacias de las masacres preventivas y la espontánea racionalidad de los mercados.
En fin, no sé si nos libraremos del enésimo intento o habremos aprendido que dada la naturaleza humana más vale pensar en sencillos proyectos de mejora que en eliminar la infelicidad, una utopía, como concluye su magnífico ensayo Ferran Sáez (“Els bons salvatges” L’Arquer 2008).
10-XI-08
Voy por fin a por asuntos que preocupan a la gente: el agua y la luz, por ejemplo. Las pagamos con creces, pero el líquido elemento viene cargado de porquería y no puedes cocinar con él, con el gasto consiguiente en botellas, y la luz se va en cuanto un rayo garabatea el cielo (¿daños colaterales de la modernez deslocalizadora o mera incompetencia?), lo que hoy día, con la dependencia cibernética, es algo más que un incordio: a mi mujer se le descoyunta el ordenador (el núcleo duro de mi unidad familiar tradicional) y a mí se me borran insignes frases que me impedirán una vez más dar con el bestseller que nos salve de la megacrisis. Y es de suponer que la empresa suministradora sigue repartiendo jugosos beneficios…
11-XI-08
El email de un amigo bajo el epígrafe “Crisis”, sortea el apagón diario de las 15.30:
“Estoy en una crisis total. Y no es porque el Barça juegue muy bien y mi equipo muy mal. Es porque me caen extraordinariamente bien Guardiola, Xavi e Iniesta y francamente bien Messi y Puyol. ¡Por favor, que vuelvan Gaspart, Van Gal, Luis Enrique, Stoikov y toda esa pandilla de descerebrados! Menos mal que ganó Obama. ¿Por qué nosotros que somos un país con más inteligencia política y mucho más progre que los EE.UU. tenemos que conformarnos con Zapatero y Esperanza?”
12-XI-08
Agenda: Acordarme de solicitar instancia para socio del Real Unión de Irún.
13-XI-08
Espero que nuestro ínclito Presidente tenga algo que decir en la dichosa cumbre de Washington. Porque tanto menear la cola para hacerse una foto puede resultarle a él tan lesivo como a Aznar la de las Azores. La gente, con la crisis pisándole los talones, no está ya para bromas fotogénicas… Ni para obamidades retóricas.