28-XI-08
El viernes al mediodía, al acabar virtualmente (los médicos siempre podemos tener sorpresas, generalmente en sábado) la semana laboral, uno se siente propenso a la alegría, ahí es nada la perspectiva de dos días y medio buceando entre libros, papeles y goles, pero no siempre es fácil abstraerte de la realidad que te circunda. Esta semana es especialmente difícil. A saber:
-La nueva y aterradora versión del terrorismo global en forma de asalto masivo a ciudades ( hoy, Bombay, ¿ y mañana?).
-La alocada sucesión de recetas gubernamentales para la crisis económica (sabemos que cuando una enfermedad tiene múltiples alternativas de tratamiento es que no hay ninguna que vaya realmente bien).
-La galopante cifra de parados.
Para mitigar la depresión, espigo entre mis recortes de la semana y encuentro una perla: “Un juez de EE.UU obliga a dos jóvenes a escuchar durante una hora una música que no les gusta, para disuadirles de dar la tabarra a los vecinos con su propio estruendo…”
Y vuelvo a relamerme de gusto soñando que llegue el día en que un juez obligue a los estentóreos charlatanes de móvil-en-cualquier-lugar-y condición, a escuchar cien veces los discursos de Aznar en inglés, al estilo valenciano de “Educación para la Ciudadanía” o los de Zapatero sobre las bondades de la Alianza de Civiliaciones. Mmmmm.
El viernes al mediodía, al acabar virtualmente (los médicos siempre podemos tener sorpresas, generalmente en sábado) la semana laboral, uno se siente propenso a la alegría, ahí es nada la perspectiva de dos días y medio buceando entre libros, papeles y goles, pero no siempre es fácil abstraerte de la realidad que te circunda. Esta semana es especialmente difícil. A saber:
-La nueva y aterradora versión del terrorismo global en forma de asalto masivo a ciudades ( hoy, Bombay, ¿ y mañana?).
-La alocada sucesión de recetas gubernamentales para la crisis económica (sabemos que cuando una enfermedad tiene múltiples alternativas de tratamiento es que no hay ninguna que vaya realmente bien).
-La galopante cifra de parados.
Para mitigar la depresión, espigo entre mis recortes de la semana y encuentro una perla: “Un juez de EE.UU obliga a dos jóvenes a escuchar durante una hora una música que no les gusta, para disuadirles de dar la tabarra a los vecinos con su propio estruendo…”
Y vuelvo a relamerme de gusto soñando que llegue el día en que un juez obligue a los estentóreos charlatanes de móvil-en-cualquier-lugar-y condición, a escuchar cien veces los discursos de Aznar en inglés, al estilo valenciano de “Educación para la Ciudadanía” o los de Zapatero sobre las bondades de la Alianza de Civiliaciones. Mmmmm.
29-XI-08
Acompañamos a unos muy queridos amigos ciutadallencs en sus bodas de plata matrimoniales. La jarana es indescriptible, como las inclemencias del tiempo, la calidad gastronómica (“El Jardín”), y la felicidad de los neo contrayentes y como sólo saben disfrutarla en Cap de Ponent. No faltan tampoco las comparaciones de tamaños (de puertos, of course), el alarde de disc jockey (Assumpta Vinent), los votos para un futuro teñido de blaugrana (Arriarán, y Mayans varios, con el permiso de Memo) y animadas tertulias políticas (off the record, dadas las luctuosas circunstancias municipales).
Nos vamos de la indómita villa con el grato sabor de las amistades perdurables y, a la vuelta, nos acompaña el clérigo jubilado Josep Seguí con quien rememoramos tiempos conspirativos en la sacristía del Carmen. En el asiento trasero, los jóvenes dormitan plácidamente. Batallitas.
30-XII-08
Un airado artículo de Antonio Muñoz Molina en Babelia, el suplemento cultural de El País me reconforta como sólo pueden hacerlo las indignaciones fundamentadas y bien expuestas. Se rebela el director del Instituto Cervantes en Nueva York contra lo que podríamos llamar la corrección artística a propósito de la controvertida cúpula de Barceló en Bruselas. Muñoz no sabe si le gusta o no le gusta pero no quiere ser adscrito a esa u otra trinchera por el hecho de manifestarse a favor o en contra. Dicho de otra forma, a los progres la cúpula les tendría que parecer una nueva Capilla Sixtina, mientras los fachas tienen que poner el grito en el cielo por el despilfarro…
Me reconforta, digo, porque también tengo serios problemas para dilucidar si una obra escultórica o pictórica es obra de dioses o de villanos; empiezo a discernir, tras cincuenta años de fervoroso lector, lo que a mí me parece literatura de calidad del mero entretenimiento de garrafón, pero lo que sí tengo claro es que no quiero entrar en ninguna trinchera ideológica que marque mis gustos artísticos. ¿La cúpula de Barceló? Ni idea, pero, como Muñoz Molina, pienso que para compararla a la Capilla Sextina habrá que esperar un par de siglos…
1-XII-08
La Navidad está a la vuelta de la esquina, y nosotros con estos pelos. Hoy, sin ir más lejos, en pleno ojo del huracán de la desbocada crisis económica, El País y la SER abren, con grandes aspavientos, con la supuesta (y secreta) autorización del gobierno Aznar a los vuelos de Guantánamo. La COPE y El Mundo, con no menos alardes acústicos y tipográficos, con el presunto intento de Gallardón de echar a Losantos de la emisora con participación mayoritaria de los obispos…
Y es que cada vez está más claro que no es lo mismo opinión pública que opinión publicada…
2-XII-08
Más sobre móviles y ordenadores. Según la Sociedad de Psiquiatría, crece espectacularmente la infomanía o adicción a al correo electrónico y /o SMS, una especie de compulsión que obliga a estar permanentemente disponible (a mí me riñen continuamente en mi casa por todo lo contrario: sufro una extraña y también compulsiva tendencia a desconectar el móvil). Pero en tiempos de crisis, la reflexión es obvia: ¿Sabrán estos chicos infomaníacos adaptarse a unas eventuales restricciones tecnológicas? Otrosí: ¿Por qué se quejan tanto los padres del precio de los libros de texto y, sin embargo, siguen comprando a sus retoños móviles de última generación?
3-XII-08
Jesús de Nazaret es, efectivamente (lo leo en varios artículos de Es Diari), una figura histórica de paz y hermandad, perdón y tolerancia, (“Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”), impulsor señero del reconocimiento de la dignidad del Otro (otro gallo nos cantaría si la humanidad le hubiera hecho caso, más allá de las alharacas rituales). Pero, además, es el símbolo religioso de una confesión determinada. Y por tanto y con todos mis respetos- me considero filosóficamente cristiano-, no me parece coherente con el funcionamiento de un Estado aconfesional la exhibición de su imagen en centros públicos.
4-XII-08
Casa de citas.-
“La República era un régimen democrático entre cuyos apoyos había muchos asesinos. El movimiento salvador de la patria que encabezaba Franco, se puede definir como un sistema criminal al que también apoyaban personas decentes” (Jorge M. Reverte en El País).
