19-IV-07
Cuando parecía que a la gente normal no le interesaba la política, resulta que los programas más vistos son aquellos en que unos ciudadanos aparentemente normales se pasan dos horas preguntando a los políticos. Bien, no es mala cosa para quien lleva años tratando de prestigiar el ejercicio político, en artículos y conferencias, después de lustros de náuseas. Bienvenida la nueva televisión pública (de Urdaci a “Tengo una pregunta para usted” o “59 segundos”, hay todo un mundo, aleluya), y bienvenido también el coraje de los dos primeros espadas que se han sometido a un escrutinio público sin precedentes ni concesiones.
Hoy, en la tele, Mariano parece un político conservador moderado, da la impresión de haberse liberado del tenebroso corsé que algunos estrategas (?) le han embutido durante estos tres años, como si se encontrara mejor diciendo que estaría orgulloso acudiendo a la boda de un hijo hipotéticamente homosexual que anunciando el apocalipsis de la familia tradicional como hizo durante la tramitación de la ley o discutiendo civilizadamente las reformas autonómicas que anunciando el desmoronamiento de la Patria, u ofreciendo colaboración antiterrorista que aventando rendiciones… Salud, Mariano, quédate por los andurriales moderados y olvida los desiertos lejanos y las montañas remotas donde reinan los bigotes del rencor…
Cuando parecía que a la gente normal no le interesaba la política, resulta que los programas más vistos son aquellos en que unos ciudadanos aparentemente normales se pasan dos horas preguntando a los políticos. Bien, no es mala cosa para quien lleva años tratando de prestigiar el ejercicio político, en artículos y conferencias, después de lustros de náuseas. Bienvenida la nueva televisión pública (de Urdaci a “Tengo una pregunta para usted” o “59 segundos”, hay todo un mundo, aleluya), y bienvenido también el coraje de los dos primeros espadas que se han sometido a un escrutinio público sin precedentes ni concesiones.
Hoy, en la tele, Mariano parece un político conservador moderado, da la impresión de haberse liberado del tenebroso corsé que algunos estrategas (?) le han embutido durante estos tres años, como si se encontrara mejor diciendo que estaría orgulloso acudiendo a la boda de un hijo hipotéticamente homosexual que anunciando el apocalipsis de la familia tradicional como hizo durante la tramitación de la ley o discutiendo civilizadamente las reformas autonómicas que anunciando el desmoronamiento de la Patria, u ofreciendo colaboración antiterrorista que aventando rendiciones… Salud, Mariano, quédate por los andurriales moderados y olvida los desiertos lejanos y las montañas remotas donde reinan los bigotes del rencor…
20-IV-07
Inauguración en el Claustro del Carmen de la exposición del Llibre Gran que escritores y dibujantes pergeñamos el año pasado en vivo y en directo. Fue una experiencia gratificante, y la exposición es magnífica, aunque me intimida ver mi modesto escrito convertido en un libro de bolsillo para gigantes.
También visito la exposición de fotografías de los años setenta de Josep Miquel Vidal, y no me intimida ni me deprime verme por allí, al fin y al cabo tampoco ligaba con flequillo…
22-IV-07
Aprovechamos las primeras horas de un domingo que promete delicias sensoriales a la orilla del mar para darnos un baño de bucolismo. Familia feliz paseando por el campo con sus dos perros en una mañana de domingo esplendorosa etcétera. Me veo como en aquellos anuncios de un coche, ¿Diane 6?, para gente encantadora. Pero un Allen exhausto se echa a la sombra cada cincuenta metros y Tronya, más teatral, como buena fémina, empieza a respirar entrecortadamente, manifestando una clara y furiosa alergia a la vegetación por lo que la imagen pastoral acaba precipitadamente en la centenaria farmacia de guardia… Y es que tiene razón Woody Allen, el campo ya está suficientemente lleno de bichos.
23-IV-07
Sant Jordi. Ultimo algunas ideas sobre la conferencia que debo pronunciar por la noche en Alayor sobre el mundo de la lectura, que pienso postular como un vicio. A ver si así, en plan transgresor atrae a los jóvenes y logra desengancharlos de los videojuegos, porque el señuelo de ligar hablando de libros pasó a mejor vida, pero hubo un tiempo, en los lejanos sesenta-setenta, en que lecturas y conversaciones sobre inextricables películas polacas tenían un efecto afrodisíaco en las mujeres. De hecho, sin los pertrechos culturales pertinentes, no te comías un rosco.
Y es que entonces, las chicas aún creían en el hombre ilustrado, nos recordaba el sábado Iwasaki en el cultural de Abc, mientras las de hoy saben que la mayoría de hombres no pasa de del suplemento de de deportes y /o de las páginas salmón y que no les resistirían un asalto en materia de libros, si exceptuamos los de intrigas vaticanas o novelas de catedrales y templarios, fenómeno éste que no deja de asombrarme en una época en la que según los clérigos, los asuntos divinos se baten en retirada. Así que sólo nos queda publicitar la lectura como un vicio nefando que nos llevará, a través del chute, a territorios inexplorados. Que es de lo que se trata, al fin y al cabo.
La velada alayorense, arropado por la siempre activa, serena y amable Ignacia Doménech y un buen número de compañeros- sobre todo compañeras- de vicio solitario, resulta deliciosa. Sobre todo si además te encuentras con el incombustible Arcadio Gomila, uno de mis queridos colegas periodistas en Es Diari de la primera hora, allá en los lejanos y míticos sesenta…
24-IV-07
Elevadísima participación electoral en Francia / Sarkozy elogia a Royal / Royal a Sarkozy… Me entra llorera comparativa.
José A. Fortuny gana el Premio de Narració Curta de Editorial Menorca. La llantina se convierte en júbilo. Eres muy grande, amigo.
25-IV-07
El diario Marca apela al “síndrome de Tenerife” para intentar desestabilizar al Barça. Apunte urgente en mi agenda: a) plantar ajos; b) invocar al “espíritu Cruyff”; c) hacerse del Sevilla
26-IV-07
Repaso la novela de Mercedes Abad “El vecino de abajo” que presentamos este sábado en el Ateneo. Mercedes es parte importante de la fecunda herencia de amigos ilustres de mis tiempos ateneístas. Compruebo con alivio que sigue sin tomarse en serio a sí misma y, lejos de sentirse transida por la literatura, lee y escribe para darse gusto y darlo a sus lectores. “El vecino de abajo” (Edit. Alfaguara) es el desopilante relato de la quiebra de una confortable vida de deliciosas rutinas por las estridentes obras de reforma del vecino de abajo, su metamorfosis en obsesión vengativa y la redención a través de la escritura. Otra delicia.
