¿Es, debería ser, el derecho a la información una prolongación del derecho a la educación? Si la educación aspira a formar ciudadanos, la ignorancia lo impide. Y hoy día quien no está informado es un ignorante de hecho aunque haya cumplimentado su etapa escolar.
Por otra parte, vivimos inmersos en la sociedad de la hiperinformación, una especie de mar de los sargazos en el que resulta muy difícil navegar con cierto criterio. ¿ Puede permitirse nuestra sociedad hipermoderna prescindir de unos medios con cierta función pedagógica?, ¿podemos seguir inmersos en la actual guerra mediática de trincheras sin que resienta definitivamente nuestra capacidad de convivencia?
De estas y otras cosas hablaremos esta noche en el Ateneo de Mahón.
