No es una sorpresa que Fernando Savater esté en la macabra lista de "objetivos" de ETA, dada su insobornable postura de denuncia y resistencia cívica. Lo que sí sorprende es que en determinados círculos de izquierda se anatematice al filósofo donostiarra como neofacha por sus posiciones críticas con la doctrina oficial del diálogo y la negociación con el entorno etarra. Fernando tiene sus razones, honestas y argumentadas y las ha expuesto reiteradamente: cree que ETA no debe conseguir mediante negociaciones más o menos subterráneas lo que no ha conseguido con las armas.
No es el único en pensar así sin ser facha y, aunque puede discreparse de su concepto del "nacionalismo obligatorio"( de alguna manera las urnas lo bendicen) y de su confrontación directa con las políticas del PNV (sin el nacionalismo vasco democrático no hay solución posible), Fernando Savater ha demostrado reiteradamente su universalismo democrático, y es una bendición para quienes amamos la reflexión sin prejuicios. Salud, Fernando.
