Te vas una semana del país y, al volver, te lo encuentras hecho unos zorros: hogueras de fotos reales, redadas de batasunos, tornados en Mallorca ( por cierto, si hubiera arrasado Son Espases, le hubiera quitado un dolor de cabeza al president Antich).
Mis amigos y saludados me reciben muy preocupados por la situación, y claro, será por el relax postvacacional, pero yo trato de quitar hierro al asunto, que para mí empieza con la desgraciada intervención del fiscal en el caso del desafortunado chiste de El Jueves. De no haber intervenido, el asunto hubiera pasado con más pena que gloria, pero la sobreprotección a la figura real ( un auténtico papanatismo en España) ha dado alas a las tropelías de los radicales independentistas. De todas formas, y para seguir quitando hierro: en USA, uno de los países más patrioteros de la tierra, quemar la bandera de las barras y estrellas es un derecho constitucional, amparado por la libertad de expresión...
En cuanto a la redada de batasunos, no es más que otro episodio del síndrome de Penélope que arrastramos desde la Transición: tejer y destejer, ahora aprieto ahora aflojo. Lo que cada vez tengo más claro es que no llegaré a ver la salida al laberinto vasco( desde luego, un referéndum mientras persista la amenaza terrorista es una aberración), y mucho me temo que tampoco al catalán.