Publicado en "Diario Menorca" el sábado 8 diciembre
30-XI-07
Me preguntaba el otro día si el mundo actual es de derechas, con sus turboconsumidores, su cultura prêt a porter y el desprestigio galopante de lo público (opuesto al salvífico “liberalismo”, ya se sabe). ¿Es esto así, realmente o se trata de una impresión demasiado pesimista, como me hace notar un blogista? “Todavía hay gente que cree que hay que redistribuir riquezas, y que el capitalismo a secas es mala idea”, me dice.
A otro corresponsal que, desde su cosmovisión ultraliberal, “me regala mi Estado de Bienestar que nos lleva a estar hipotecados,al contrato por horas, a no llegar a fin de mes etcétera”, le contestaba: “Eso que usted describe se llama precariedad...que puede ser paliada con esas bagatelas de la sanidad y la educación gratuitas, transportes públicos, la ayuda a ancianos y dependientes etcétera. En un sistema ultraliberal del “sálvese quien pueda”, esa precariedad se convierte en miseria y exclusión.
La misión, tanto de la izquierda posible y plausible como de la derecha civilizada europea hoy, no es otra que gestionar con solvencia, y con sus respectivos matices, el Estado de Bienestar protegiéndolo no tanto de los embates de los ultraliberales (no creo que ninguno de ellos abogue en nuestro país por el desmantelamiento de la sanidad pública o los transportes, ni siquiera el actual icono liberal Nicolás Sarkozy), como de otras termitas más peligrosas, las que desde las entrañas del sistema abusan de bajas laborales, maternales, jubilaciones anticipadas y, en general, de la llamada “cultura del subsidio”.
Me preguntaba el otro día si el mundo actual es de derechas, con sus turboconsumidores, su cultura prêt a porter y el desprestigio galopante de lo público (opuesto al salvífico “liberalismo”, ya se sabe). ¿Es esto así, realmente o se trata de una impresión demasiado pesimista, como me hace notar un blogista? “Todavía hay gente que cree que hay que redistribuir riquezas, y que el capitalismo a secas es mala idea”, me dice.
A otro corresponsal que, desde su cosmovisión ultraliberal, “me regala mi Estado de Bienestar que nos lleva a estar hipotecados,al contrato por horas, a no llegar a fin de mes etcétera”, le contestaba: “Eso que usted describe se llama precariedad...que puede ser paliada con esas bagatelas de la sanidad y la educación gratuitas, transportes públicos, la ayuda a ancianos y dependientes etcétera. En un sistema ultraliberal del “sálvese quien pueda”, esa precariedad se convierte en miseria y exclusión.
La misión, tanto de la izquierda posible y plausible como de la derecha civilizada europea hoy, no es otra que gestionar con solvencia, y con sus respectivos matices, el Estado de Bienestar protegiéndolo no tanto de los embates de los ultraliberales (no creo que ninguno de ellos abogue en nuestro país por el desmantelamiento de la sanidad pública o los transportes, ni siquiera el actual icono liberal Nicolás Sarkozy), como de otras termitas más peligrosas, las que desde las entrañas del sistema abusan de bajas laborales, maternales, jubilaciones anticipadas y, en general, de la llamada “cultura del subsidio”.
1-XII-07
Por fin, después de las tormentas, volvemos al gustazo del tenis matutino, aunque la pista (tierra batida, siempre tierra, uno es incorregiblemente tradicionalista) está aún resbaladiza en sus márgenes, lo que me cuesta un topetazo más o menos inocuo (a cierta edad cualquier roce es poco menos que mortífero). En los recesos, largos y golosos, hoy toca cine, y aprovecho para lamentarme de que ni Ocimax ni el Cine Club parezcan dispuestos a programar “Conversaciones con mi jardinero” película francesa de la que me han hablado muy bien y que mucho me temo que los menorquines nos perdamos.
Al mediodía, el telediario nos golpea de nuevo con la nueva/vieja noticia de la actividad criminal del “grupo separatista vasco” como le sigue denominando piadosamente a ETA buena parte de la prensa francesa y norteamericana, en un alarde no se sabe si de ignorancia, cinismo, o ambas cosas a la vez. Quizá los franceses cambien ahora su percepción, no les ha gustado nada que esta vez sucediera en su patio interior.
2-XII-07
Espectáculo de luz y color en el paisaje menorquín de este primer domingo decembrino. Acudo temprano a Mercadal para recoger el desayuno que amablemente nos ofrece Jaume Villalonga, el joven y emprendedor sucrer de Es Mercadal, para actores y figurantes de la serie televisiva Vent Maleit, y lo llevamos luego a la Mola donde un elenco variopinto se encadena a sus hipocresías envuelto en un miedo a lo diferente, encarnado por Chi... Al dietarista le da más miedo el mamotreto que acaba de ver cerca del plató, en Cala Llonga. Miedo y rabia que sólo se mitigan mordisqueando un amargo que, a su vez, desencadena un fortísimo efecto magdalena : veo a mi padre cruzar el umbral de mi casa de Ses Moreres con la bolsita de amargos y carquinyols a la vuelta de su consultorio de Ciutadella, y a mi madre, poniéndome la venda antes de la herida: Et faran mal... En fin, debía tener razón, porque vuelven los retortijones al pasar de nuevo ante el mamotreto. ¿No llevará Chi en su maleta algunos cartuchos?
3-XII-07
Por fin una buena noticia en el amanecer radiofónico de un lunes teñido por la amargura del último atentado etarra: Hugo Chávez ha perdido su referéndum, aunque, al contrario que De Gaulle y ¡Pinochet!, que hicieron un elegante mutis por el foro tras perder el que habían convocado, no anuncia su marcha del poder sino más madera. Pero su derrota no deja de ser una inyección de optimismo que nos hace entrever a una sociedad civil viva a pesar de estar políticamente desestructurada.
Lamentablemente no ocurre lo mismo en Rusia donde Putin aumenta desmesuradamente su poder, y no se tienen noticias esperanzadoras de Bolivia donde Evo se lanza por el tobogán del populismo demagógico sin contrapeso cívico como en Venezuela. Unos y otros siguen sin comprender que no hay atajos hacia una sociedad más justa y rica, a la que sólo puede llevar una democracia liberal con un Estado fuerte que garantice seguridad jurídica para el libre juego empresarial. O quizá lo comprenden demasiado bien.
4-XII-07
En mi habitual repaso a los papeles de la semana, que suelo acumular para confeccionar esta dietario, destaco un artículo del escritor Eduardo Mendoza y que cuadra muy bien con el tono de mis airados corresponsales de blog: “Cuando esos partidarios de la revolución claudicaron en sus ideales y se pasaron al bando contrario buscando la sensatez, la ley y el orden, se encontraron con un conservadurismo soliviantado, una carcundia dispuesta como Sansón a derribar el templo aunque se le viniera encima, y un estamento clerical que llamaba a las beatas a las barricadas. Ni siquiera la corona real está firme.”
El mundo al revés, así lo ve Mendoza y no es el único: los progres hablando latín en el Vaticano, y los liberales, al monte.
5-XII-07
La eficaz diligencia francesa cuando los etarras actúan en su territorio, da que pensar, y no muy bien, por cierto ( de los franceses).
6-XII-07
Día complicado, no es fácil sobrevivir a las miles de exégesis constitucionales de periódicos y televisiones, aunque podría ser peor: afortunadamente no tengo que asistir a ningún acto conmemorativo... Tampoco hay liga inglesa. Cartelera menorquina: ”La brújula dorada”; ”REC”; ”Encantada”;”Hytman”; “Bee movie, nacido para molar”; “Beowulf”; “Nany, diario de una niñera”...¡¡Socorro!!