lunes, noviembre 27, 2006

Dietario 25 Noviembre 2006

Dietario publicado en "Diario Menorca" el 25 Noviembre 2006


16-XI-06
Observo a un niño guapo, listo y tranquilo. Lo tengo sentado ante mí. Me observa a través de sus gafas y atiende correctamente mis indicaciones, mira aquí, mira allá, para dónde va este signo, abre los ojos… Me asombra su actitud y se lo comento a la madre, contenidamente ufana de su pequeño, como incrédula de su propia suerte.
-Este chico es muy bueno, ¿verdad?
-No lo sabe usted bien, doctor, es demasiado bueno, y temo por él-me dice con naturalidad.
-Idò?
-Sí, es extremadamente correcto y bien intencionado, no sabe mentir y no entiende cuando ve a sus amigos hacer trampas en los juegos.
-¿Y usted qué le dice?
-Que no haga trampas pero que no se deje pisar…
La anécdota (¿categoría?) me deja pensativo todo el día. Ser honesto y no perecer en el intento en el mundo de la satisfacción inmediata y la competitividad desaforada, al chico le espera una tarea de titanes.

17-XI-06
Hoy recibo a un viejo amigo, compañero en otras lides.
-Así que no estoy grave-me dice, complacido con el diagnóstico-, pero la situación de los medios de comunicación está peor-continúa enigmáticamente, ¡Goebbels ha vuelto!
-¡Collons!-exclamo ante la inquietante referencia nazi.
-Sí, sí, repite una mentira mil veces y se la tomarán por verdad…
Sé a qué medios se refiere, pero me lo callo. El secreto profesional es inviolable. Le receto ácido bórico como placebo.

18-XI-06
Comentamos en la tertulia la guerra de esquelas desatada en nuestro país y patente hoy en Es Diari con otra lista de víctimas del enfrentamiento fratricida del pasado siglo. Hablamos de la glorificada II República, que sólo fue gloriosa en la cabeza de los intelectuales que la concibieron, y de una de sus lacras: las prisas por acometer reformas sustanciales que llevaban siglos esperando. ¿Le está pasando algo parecido a Zapatero con su frenesí reformista?
Mucho menos inquietante es echarle una complacida mirada a la sonrisa de Ségolène Royal e imaginarse un mundo regido por ella, Angela Merkel y Hillary Clinton, recordando una frase del médico y escritor portugués que me descubriera Ponç Pons, Manuel Torga: “Un hombre nace cuantas veces quiere la ternura femenina”. ¿Por qué no soñar también con un mundo, si no nuevo, sí por lo menos diferente?

19-XI-06
Me cuesta comprender algunas objeciones a la nueva asignatura de “Educación para la Ciudadanía” que va a implantarse en España, sobre todo la que esgrime una pretendida (¿sagrada?) soberanía absoluta de los padres en la educación de los hijos. No lo veo así, como padre nunca he considerado a mis hijos como si fueran de mi propiedad, porque el niño, además de hijo y persona autónoma, debe ser ciudadano, o sea integrante de una sociedad con sus instituciones, leyes y valores democráticos compartidos.
Mal haríamos si dejáramos toda la educación al albur de los padres que, por supuesto, son muy dueños de explicar a sus hijos que la homosexualidad es una enfermedad contagiosa o que la teoría bíblica de la costilla de Adán es tan científica como la de Darwin o que las transfusiones de sangre son pecaminosas, o que el Real Madrid es el eje del eje del mal, pero la sociedad democrática tiene la obligación de enseñarles a plantearse un debate respetuoso y responsable sobre éstas y otras cuestiones trascendentales, como la justicia del sistema fiscal o el papel de las libertades cívicas según posiciones distintas a las que ya conoce de su casa.
Por otra parte, la asignatura de la Educación para la Ciudadanía no es un invento del pérfido zapaterismo para socavar nuestros valores tradicionales ni adoctrinar a los hijos en un totalitarismo laico y demás sandeces que se vienen escuchando, sino una materia que se ha impuesto en casi todos los países de Europa como una necesidad perentoria, cristalizada en el proyecto “Educación para la ciudadanía democrática”. El problema que le veo no es que sea obligatoria y evaluable, que debe serlo, al contrario que las diferentes catequesis religiosas, sino que no lo sea también para padres, diputados, columnistas etcétera.

21-XI-06
Me despido de Lluís Real y Grácia Ribalaiga que marchan a Londres en su peregrinación anual. Esta vez se llevan un libro bajo el brazo, el de imágenes londinenses que acaban de presentar en París. Hacemos planes para enero, porque pasear con Lluís y Grácia en nuestra ciudad, Londres, es como abrir un libro y dejarte llevar por la música de sus palabras y descubrir siempre algo nuevo, como esas imágenes borrosas de su última obra que evocan el trasiego continuo de una urbe, compendio de tradición y modernidad, inglesidad y mestizaje, metáfora viva de un siglo que también vemos desenfocado.

22-XI-06
Me gusta viajar de vez en cuando pero cada vez soporto peor la mirada desvalida de Tronya y Allen cuando les dejo en su guardería. ¿Síntomas de pre abuelismo?