miércoles, noviembre 01, 2006

Esquitxos

Choque de trenes anoche en Barcelona: el "mercancías" que venía de Londres colisionó frontalmente con el "ave" catalán, en las inmediaciones del Nou Camp...
La metáfora, aunque tópica, explica en buena parte lo ocurrido ayer en el partido de la Champions entre Barça y Chelsea. Dos estilos de juego, dos entrenadores estéticamente contrapuestos, pero dos equipazos, seguramente los dos mejores del mundo en estos momentos.
Más allá del resultado, justo por otra parte, me preocupan ciertos aspectos de mi deporte favorito, como el del "calentamiento" de los partidos en los medios de comunicación, disciplina en la que es catedrático el entrenador del Chelsea Mourinho, y sus efectos colaterales, la bronca y violencia en el terreno de juego, y la pérdida de todo atisbo de "fair play", como por ejemplo, echar la pelota fuera cuando se lesiona un contrario (aunque pueda ser fingido) o no saltar por encima del portero cuando éste se arroja a los pies del delantero. Y es que ya hay víctimas: casualmente el portero titular del Chelsea, Czech , quien, hace unas semanas, estuvo a punto de volar...al cielo.
Convertir un espectáculo deportivo, en un asunto de vida o muerte, con honores tribales de por medio es una monstruosidad.