sábado, marzo 17, 2007

Dietario

Dietario publicado en "Diario Menorca" el sábado 17 marzo 2007

9-III-07
Día de banderas. Además del revival de las rojigualdas, que vuelven a cotizar al alza en el mercado de la simbología nacionalista, veo por la noche “Banderas de nuestros padres” de Clint Eastwood, sobre la sinrazón de la guerra, con sus verdugos de siempre-los que las instigan- sus víctimas directas y colaterales, sus héroes reales y los de cartón piedra, que son a quienes dedica su acerada y nada complaciente película el viejo maestro.
Mientras contemplo la inteligente superposición de imágenes de la cruda realidad de la batalla de Iwo Jima y las de la burda manipulación (ad nauseam) de la célebre fotografía de los marines colocando la mítica enseña de las barras y estrellas, me acuerdo del filósofo francés Jean Baudrillard, quien acaba de fallecer, y que nunca se cansó de denunciar la que él llamaba la sociedad del simulacro. Los marines de Eastwood, atribulados y confusos, metidos a la fuerza en una vorágine patriótico-publicitaria, parecen no distinguir entre realidad y ficción… ¿Y nosotros?

10-III-07
Susto de muerte en la tarde sabatina. Los efluvios de una copiosa comida me sumen en un letargo profundo. Me despierto sobresaltado entre un estruendo de megafonía. Ha oscurecido y veo ante mis ojos, en la pantalla, un mar de banderas rojigualdas. Malament, me digo, pensando en una humillante derrota ante el Real Madrid. Miro con aprensión mi reloj y sólo son las seis de la tarde. Uff… Escucho apelaciones a la salvación de la patria, suena el himno nacional y me tranquilizo. Seguro que se trata de un programa retrospectivo, con No-Dos coloreados, programas típicos de los fines de semana. Apago y vuelvo a sumergirme en la magnífica novela “Arthur & George, de mi muy admirado Julian Barnes, inglés, of course.
Llega la hora del acontecimiento del día y con él el nuevo simulacro. El Barça empata in extremis con un Real Madrid presuntamente moribundo, así que me queda la duda: Lo de la tarde ¿fue un sueño, un No-Do o una premonición? Según Lluís Real, que veía el partido conmigo, mi cara, al terminar el partido, era la de quien emerge de una pesadilla, pero por suerte no tenía a mano su máquina fotográfica para inmortalizarla…

11-III-07
Tras cerciorarme ante el espejo de que había recuperado la compostura, repaso la prensa del día en Internet y compruebo con honda preocupación que ni fue sueño ni programa retrospectivo, pero no estoy seguro de que no sea algo premonitorio. No de nuevos éxitos madridistas que aún intuyo itinerantes por montañas lejanas y desiertos remotos, pero sí de una preocupante deriva en la que el extremismo acabe por enseñorearse del plató político.
No es ajeno a ese climax el presidente del Gobierno, quien nunca debió abrir tantos melones en una legislatura que empezó de forma harto convulsa. Sus erráticas decisiones en política autonómica y antiterrorista, siempre con tufillo de improvisación, en temas tan sensibles, sus brindis al sol en política internacional, y la puesta en marcha del ventilador de los reproches retrospectivos, han sepultado logros importantes en economía y políticas sociales y han contribuido no poco a crispar el ambiente. La inconsistencia intelectual y política de Zapatero es realmente inquietante, aunque de ninguna manera ha roto España, ni la ha puesto de rodillas ante el terrorismo, ni ha desmembrado a la familia, ni ha perseguido a la religión, ni ha liberado a peligrosos asesinos en serie (De Juana, preso por amenazas, no por asesinato, sigue en prisión atenuada)…
Y es que, por su parte, la oposición, incapaz de digerir su inesperada derrota electoral ha hecho del resentimiento su principal línea de actuación lo que le ha llevado a la desmesura en el asunto del Estatut, sin importarle enfrentar comunidades, y al absurdo de auspiciar delirantes teorías conspirativas que, según ellos, explicarían el vuelco y que para un observador desapasionado, aparte de no tener soporte alguno en la realidad de los hechos, acaban siendo un ataque en toda regla a la credibilidad de las instituciones democráticas. El siguiente paso en la irresponsabilidad es la torticera utilización de la política antiterrorista como principal (¿único?) argumento de oposición para llegar ya a esa apocalíptica llamada de Rajoy, cuadrado marcialmente bajo la enseña española, a la “defensa de la Nación” mediante “rebelión cívica” (?), a ese resurgimiento de una extrema derecha que parecía confortablemente diluida (y desactivada) en el aznarismo
En pocas palabras, sigue declinando mi esperanza en poder elegir un día entre una derecha laica e ilustrada y una izquierda menos pedestre.

11-III-07
Le explico a uno de mis veteranos pacientes ingleses las razones de mi anglofilia. Empiezo por ponderar la proverbial moderación de sus políticos versus el frenesí de sus colegas hispanos, ensalzo el pedigree y calidad de su teatro musical (vengo de ver un maravilloso “Billy Elliot”), y acabo disertando sobre las virtudes del steak and kidney pie (pastel de carne y riñones que me descubriera hace más de veinte años mi amigo Terry, del Picadero), comparando la textura del de “Rules” en las inmediaciones de Covent Garden, con el sabor más contundente del de una de las tabernas más antiguas de Londres, el “Ye Olde Cheshire Cheese” en la City (145 de Fleet Street), inmejorable punto de partida para la imprescindible visita a la Tate Modern y un relajado paseo a orillas del Támesis hasta la Torre de Londres…
Interrumpo mi relato de salsas, condimentos y paseos ante la inclasificable sonrisa que esboza mi paciente.
-¿ Idò ?
- I am vegetarian.

14-III-07
En Aragón, cuando a uno le paran por la calle para charlar de esto o de lo otro, le llaman coger capazos. Bien; hasta ahora, mis “capazos” eran casi exclusivamente futbolísticos, que si el Barça por aquí, el Real por allá etcétera. Ahora, a pesar del vibrante derby del pasado sábado, me capacean gentes atribuladas por la crispación política… La perplejidad que me llevo a casa es si la situación es mucho peor de lo que sospechaba o sólo lo parece por el ruido ambiental.